La historia del más grande productor de disco, su implacable ascenso y su eventual asesinato

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La historia del más grande productor de disco, su implacable ascenso y su eventual asesinato

La mafia bajo la bola de espejos: la más grande historia del disco jamás contada.

En las primeras horas de la mañana cuando a la mayoría aún le pesa el calor tropical, Jacques "Fred" Petrus fue baleado numerosas veces en la cabeza, en su villa en Guadeloupe. Mientras la información es limitada e incluso la identidad del hombre sigue siendo un misterio, no hay duda de que el principal productor de música disco de Italia ha sido asesinado. El reto; sin embargo, es encontrar quién está menos involucrado con el inmaculado rastro que dejaron — es una tarea para descubrir quién lo odiaba más.

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A pesar de haberse vuelto una fuerza definitiva en la música dance italiana, la historia de Petrus comienza donde terminó — en Guadeloupe. Él nació ahí en 1948 y desde temprana edad desarrolló una fascinación con el R&B y los discos de soul. Quizá fueron los propios discos, pero algo le dio el deseo de abrir sus alas y a la edad de 15 se calificó como mecánico, se unió a un barco de carga y dejo Guadeloupe por Europa. Su paradero fue desconocido por unos años, antes de emerger en 1968 como DJ en Paris.

Sin embargo, Paris fue su casa sólo por un rato y en poco tiempo Petrus se movió a Milan, donde su imperio musical eventualmente sería construido. Esto fue una continuación de su carrera como DJ tocando en el club Good Mood, hasta que, en sus propias palabras, se dio cuenta que "no podía hacer ese trabajo por el resto de su vida." Así que deseoso de ampliar sus lazos con la comunidad disco, comenzó el proceso de exportar discos a Italia desde América, iniciando un costoso y ampliamente usado servicio para las discotecas a través del país. Esto eventualmente lo llevó a fundar su firma, Goody Music, que después se convertiría en su sello.

Lee Una mentirosa guía del Italo-Disco.

Hasta este punto la historia es suficientemente remarcable, un individuo estudioso y determinado, escapando por su cuenta de una isla caribeña en un barco de carga, sólo para cruzar el mundo y traer música disco a Italia. Es un viaje por el amor a la música pero crucialmente para entender a Petrus, también un viaje por el amor al éxito, la victoria y el estatus. No contento con gastar el dinero que se requería para traer al país discos desde América, Petrus logró su más grande meta: poner su nombre en música hecha por él. Quizá de una forma un poco frustrante pues nunca experimentó la gloria de que su música alcanzará grandes audiencias, pero una reunión a mediados de los 1970s aseguró que su nombre se pegará al éxito.

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Mauro Malavasi ya estaba calificado en música clásica cuando conoció a Petrus. Tras educarse en el conservatorio de Bologna, tenía entrenamiento en el piano, así como en composición coral. Su reunión significó el último elemento que Petrus necesitaba para producir su propia y original música disco — un músico. Juntos formaron Goody Music Productions en 1978 y comenzaron a sacar discos. El sonido que crearon fue una fusión sintética de estilos europeos y americanos. Un intento idiosincrático para hibridar el glamour de las producciones americanas, con el apenas conocido pop electrónico. Lo supieran o no, ellos estaban creando el Italo-Disco.

Escuchar las primeras publicaciones de Goody Music Productions, como "Queens of Space" de Akka B, nos da una definición muy presente del género italo. Temáticas sexuales de ciencia ficción, lineas de bajeo, producción de bajo estándar, todo combinado para producir los inicios del siguiente paso natural en la evolución del disco — y el tren de GMP no se detuvo ahí.

En los años entre 1978 y 1982, el sello imprimió discos de una lista de "artistas" que esencialmente Petrus encontraba en clubes y bares, antes de ponerlos en bandas que generalmente sólo grababan un sencillo. Este proceso fue clave para el italo; vender músicos anónimos bajo la ficticia idea de ser grupos de pop. El éxito en la operación de crecimiento de GMP llegó a su cima con la publicación del cover que Macho hizo del track de 1967 "I'm a Man" de The Spencer Davies Group. El track se convirtió en el primer disco italiano, producido y grabado por completo por músicos italianos, en llegar a la cima de los charts en América. Con ello marcó un punto de ascenso para Petrus.

