Artículo publicado originalmente por VICE Asia.
La era de la paranoia del apocalipsis es ahora. Ya sea que esto se deba a la agitación política o al cambio climático, todo el mundo tienen muchas razones para prepararse para un inminente día del juicio final. Los ricos, por supuesto, han tomado estas precauciones a un nivel superior.
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A medida que aumenta la paranoia por el día del juicio final, un número creciente de empresas atiende los preparativos apocalípticos de la élite. El uno por ciento del mundo se está preparando para el caos con búnkers de lujo que se asemejan a la comodidad de sus propios hogares. Puede parecer ridículo, pero la demanda es real. Desde la toma de posesión de Donald Trump, por ejemplo, las ventas generales de los búnkeres subterráneos de la Compañía Rising S con sede en Texas se dispararon en un 300 por ciento.
¿Coincidencia? No lo creo.
Los búnkeres de Rising S Company están construidos de chapa de acero y están diseñados para durar por generaciones. Su estructura fue hecha para resistir terremotos y contener un año de comida por persona. Su eslogan, “No vendemos miedo, vendemos preparación” parece estar funcionando. Sus ventas de 2016 han aumentado en un 700 por ciento desde 2015.
Hay otras opciones en todo el mundo para aquellos que prefieren estar por encima del suelo cuando finalmente llegue el día del juicio. Para la élite más introvertida, The Oppidum en la República Checa es una residencia privada con características de alta seguridad. Los pasillos secretos conducen a los residentes a la casa, que cuenta con un spa, un cine, un jardín subterráneo y bóvedas personales.
Un búnker secreto en el sudeste de Londres se transformó en una casa de lujo de 4 millones de dólares con muebles de última generación, una piscina y escaleras de caracol. Refugios como estos fueron diseñados inicialmente para proteger a los funcionarios del Gobierno durante las guerras nucleares. Las compañías ahora están comprando estos búnkeres militares y silos de misiles para remodelarlos en búnkeres extravagantes. El Survival Condo del desarrollador Larry Hall, por ejemplo, convirtió los silos de misiles abandonados de la década de 1960 en condominios multimillonarios con piscina, supermercado, teatro, bar y biblioteca.
En las colinas negras de Dakota del Sur, donde estaban en funcionamiento 575 búnkeres militares hasta 1967, Vivos xPoint está construyendo refugios personalizables destinados a albergar a unas 5.000 personas. Otra opción, Vivos Europa One, utiliza antiguas instalaciones de almacenamiento de la era de la Guerra Fría, colocando unidades construidas con roca sólida en el área. Su sitio web afirma que estos “complejos irremplazables” están diseñados para combatir cualquier tipo de desastre natural.
Los clientes de estas empresas no son necesariamente ricos desconocidos: algunos tienen un perfil extremadamente alto. Bill Gates, por ejemplo, se rumorea que tiene este tipo de instalaciones en todas sus propiedades. El New Yorker en 2017 también informó que los CEO, los gestores de fondos de inversión y los ejecutivos de tecnología en todo el Silicon Valley estaban haciendo todo tipo de arreglos para la llegada del día del juicio final.