Artículo publicado originalmente por VICE Australia.
Ben McMahon aprendió los conceptos básicos del mandarín en la escuela preparatoria, pero no poseía fluidez con el idioma. En 2015, Ben viajaba en un auto que fue embestido por un camión y fue trasladado de urgencia al hospital. Cuando despertó de un estado de coma inducido una semana después, se sintió frustrado al descubrir que nadie podía entenderlo, a excepción de una enfermera china.
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Durante la semana siguiente, Ben se dio cuenta de que cuando abría la boca para comunicarse con su familia, amigos y médicos, estaba hablando mandarín. No titubeaba ni vacilaba al hablar, simplemente articulaba su diálogo interno, que misteriosamente había cambiado del inglés al mandarín.
Entrevistamos a Ben para nuestro podcast “Extremos”. Lo que sigue a continuación es una versión condensada de la entrevista, donde hablamos sobre lo que probablemente ocurrió en el cerebro de Ben y si fue el destino lo que lo condujo a ese accidente automovilístico. A los ojos de Ben, estaba destinado a ser un hablante del mandarín, mudarse a China y finalmente aparecer en el programa de citas más visto del mundo.
VICE: Hola Ben, comencemos con el accidente automovilístico. ¿Qué pasó ese día?
Ben McMahon: Bueno, no recuerdo el accidente porque estaba completamente inconsciente, pero lo que me dijeron fue que un camión con semirremolque se pasó una luz roja y se estrelló contra un costado de mi auto. El accidente me fracturó todo el esternón, las costillas y tuve una seria conmoción cerebral, así que me pusieron en coma durante aproximadamente una semana. No recuerdo cuando desperté porque hubo dos semanas en las que perdía y recuperaba la conciencia, pero recuerdo que había una enfermera china, y cuando recobré la conciencia, las primeras palabras que salieron de mi boca fueron en un mandarín fluido. La enfermera estaba bastante desconcertada y salió a decírselo a mis padres.
¿Qué pensaron tus padres?
Bueno, la enfermera les dijo a mis padres: “Su hijo ha despertado del coma pero… está hablando mandarín”. Por supuesto, mis padres estaban extáticos, ya que su hijo estaba vivo, pero estaban un poco preocupados de tener que aprender mandarín para comunicarse conmigo.
¿Entonces no te diste cuenta de que estabas hablando mandarín?
No, no tenía ni idea. No importaba si estaba hablando con la enfermera, los médicos o las personas que entraban a la habitación, o mis padres y hermano. Era lo más natural que salía de mi boca.
¿Cómo era tu mandarín antes del accidente?
Podía tener conversaciones básicas con las personas pero no lo hablaba con fluidez. Pero luego, después del accidente, mi monólogo interno, la voz que te habla en tu cabeza, había cambiado. A partir de ese momento, se volvió mucho más natural y mucho más fluido, no pensaba primero en en inglés para luego traducirlo al mandarín, era directamente mandarín.
¿Hubo alguna teoría de los neurólogos o tal vez de los psicólogos sobre cómo el coma afectó tus habilidades lingüísticas?
Sí, una de las teorías es que para los angloparlantes, la mayor parte de nuestra memoria para los idiomas está en el lado izquierdo del cerebro. Pero, por alguna razón, los hablantes del mandarín usan los dos hemisferios del cerebro más que su contraparte inglesa promedio. Debido a que recibí la mayor parte del impacto en el lado izquierdo, ese lado necesitaba descansar y repararse. Lo que quizá sucedió entonces es que el cerebro dijo: “bueno, el lado izquierdo necesita descansar más, cambiemos la actividad del lenguaje hacia el lado derecho”. Y por esa razón, tal vez el mandarín se volvió más natural.
¿Cuánto tiempo estuviste en el hospital?
Me tomó aproximadamente una semana diferenciar los idiomas. Me di cuenta de que tenía que hablar inglés con mis padres y mi hermano, pero luego tenía otras personas con las que podía hablar mandarín. Desde el coma hasta la diferenciación entre idiomas y el regreso a casa, quizá transcurrió un mes.
Entonces llegaste a casa, tomaste clases de idiomas, y ¿entonces qué pasó?
Bueno, entonces tuve la oportunidad de salir en If You Are The One, que literalmente era mi programa favorito en China. Es un programa de citas, es más grande del mundo. Ochenta millones de personas sintonizan cada episodio y lo que sucede es que llevan a 24 chicas que se plantan en el escenario y luego presentan a un participante masculino, uno por uno. Así que estás en el escenario durante aproximadamente una hora y las chicas te interrogan. Te preguntan cosas como “¿Cuál es tu origen familiar? ¿Tienes coche? ¿Tienes una casa? ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus pasatiempos?”. Realmente te analizan para ver si eres lo que están buscando.
Cuando presentaron tus antecedentes en el programa, ¿explicaron a detalle cómo aprendiste mandarín estando en coma?
No, no creo que los productores lo supieran. Obviamente no realizaron una investigación de mis antecedentes.
No, al parecer no. Entonces, ¿qué hiciste para destacar en el show?
Bueno, compré Tim Tams (una marca de galletas) y le di Tim Tams a todas las chicas, lo cual les encantó. Ese fue el primer gran momento. Lo siguiente que hice fue tocarles una canción china en una mandolina.
¡Bien! ¿Así que encontraste el amor?
Bueno, una de las chicas me dio el equivalente a un “súper me gusta”. Nos mantuvimos en contacto durante aproximadamente un mes y luego me visitó en Melbourne. Tuvimos una cita, pero ambos nos dimos cuenta rápidamente de que no éramos adecuados el uno para el otro.
Es una lástima, pero sigamos adelante. Me imagino que no estás de acuerdo con la idea de sufrir un accidente automovilístico para aprender un idioma, pero ¿tienes algún consejo para alguien que realmente quiere aprender mandarín?
Sí. Definitivamente no tengan un accidente. ¡Casi me muero! ¡Casi me muero! Lo más importante con el lenguaje es encontrar una pasión por él. Un profundo amor por el idioma te hará querer estudiarlo. Además, no tengan miedo de intentarlo. Los mejores hablantes de mandarín no son necesariamente las personas más inteligentes, solo son personas que no tienen miedo de hablarlo. Les encanta hablarlo con amigos chinos y conversar con la gente en la calle y con los taxistas.
Volvamos a esta idea del destino. ¿Crees en eso?
Sí, totalmente. Los chinos hablan de algo llamado Mìngyùn, que es como el destino que une a dos personas. Generalmente es romántico, pero también puede ser el destino que nos unió a China y a mí. De esta forma me he encaminado hacia China y tengo una profunda y ardiente pasión por el país que no tendría si no fuera por el accidente. Creo que el destino dicta el camino que vas a tomar.
Si no hubieras estado en coma, ¿cree que tendrías una fascinación con China?
Probablemente no. Si el accidente no hubiera ocurrido y no me hubiera despertado del coma, probablemente no habría vuelto a China. Entonces no habría ido al show de citas. ¿Sabes? Es como estar en un bote, si cambias el curso solo un milímetro, puedes terminar en un área completamente diferente. Creo que sería una historia muy diferente si no hubiera tenido el accidente.
¿De alguna manera te alegras de haber tenido el accidente?
No creo que nadie esté contento con casi morir y estar en coma durante una semana. Pero estoy muy agradecido por haber despertado, y que de ello salieran cosas realmente buenas.