El show de Kanye West en Glastonbury estuvo muy loco, con Ye clavándose en algunos de los temas más obscuros de Yeezus y My Beautiful Dark Twisted Fantasy, la interrupción de un pendejo, un momento en el que voló gracias a una grúa, y en general probándole a todos los que criticaron su inclusión en el cartel que es cabrón en vivo. Pero el momento más inesperado de la noche llegó cuando puso “Bohemian Rhapsody” de Queen e hizo una especie de karaoke con el público, para después pasar a cerrar su set con “Can’t Tell Me Nothing.” Vean el video aquí abajo.