Este artículo se publicó originalmente en VICE Reino Unido.
Lucius*, de 28 años, es de East London y lleva cinco años vendiendo hierba, aceite de cannabis y pastillas.
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VICE: ¿Qué vendes y dónde?
Lucius: Principalmente hierba y aceite de cannabis, pero a veces también Xanax y pastillas de éxtasis. Normalmente en la zona de East London. El Xanax se vende como churros. En Londres triunfa mucho el Xanax. El único problema es que hay mucha mercancía falsa por ahí.
¿Es todo boca a boca o contactan contigo desconocidos?
Principalmente boca a boca, pero también contactan bastante conmigo a través de internet. Ahora es una buena forma de ganar dinero, porque la gente que te escribe por internet suele estar más dispuesta a soltar más pasta. Pero el riesgo es mayor, claro, porque, ¿cómo vas a saber quién es?
¿Cómo contactan contigo por internet?
Instagram. Se gana mucho dinero por Instagram.
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¿Cómo ha cambiado Instagram el negocio?
Hay muchas caras nuevas. La mayoría del aceite de cannabis que vendo va a gente que me ha encontrado a través de Instagram. El aceite es difícil de conseguir y yo tengo mucho, así que la gente paga más pasta. Tengo amigos que se dedican de lleno a la venta en Instagram. Consigo tratos únicos: los desconocidos por internet son muy entusiastas. Pero es más peligroso. Nunca sabes si es un agente de policía.
¿Cómo compruebas eso?
Tengo un proceso de veto, pero si te lo cuento, sabrán cómo pasarlo. [Emoticono de guiño]. Sobre todo se trata de sentido común. Algunos perfiles son muy sospechosos y no merece la pena correr el riesgo, pero algunos son claros fans del cannabis.
Imagino la parte peligrosa es la de pasar la mercancía, ¿no?
Sí. Prefiero zonas en las que yo pueda verlos a ellos antes que ellos a mí. No cuesta mucho distinguir a los agentes encubiertos, pero aun así puede ser un chivato o alguien vigilando. Siempre hay riesgos. Pero a mí me merece la pena.
¿Alguna vez has tenido problemas con la policía?
Nah, no vendiendo. Alguna vez me han pillado por posesión, pero solo me llevé una multa y una advertencia. Ha estado cerca alguna vez. He tenido un par de clientes que han comprado y no han pagado, pero en general, todo ha sido tranquilo. Tengo suerte, la verdad.
¿Alguna vez te ha robado un falso comprador?
Nunca. Aunque a algunos amigos míos les han llegado a apuntar con una pistola. No es lo normal, pero puede pasar…
¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
La libertad y las drogas. [Emoticono de risas]. Consumo todo lo que vendo, así que mola mucho. Es genial eso de poder decidir si te quedas en casa o si vas a ganar dinero. Conozco gente, me coloco, gano pasta. ¡No puedo quejarme! Tengo problemas con la autoridad, así que no podría tener un trabajo normal.
¿Por qué tienes un problema con la autoridad?
Era un liante en el colegio. Siempre ha sido así. Nunca me ha gustado que me digan lo que tengo que hacer. De adolescente me relajé, pero sigue sin hacerme gracia que me mangoneen. A mucha gente que creció donde yo le pasa lo mismo.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
En mi tiempo libre… me drogo. [Emoticono de risas]. Soy un tío sencillo. Voy en bici, me caigo del monopatín, salgo, me pongo hasta arriba.
¿Cuánto tiempo llevas vendiendo droga y cómo empezaste?
Llevo cinco años vendiendo intermitentemente. Crecí en East London rodeado de delincuencia, es muy fácil caer. Me sorprende no haber empezado antes, la verdad. El hermano de mi mejor amigo de aquella época nos pasó un contacto para conseguir hierba y le tomé el relevo a partir de ahí.
¿Tu madre sabe que vendes?
Supongo que se lo imagina.
¿Qué opinan tus amigos de tu trabajo?
¡Algunos se benefician de él! Solo he tenido una novia a la que no le hacía mucha gracia. Otros o me apoyan o pasan. Mi ex me dejaba guardar la mercancía y la pasta en su piso, pero ella no fumaba.
¿Qué hacen los clientes que te saca de quicio?
Los clientes que no pagan al momento pueden ser una auténtica pesadilla. Me gusta que me den mi dinero enseguida. No me digas que quieres algo y luego no te lo lleves. Mucha gente se interesa por algo, pero luego no compra. Pasa mucho con el aceite. Y el regateo. No soporto el regateo. Si te digo un precio, ese es el precio. A veces te encuentras a algunos cabrones… gente que va de amiga, que no te deja en paz, etc. Aunque todo el mundo es amable, tanto los clientes como los proveedores.
¿Tienes algún otro trabajo? ¿Pagas las facturas con el tráfico de drogas?
Me considero traficante autónomo. No lo hago a todas horas, pero es mi principal fuente de ingresos. A veces trabajo en bares, y me viene bien, porque la mitad de mis clientes están ahí.
¿Tienes pensado dejarlo?
No, tengo pensado hacer el doble. [Emoticono de risas]. He estado fuera del Reino Unido un par de meses y cuando vuelva no tendré más opción. Tengo un puto grado. Para algo tendré que usarlo. Puede que me vuelva legal, pero la droga siempre será parte de mi vida.
¿Por qué va a ser la droga siempre parte de tu vida?
Tengo una personalidad adictiva y un problema de drogadicción. No a una droga en concreto. Simplemente no quiero estar limpio. Me gustan las drogas. Siempre han formado parte de mi vida. Tengo muchos amigos en el negocio. Tengo otras aspiraciones, pero cuando la gente ya te ve de cierta manera, es difícil salir de esa reputación.
Gracias por tu tiempo, Lucius.
*Las entrevistas se llevaron a cabo mediante mensajes cifrados y los nombres se han cambiado. Las entrevistas se han editado ligeramente por cuestiones de claridad.
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