Este hombre cagó a otro conductor y publicó detalles asquerosos

Artículo originalmente publicado por VICE Estados Unidos. Leer en inglés.

El lunes pasado, un escueto informe de LehighValleyLive.com de Pensilvania relató una extraña disputa entre dos conductores en una de las carreteras de la región. Para ser concisos, la declaración oficial de la policía sobre el incidente suscitó muchas preguntas:

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“El acusado y la víctima se enfrascaron en una pelea en el camino, situación que provocó que el acusado defecara a la víctima”, escribió la policía.

Podríamos habernos puesto de acuerdo para dejar morir la historia con esa única oración, si supiéramos lo que nos conviene. Ya sabíamos el quién, el qué y el dónde de la historia, pero —quizá porque somos humanos— aún así algunas personas querían, incluso necesitaban, saber cómo y por qué.

“¿Cómo haces popó en otra persona?”, escribió en Facebook un lector de LehighValleyLive.com. “¿Ambas personas estaban de pie o sentadas, en el piso?”

“Este es un artículo muy extraño”, escribió otro. “Tiene que haber más detalles”.

El periodista de LehighValleyLive.com, Steve Novak, dirigiéndose con valor a donde ningún periodista realmente quiere ir, decidió llamar al presunto atacacante, Henry Weaver, para obtener algunas respuestas. El hombre de 69 años explicó que tiene el síndrome del colon irritable, lo que dificulta su capacidad para controlar las evacuaciones intestinales, especialmente cuando está estresado; situación que al parecer se le presentó mientras conducía el viernes por la mañana después de que un hombre se le cerró. Weaver dijo que se enganchó a la defensa del otro conductor por un tiempo y luego ambos se detuvieron, salieron de sus autos y comenzaron a gritarse el uno al otro.

Luego, Weaver entró en demasiados detalles —última oportunidad de detenerte, por cierto— sobre cómo llevó a cabo su venganza:

“Lo he soportado durante años”, dijo. “Te estresas mucho y tienes que ir… No pude controlar mis intestinos. Y él estaba ahí. Es así de simple”.

“Estaba ahí, justo enfrente de mí. Estaba ahí”, dijo Weaver. “Tuve que soltarlo… simplemente me harté. Algo iba a suceder. Podría haberlo evitado fácilmente si me hubiera dado la vuelta, pero sucedió justo en ese momento”.

“Estaba teniendo un mal día”, aseguró, “y empeoró”.

“La mayoría de la gente que me conoce sabe que soy tranquilo”, dijo. “Pero en verdad tienes que hacer algo para llevarme hasta ese punto”.

“No estoy orgulloso”, agregó también. “Cometí un error. A veces pasa”.


Ahí está, amigos: mucho más de lo que nadie quería saber sobre el colon de Henry Weaver. Claro, el hombre quizá compartió un poco más de lo debido. Pero nosotros mismos le dimos la bienvenida a este infierno, le preguntamos todos los detalles íntimos de cómo un hombre cagó a otro, y Weaver cumplió. Ahora enfrenta cargos de acoso por el acto en cuestión, pero tal vez esta anécdota también puede ser una lección para nosotros. No todas las preguntas necesitan respuesta.

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