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​Kevin Durant explica por qué era intocable en Oklahoma City

Kevin Durant no era intocable en Oklahoma City porque quería serlo. Se trataba de un "protocolo" de su ex equipo.
© Derick E. Hingle-USA TODAY Sports

La percepción promedio de los fans de la NBA en torno a Kevin Durant ha cambiado bastante en el último año. Su decisión de fichar con los Warriors de Golden State —equipo que regresó de un déficit de 3-1 en las finales de la Conferencia Oeste para eliminar al Thunder de Durant— lo convirtió en el villano de Oklahoma City. Hubo algunos miembros de la prensa que comprendieron que Durant simplemente era un empleado más en busca de una mejor oportunidad de trabajo, incluso si su decisión de formar parte de un equipo con 73 victorias disminuía la paridad en la liga. La percepción de los medios en torno a Durant cambió muchísimo también, pero no estaba del todo relacionada con su nuevo estatus como el Judas de la NBA.

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Mientras que en Oklahoma City Durant gozaba de una mala reputación por evitar los cuestionamientos y contestar de mala gana, en la Bahía comenzó a lucir mucho más desenvuelto y motivado para hablar ante los medios. Algunos analistas de sillón atribuyeron la soltura de Durant al nuevo lugar, pero la verdadera razón, expresada en una entrevista con Chris Haynes para ESPN.com, revela mucho de su fría relación con la prensa de Oklahoma City:

Kevin Durant: ¿De verdad no podían hacer esto que ahora puedes hacer?

Chris Haynes: Para nada. Definitivamente no podíamos hacerlo. No podíamos acercarnos a ti a menos de un metro de distancia porque siempre había alguien que nos esculcaba.

KD: Era el protocolo que tenían en OKC. Teníamos que respetarlo. Querían controlar la narrativa en torno al equipo, y siempre fui consciente de ello porque había muchas rumores que podían afectar a los jóvenes del equipo. Cuando tienes un grupo de jugadores más experimentados, ese tipo de rumores no funcionan porque saben cómo funcionan las cosas, pero pueden afectar a los más jóvenes.

Por ejemplo, con esto no digo que jamás haya sucedido, pero si platicaras con Jeremy Lamb y le dijeras, "Ok, no estas jugando. ¿Cómo te sientes al respecto?", y él te responde, "Quiero tener más minutos", y el resto del equipo escucha la conversación, creerán que es una cuestión en su contra porque no son lo suficiente maduros.

Así que tienes que verlo desde una perspectiva diferente. Cuando tienes un equipo joven, nosotros teníamos jugadores de 19 y 20 años, tienes que guiarlos en su vida porque todo es diferente, y decirles que tiene un trabajo que desempeñar y una historia que contar. Lamb está intentando encontrar su camino en la liga, y no debería distraerse con los rumores de los medios.

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La relación de Durant con los medios de Oklahoma City fue diversa. Después de fungir como el yin en contraste con el yang de LeBron en el verano de 2010, Durant fue considerado el chico bueno antes de ganarse el MVP en 2014, pero una derrota más en postemporada de ese año cambió el panorama. Durant le hizo de malo en una campaña de Nike que pareció trasladarse a su persona en los últimos dos años con el Thunder. En un artículo de GQ publicado a principios de 2015, KD se describió como un "cabrón". Durante el fin de semana All-Star en Nueva York, Durant dijo que los medios tenían demasiado poder y aseguró que "no saben un carajo".

Su racha continuó al año siguiente después de que su cirugía por una fractura de Jones lo mantuviera fuera de todos los partidos de temporada regular. Durant lucía fastidiado a principios de la temporada del 2016 y se quejó por se tratado "como un veterano de 19 años". Después culpó a los medios por subestimar al Thunder y por el trato injusto a Kobe Bryant. A pesar de su antipatía por los reflectores, el espontánea Durant también mencionó que no odiaba a la prensa.

No es que Durant no quisiera hablar con los medios, la cuestión es que el equipo no se lo permitía. Tampoco es una mala idea considerando que se intentaba proteger a un equipo con un mercado reducido y con dos superestrellas y un plantel lleno de jóvenes jugadores en busca de su propia fama.

La próxima vez que decidas acusar a una estrella de la NBA por no responder cuando se le solicita explicar sus acciones, recuerda que no siempre es tan fácil como parece.