Tiësto acaba de chocar un yate propiedad de David Grutman (dueño del súper-club de Miami, LIV) en el muelle privado de David Guetta. Y aparentemente, Martin Garrix también estuvo ahí - bebiendo champagne de un Louboutin cuando todo esto estaba ocurriendo, suponemos. Como este relajado video nos muestra, la elite electrónica ha respondido con mucha ligereza, pensarías que Tiësto derramaría su brindis sobre la alfombra - no chocar un bote VanDutch 55 en una residencia privada.
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Música Dance, ¿eh? ¿Dónde estamos? Lo que comenzó con bares a media luz en Chicago, creció en las bodegas de Manchester y Londres y maduró en el vientre de Berlín, ha culminado siendo el patio de juegos de millonarios donde un DJ con fama mundial puede conducir el yate de un club de fama mundial hacia el muelle privado de otro DJ de fama mundial, y a nadie le importa más allá de un "¡ups!". Lo que alguna vez fue un espacio seguro de celebración y expresión, para las almas en búsqueda de un trasfondo en la música dance, ya no es un espacio seguro ni siquiera para los botes de un millón de dólares con dispositivos de búsqueda y rescate.
Todo lo que queda pendiente es a dónde nos dirigimos desde este punto. Tal vez ésta sea la gota que derrame el vaso, una altura visible de un exceso tan frívolo que la gente del underground estará forzada a responder. O tal vez, ocurrirán más incidentes con DJs de alto perfil relacionados con botes. Quién sabe cuál será el siguiente titular, hoy es Tiësto en un yate, mañana podría ser Calvin Harris chocando un crusero en la marina personal de Skrillex, o Steve Aoki explotando un aerodeslizador porque no extinguió de manera adecuada el fajo de billetes de 50 dólares que utilizó como encendedor.Sigan a Angus en Twitter.