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Con el éxito que disfrutaba Petrus a finales de los 1970s, decidió darle un giro drástico a su negocio. Debido al interés desatado en Estado Unidos, abrió una oficina en Nueva York y comenzó a operar bajo el nombre Little Macho. Mientras Goody Music Productions existiría en Italia hasta 1982, era Little Macho quien se convertiría en el foco de la operación. Desde aquí Petrus disfrutó aún más éxito, esta ocasión con la banda Change, además de continuar importando discos italianos a América. Aún así los cambios continuaron, mientras las cosas crecían en América y rompía lazos con Italia, gradualmente Petrus dejó de trabajar con casi todos los músicos italianos de los que alguna vez el dependió. Nombres como Davide Romani, Paolo Ginlolio y Rudy Trevisi, que habían aparecido en varios grandes éxitos de GMP, fueron cambiados por los artistas americanos a los cuales ahora tenía acceso.

En esta ocasión Petrus trabajó para incrementar sus círculos, hacinado y rompiendo enlaces de negocios entre músicos, agentes, managers y sellos internacionales que estaban interesados en exportar su prolífica producción. Lo que surgió con este incrementado interés fue la abrasiva forma en que Petrus conducía el negocio. De nuevo, esta es una parte de su historia que sólo puede contarse a través de anécdotas y rumores, pero es un hecho unánime que Jacques Petrus trataba a la gente como basura.

Desde pedir dinero prestado hasta despedir gente e ignorarlos por completo, Petrus actuó con disciplina errática — tratando a músicos y profesionales de su compañía como si no fueran nadie. Mucho puede tomarse de los pensamientos de Bobby Douglas, un vocalista americano que participó en varias producciones de Petrus. Cuando le preguntaron sobre la muerte del productor, él dijo "se que es algo que tenía que suceder. No puedes ser tan malvado con tanta gente sin que afecte tu karma."

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Fue también en este tiempo que la larga colaboración entre Petrus y Mauro Malavasi llegó a su final. En subsecuentes entrevistas, el compositor ha declarado que una gran cantidad de problemas lo llevaron a salir de Nueva York. "Honestamente, he tenido suficiente y no me siento un americano, no podría enfocar mi vida en hacer dinero." También expresaba la emergente tensión que vagamente comenzaba, "llegué a un conflicto con Goody Music." La colaboración que había fomentado el futuro del Italo-Disco había llegado a su fin.

En esta época, el maltrato a los que lo rodeaban comenzó a convertirse en deudas. Los éxitos comenzaron a bajar, a diferencia de la ambición de Petrus pues comenzó a pedir prestado más y más dinero de fuentes dudosas. Los lazos entre la mafia y la música disco, tanto en Italia como en Nueva York, son sorpresivamente difíciles de confirmar — como cualquier cosa que tenga que ver con la mafia. De lo que podemos estar seguros es de los lazos de Petrus con la mafia, los cuales llegan a la época en que aún estaba en Milan. Inicialmente, se dice que realizó trabajos para la mafia — posiblemente lavando dinero — pero con el subsecuente declive del negocio, los favores fueron en la otra dirección. Es imposible saber con seguridad, pero conociendo su pasado y su reputación, la extraña verdad es que hay muchas posibilidades de que la mafia haya financiado los primeros cortes de música disco a principios de los 1980s.

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Los siguientes años marcaron el cierre de GMP en Italia en 1982, antes de que Petrus eventualmente fuera forzado a dejar Nueva York, para regresar a Italia y establecer su intento final en una compañía creativa: Renaissance. Mientras esta organización tenía las credenciales de Luigi "Luis" Figini, de la banda de Italo-Disco Kano, como director artístico, la aventura fue sólo un pie de página en el capítulo final de la carrera de Petrus.

Si tu mente se inclina al sensacionalismo, la eventual muerte de Jacques "Fred" Petrus provee una irresistible salida de escena a su notable existencia. Para un hombre difamado por todas las personas con las que trabajó, con conexiones con la mafia y una reputación como derrochador de dinero, y también un insaciable apetito de éxito, su asesinato fue siempre — además de inevitable — una abrumadora posibilidad.

Aún así, como sucede comúnmente en este tipo de situaciones, su asesino no fue una de las tantas personas a las que traicionó en su corta carrera. De hecho, se dice que le disparó un turista sueco en 1987, después de una disputa que ocurrió al comenzar la noche en el club de Petrus en Guadeloupe. Ninguna cabecilla de la mafia, ningún compositor despechado, ningún prestamista — sólo un turista borracho en una riña de bar. A menos, claro, que así hayan planeado todo, el turista pudo ser un sicario y todo el incidente fue una sombra más en la carrera del más prolífico productor de éxitos de Italia. Al igual que muchas cosas alrededor de Petrus, es probable que nunca sepamos. Aún hoy, su historia está dividida, rasgada en entrevistas y diversas biografías en todo el internet. Parece que a través de su crueldad y ambición descontrolada, Jacques "Fred" Petrus se ha convertido en un mito. Probablemente así lo hubiera querido.

Las entrevistas fueron citadas de aquí.

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