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Cultură

Desmontamos (o no) varios mitos sobre las drogas en España

¿Te colocas más vía ocular? ¿Ya no hay cocaína de calidad? ¿La mejor marihuana es la de las asociaciones?

Como decir que el mejor pescado de toda España se come en Madrid, porque llega directo de todos los puertos del país. Como asegurar que los catalanes tienen cocodrilos (un pantano lleno de cocodrilos) en los bolsillos, que todos por aquí le damos fuerte al flamenco o cerrar los ojos y abrazar con fe el hecho de que dormir una buena siesta es un hábito bien saludable. Igual que todos estos tópicos que se aplican a nuestro país, también hay un buen puñado de creencias que se propagan rápido -escribir como un tiro, resultaba demasiado evidente- sobre el mundo oculto y misterioso, prohibido y muy atractivo de las drogas.

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¿Se puede pillar cocaína buena? ¿hay drogas que anulan la voluntad? ¿es bueno drogarse por orificios de tu cuerpo no (o poco) convencionales? ¿la mejor hierba está en las asociaciones? ¿de los porros a la ketamina solo hay un pasito? ¿la gente se está pasando al speed? ¿la primera raya te la regalan? ¿hay abuelos fumetas? Pues sí, los mitos, los tópicos alrededor de las drogas son tan españoles como renegar de nuestros ídolos deportivos cuando pierden, la corrupción o poder pasar más de tres meses sin Gobierno como si nada.Podíamos haber hecho una aproximación práctica a la cuestión, incluso teorizar basándonos en nuestra experiencia (o "en lo que nos han contado") o tirarnos a la piscina haciendo periodismo gonzo probando todas y cada una de las drogas sobre las que se habla en la cola de cualquier after. Nos hubiera gustado. A cambio, hemos decidido hablar con alguien que nos aporta un punto de vista más profesional, que es la mejor forma de desmontar los mitos.

Por eso hemos contactado con Núria Calzada, coordinadora de Energy Control (ABD). Empezamos con una pregunta directa: ¿Hay muchos falsos mitos en torno al consumo de drogas en España? "Sí, existen falsos mitos y leyendas urbanas desde tiempos inmemorables (como el incansable hombre que reparte caramelos con drogas en las puertas de los colegios, las pastillas de éxtasis adulteradas con matarratas o con heroína —pastillas jacosas— o colocarse a base de tiras de plátanos), a los que se suman los que van apareciendo (el uso del tampón por vía vaginal, la aparición de una droga que te vuelve caníbal, drogas que te quitan la voluntad…)".

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Entonces no íbamos mal encaminados en cuanto a los mitos. Parece que hay una falta de información que los propaga. "Falta mucha información, sí. Una de las consecuencias del prohibicionismo es que ha dado lugar a un vacío informativo importante, sobretodo en relación a lo que se son efectos buscados o placenteros y cómo manejarse para un consumo de menor riesgo. El mensaje clave ha sido 'las drogas son malas', por tanto no vamos a hablar de los efectos positivos ni tampoco de cómo usarlas ('porque no debes') y sí hablaremos de sus peligros, incluso a veces hasta límites insospechados que llegan a deformar la realidad si es necesario".

"Muchos de los problemas que ocurren (malos viajes, efectos adversos agudos…), son derivados de una falta de información fiable y contrastada (más allá de la que te da el dealer o tu colega) y una falta de pautas de manejo en el uso de sustancias. Muchos de estos problemas se hubieran podido evitar si la persona hubiera tenido esa información y así lo manifiestan muchas personas al toparse con nuestra información. Por lo tanto, lo que conseguimos teniendo información dirigida a las personas que consumen drogas, son consumos de menor riesgo", nos comenta la especialista de Energy Control.

Antes de pasarle nuestro "top five" de mitos de ayer y hoy, Núria nos deja una última reflexión: "Lo delicado de la cuestión es que este tipo de mitos y leyendas, no sólo se extienden entre personas usuarias, jóvenes y mayores, sino que también pueden estar presentes en colectivos profesionales, como sanitarios, que dan por ciertas informaciones sin espíritu crítico ni sentido común.

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VICE: Hay que gente que piensa que ponerse un ácido en los párpados (o en una herida) hace que te suba antes más.

Te remito a este divertido hilo de nuestro foro sobre el consumo de LSD a través de los ojos. En especial, el mensaje de Alejo Alberdi (del mítico grupo Derribos Arias) sobre el origen de tal leyenda.

Que ya no se puede pillar coca buena.

Es cierto que la cocaína es de las sustancias más adulteradas en nuestro mercado. La pureza media ronda el 50%, el resto, adulterantes como la cafeína, anestésicos locales, fenacetina (un analgésico) y/o levamisol (antiparasitario). Pero sí detectamos en nuestro servicio muestras de cocaína con pureza superior a 75%. No es lo habitual, pero existe. Aunque si la compras por la noche a un/a desconocido/a, no la encontrarás.

La mejor marihuana (y más cara) se pilla en los clubs de fumadores

Primero, habría que aclarar qué significa "mejor". Porque suele confundirse "mejor", con mayor presencia de THC (más potencia), y éste, no es el escenario ideal. Si como "mejor" entendemos que es una hierba sin hongos, con buena presencia y aroma, no es cierto. Más cara seguro, pero "mejor", no tiene por qué. El autocultivo garantiza que uno sepa qué tipo de semilla ha plantado, qué abonos se han utilizado, en qué condiciones ha crecido, cómo se ha realizado la cosecha y la fase de secado. Sin embargo, el cannabis es una planta y a pesar de ser ilegal como otras sustancias, no tiene asociados los mismos riesgos (en cuanto a adulteración) que drogas como la cocaína, el speed o el éxtasis.

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Hay fumetas de la edad de nuestros abuelos.

Cierto, el cannabis es la sustancia ilegal más consumida por la población general (no solo por los jóvenes). No es exclusiva de los jóvenes, aunque sí está más presente en esta franja de edad. En España tenemos un buen ejemplo, Fernanda de la Figuera, todo un icono cannábico. En definitiva, hay fumetas de la edad de mi abuelo, haberlos haylos, pero estadísticamente no es lo habitual.

Empiezas en los porros y se acaba en la heroína.

Falso. Que dos hechos se den consecutivamente en el tiempo, no quiere decir que uno sea la causa del otro. Fernando Caudevilla lo dejaba muy claro en este breve y contundente artículo para Diagonal de hace unos años.

¡Gracias Núria!