Intentamos explicar qué es La Orquesta Del Caballo Ganador

Es difícil encontrar una definición clara para La Orquesta Del Caballo Ganador. Podríamos decir que es una orquesta de improvisación dirigida, con músicos siempre distintos. Por sus filas ha pasado gente de Za!, Betunizer, Negro, Manos De Topo, Los Bananas, Diploide, Tarántula, Surfin' Sirles, ¡incluso Miguel Noguera ha participado alguna vez! Cada vez que tocan es algo completamente distinto, por eso les propusimos para ser los protagonistas del próximo taller en el Mazda Space de Barcelona el 27 de octubre. Por si no os queda claro lo que veréis, os voy a explicar un par de cosas que sé sobre La Orquesta Del Caballo Ganador.

Lo primero y más importante que debéis saber antes de ver a La Orquesta Del Caballo Ganador es que cualquier idea preconcebida sobre ellos va a ser inútil. Si estáis pensando en improvisadores plomizos, en free jazz incomprensible o en un grupo de fusión con instrumentos extraños os vais a encontrar con algo que podría ser todo eso junto si no fuese porque es exactamente al revés.

La Orquesta Del Caballo Ganador improvisa, pero no van solos. Hay siempre un director de orquesta que les guía con signos graciosísimos para quien los ve, y muy transparentes para el que quiera seguirlos. No vais a ver a un grupo de músicos repartiéndose solos ensimismados, mirándose el instrumento. Nada que ver. La Orquesta Del Caballo Ganador tiene visión periférica, tanto, que es fácil confundirse con ellos. Ayuda el hecho de que el director o directora se gire en ocasiones para dirigir al público.

Quizá debería haber empezado por ahí. En un concierto de La Orquesta Del Caballo Ganador no existe el público pasivo. Es un hecho. La interacción con la gente va muchísimo más allá de "¡Esa peña! ¡Venga esas palmaaas!".

El público es un instrumento más de la Orquesta. Les debo haber visto unas diez veces, quizá alguna más, y suelen hacer que el público siga ritmos distintos, que grite muy fuerte y luego grite muy flojo, que saque las llaves del bolsillo para seguir el ritmo con un tintineo metálico y, cuando tocan en la calle, la gente acaba dando golpes con las llaves a sus latas de cerveza recién compradas. Cualquier contexto es bueno para hacer algo de ruido y hacer que todo el mundo esté muy contento. Pero ojo que tampoco es un grupo de mestizaje buenrollero.

La Orquesta Del Caballo Ganador no es un solo grupo. Como el director o directora va cambiando a lo largo del concierto, cada poco rato cambia la forma cómo el grupo toca. Recuerdo un concierto en la sala Apolo, por ejemplo, donde pasamos de estar bailando y gritando como si estuviéramos en una rave free jazz –suena raro pero en sus manos es posible- a conseguir uno de los silencios más impresionantes que he vivido en un concierto con la sala llena, porque de repente sonaba una música extrañísima y preciosa que nos pilló tan de sorpresa que nadie fue capaz de decir ni mu. Todo pasó en un momento. Alegría, congoja y vuelta otra vez. Una sola definición no sirve.

Uno necesita más de una página del diccionario para hablar de La Orquesta Del Caballo Ganador porque nunca son las mismas personas ni el mismo contexto. Como no hace falta leer música para interpretar los gestos, cualquier músico puede formar parte de la Orquesta si a todo el mundo le apetece. He visto conciertos suyos con raperos —ese día se hicieron llamar La Orquesta Del Caballo Rimador—, con grupos enteros —La Orquesta del Pony Ganador, con Pony Bravo—, interactuando con bailarinas —os podéis imaginar el nombre—, en festivales gafapastas y en fiestas mayores, con un público formado por familias, borrachos de barrio y gente variopinta. Y siempre funcionan. Como el público forma parte del concierto, el concierto siempre tiene que ver con la gente que está en la sala y su humor aquel día concreto. Eso es perfecto: están abiertos a pasarlo bien y a que lo pasemos bien. Somos sus iguales.

Eso es casi lo mejor de la Orquesta. Tienen una base teórica de la que podrían estar hablando horas pero luego lo que transmiten es capacidad de juego, y una forma de entender la experiencia musical que no está separada de la gente que tienen delante, porque, al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene la música si no hay nadie reaccionando a ella? La Orquesta Del Caballo Ganador se nutre de lo que pasa alrededor y lo convierte en una parte importantísima de lo que suena.

Si quieres saber más sobre La Orquesta Del Caballo Ganador y estás en Barcelona el 27 de octubre, no te pierdas el taller gratuito sobre improvisación conducida que impartirán en el el Mazda Space.

Más información sobre el taller en este link.