Los refugiados cubanos pueden retornar a la isla gracias a la realidad virtual

Para los cineastas Julian Yuri Rodriguez y Andrés Rivera, quienes crecieron en Miami, Cuba ha sido por largo tiempo una "isla prohibida".

"Siempre escucho hermosas historias sobre Cuba, pero al mismo tiempo y por lo que sucedió con Fidel Castro, está prohibido ir" dice Rodriguez de 26 años. Su abuela no ha vuelto desde que escapó en 1958, pero durante la última primavera y junto a un viejo amigo y cineasta Rivera, Rodriguez viajó a la Habana para traer de vuelta a casa un poco del país en una forma que nunca había sido capturado antes: gracias a una experiencia con realidad virtual que permitiría a su abuela el volver a visitar su hogar sin tener que cruzar ninguna frontera.

La película en 3D fue hecha para el Oculus Rift y se llama " Paisajes de mi abuela". Visita los lugares en la memoria de la abuela de Rodriguez, como la iglesia donde se casó, la calle donde creció, la isla donde iba con su familia cuando era una niña. Los turistas toman fotos de la iglesia. Jóvenes sin pollera juegan baseball con un palo y una piedra. Autos de 1950 transitan por una concurrida calle. Las olas tocan la arena de la playa. "Mi abuela llora mucho" dice Rodriguez, "Apenas vio las imágenes se puso a llorar".

No ha sido la única que ha respondido emocionalmente. Muchos cubanos-americanos viven el exilio en Miami sin poder visitar el lugar donde nacieron. Cuando Rivera le mostró el film a uno de sus amigos que había escapado ilegalmente hace 10 años, la reacción fue instantánea: "Luego que se sacó el Oculus, sus ojos estaban llenos de lagrimas".

Esta película es mucho más sentimental que el ultimo proyecto en que Rodriguez y Rivera trabajaron juntos: C#ckfight, el oscuro y surreal corto narrativo que Rodriguez escribió y dirigió y donde se ve una violación y asesinato en un club de la pelea subterráneo de Miami. Pese a esto el corto está profundamente arraigado en la diáspora de cubanos en la que crecieron los dos y desde donde sacaron su inspiración para los primeros films y vídeos musicales, por lo general de raperos locales. Luego que C#ockfight fue aceptado en festivales alrededor de Estados Unidos, Rodriguez y Rivera fueron premiados con una beca para que transformaran el corto en una instalación 3D. Esta fue la primera vez que experimentaron con el Oculus Rift.

Por meses, Rodriguez y Rivera planearon presentar " Paisajes de mi abuela" durante una sesión de video interactivo durante en el ​Borscht Film Festival de Miami. Y luego una coincidencia: el 17 de diciembre el ​Miami Herald publicó la historia de la película en la portada del diario, el mismo día que la Casa Blanca anunció que Estados Unidos ​retomaría las relaciones con Cuba. "Parecía que nos hubiésemos puesto de acuerdo con Obama" bromea Rodriguez.

Esa noche tanta gente quiso experimentar la película en el Oculus, que había una fila alrededor del edificio. "Muchas personas que quisieron verla no tuvieron la oportunidad" dice Rodrigo, "Entonces le pedimos los datos y hemos contactado a estas personas para que puedan experimentarla".

Los realizadores han ocupado los fines de semana en hacer visitas a las casas de cubanos ancianos en Miami para mostrarles el video en un Oculus. "Ves personas que tienen 80 o 90 años utilizando el casco. Lo utilizan muy nativamente. No es algo a lo que le tengan miedo. Los ves sonriendo" dice Rivera. Esta tranquilidad es debido a lo lejos que ha llegado la tecnología de la realidad virtual, sugiere el cineasta. "No lo están experimentando como si fuera tecnología de videojuegos o algo por estilo. Ellos realmente sienten que están en esos espacios" agrega Rodríguez.

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Para el joven director el proyecto fue inspirado por su abuela, quien grabó historias orales sobre cuatro de sus lugares favoritos de la Habana como referencia para las locaciones del film. Pero el proyecto también le dio a Rodriguez la posibilidad de conectarse con sus raíces. "Cuando eres un niño y estás en la escuela, todos comen Lunchables y tu comes una extraña sopa. Sabes que eres diferente a todos los que te rodean cuando creces en Estados Unidos. Sabes que eres de Cuba, pero no te permiten entenderlo".

Para su familia, la idea que Rodriguez fuera a Cuba no estuvo libre de controversia. Y cruzar la frontera no fue fácil tampoco. "Llegué a Cuba con una visa que decía que estaba visitando a familiares cercanos, lo que era completamente falso" explica. Cuando viajó a otra ciudad para obtener una nueva visa, la policía lo molestó, "Daba miedo. Sabes que estás en un lugar que no es Norteamérica".

Trabajar con tecnología en 3D por primera vez fue otro problema. "Esto era nuevo para mi. Yo hago vídeos regulares, vídeos musicales, films. La realidad virtual era algo que nunca había sentido" dice Rivera, quien explica que sincronizó 7 cámaras GoPro pegadas una a la otra, apuntando en diferentes direcciones y luego unió las imágenes.

Cuando ves el film -o lo experimentas- te sientes como un fantasma que se mueve por la ciudad. Ves a personas pasando cerca de ti y quieres hacerles un gesto de saludo, pero sientes que no te están viendo. Debido a que estaban grabando el video en todas las dirección, ellos debieron hacerse invisibles durante el proceso.

"Empezabamos a grabar y luego corríamos a escondernos en algún lugar y luego rezábamos que alguien no se robara nuestras cámaras" dice Rodriguez. Las personas estaban curiosas, "La gente estaba confundida con la cámara. Incluso en Miami nadie está realmente acostumbrado a ver el soporte de una cámara en 360 grados. La tecnología es bastante rara Miami, entonces llevarla a un lugar donde difícilmente tienen Internet fue demente".

Los realizadores no sólo están ayudando a cubanos de Miami a experimentar una versión de la Habana, quieren extender su proyecto para revivir la memoria de más personas, enfocados especialmente en los cubano-americanos que dejaron el país siendo niños durante los 60 como parte de ​ la operación de éxodo masivo conocida como Peter Pan. "Estamos intentando capturar lo que más podamos de Cuba y las memorias que se quedaron ahí" dice Rodriguez.

Mientras tanto, la proclamación de Obama para normalizar las relaciones con Cuba mantienen dividida a la comunidad en el exilio, dicen los cineastas. "Algunas personas se sienten traicionadas. Otras creen que el embargo se ha mantenido por mucho tiempo" dice Rivera. Pero incluso las personas que están en contra del gobierno de Cuba están intrigadas por la película inmersiva. "Se la mostramos a una mujer que odia a Cuba y que nunca volvería, pero aun así estaba dispuesta a probar la tecnología" explica Rodriguez. "Hasta el momento nadie nos ha dicho que el proyecto que estamos haciendo esté mal".