Artículo publicado originalmente por VICE Australia.
Algunos psicólogos propusieron una explicación de por qué los usuarios de la Ouija sienten como si un espíritu estuviera moviendo el puntero y deletreando mensajes. La explicación se basa en la idea de que dos o más usuarios se turnan para controlar el puntero, cooperando implícitamente para crear un mensaje que comienza al azar, pero se vuelve más predecible a medida que disminuyen las opciones significativas.
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En un nuevo estudio, el investigador Marc Andersen de la Universidad de Aarhus y sus colegas viajaron a una conferencia de la Ouija y organizaron parejas para que utilizaran el tablero con equipos de seguimiento ocular. Esta es la primera vez que la práctica de la ouija se estudia fuera de un laboratorio de psicología. Ya que trabajaron en parejas, los 40 movimientos oculares de los participantes se registraron en dos condiciones: usando el tablero de la Ouija de la manera habitual durante 10 minutos, y en una condición “voluntaria” en la que deletreaban las letras y palabras que les daban los investigadores.
Andersen y sus colegas estaban interesados en los movimientos oculares predictivos en los que el participante veía una letra antes de apuntar hacia ella, lo que sugeriría que el usuario sabía a dónde se dirigía el puntero, supuestamente como resultado de un movimiento planeado.
Como era de esperarse, los participantes realizaron muchos más movimientos predictivos con los ojos en la condición voluntaria: sabían hacía a donde ellos y su pareja iban a mover la tabla, y con frecuencia miraban hacia la letra correspondiente. Estos movimientos predictivos del ojo fueron mucho más raros (38 por ciento más bajos) cuando se usaba el tablero de la Ouija de la forma habitual. Gran parte de nuestro sentido de propiedad sobre nuestras acciones proviene del hecho de que nuestro cerebro predice las consecuencias de ellas, por lo que se deduce que cuando los participantes eran menos capaces de predecir el movimiento del puntero al jugar de manera normal, sentían menos dominio sobre esos movimientos.
Dos detalles clave que sucedieron al jugar de la manera habitual ayudan a explicar cómo estos movimientos aparentemente menos predictivos crean mensajes significativos. En primer lugar, cuando se intentó ver si al menos un participante de una de las parejas hacía un movimiento predictivo del ojo, las tasas de predicción fueron tan altas como las de la condición voluntaria. En otras palabras, en cualquier movimiento que daba el puntero, al menos una persona sabía hacia dónde se dirigía. En segundo lugar, las tasas de predicción aumentaron cuando se usaba de manera normal el tablero de la Ouija, pero no en la condición voluntaria, supuestamente a medida que los participantes tomaban conciencia de la disminución de opciones disponibles.
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Así que parte de la explicación de la escalofriante sensación de que el tablero de la Ouija se controla a sí misma para escribir un mensaje comprensible es que los participantes toman turnos de manera efectiva: subestiman su propia contribución, y al mismo tiempo el movimiento intencionado de su compañero da la sensación de que el puntero se mueve por su propia cuenta. (Esta situación es consistente con investigaciones previas que muestran cómo tendemos a subestimar la fuerza de nuestros propios movimientos en comparación con otros).
Finalmente, las creencias de los participantes se superponen, que al parecer tienen un efecto retrospectivo sobre su (falta de) sentido de control. Los investigadores encontraron que los participantes que creían más firmemente que los tableros de la Ouija se pueden utilizar para comunicarse con fantasmas y espíritus tenían más probabilidades de decir después que sentían que el puntero se había movido por sí solo.