Dos refugiados afganos llegan a Rumanía por error y se echan a llorar

Este artículo fue publicado originalmente en Vice Rumania.

La semana pasada, un periódico local rumano informó de dos refugiados afganos se encontraban en los alrededores de Beba Veche, una aldea rumana cerca de las fronteras con Serbia y Hungría. Esto era un poco novedad para los rumanos, porque -en contraste con los países de Europa central y del sur, cuyas calles y estaciones de tren se llenan de gente cansada que huye de la guerra y la muerte-, Rumanía todavía no ha visto mucha inmigración. El compromiso con la crisis de la inmigración, la lucha por contener a los refugiados y el enfado por toda la situación que sufren nuestros hermanos y hermanas de Occidente, sería una razón para que los rumanos se sintieran finalmente parte de Europa. Todo el país se regocijó.

Pero luego nos enteramos de que los dos afganos habían terminado en Rumania por error. Al parecer, estaban tratando de llegar a Hungría a través de Serbia, pero tomaron el camino equivocado exactamente en la frontera con Hungría, terminando en Beba Veche. La policía de fronteras rumana los atrapó a tres metros de la frontera, y les dijo que estaban en Rumania. Entonces hicieron lo que hace cada rumano en su corazón cada vez que vuelve de un viaje a Occidente: se echaron a llorar. Todo el país empatizó mucho con ellos.

Más tarde, en la comisaría, a los dos afganos se les dijo que no podían entrar en Hungría, por lo que pidieron ser enviados de vuelta a Serbia, en lugar de quedarse en Rumania. Eso fue exactamente lo que pasó ayer, en base al acuerdo de readmisión entre Serbia y nuestro país. Rumania perdió la oportunidad de recibir a sus únicos refugiados.

Pero el incidente no hizo que las autoridades locales dejaran de perfeccionar los sistemas para acoger refugiados. A principios de esta semana, la policía de fronteras de Rumania realizó una serie de ejercicios de recepción de refugiados en las aldeas vecinas a Serbia. En realidad montaron y luego desmontaron cerca de 50 tiendas de campaña durante la noche para asegurarse de que están preparados en caso de que alguien llegue alguna vez.

Además, la ciudad rumana de Targoviste (que no está ni siquiera cerca de la frontera) se ha estado preparando para recibir a 5.000 refugiados desde agosto. El Ministerio del Interior está trabajando en un proyecto de ley que impondría sanciones más estrictas contra los traficantes de refugiados y la policía está a punto de contratar a 6.000 nuevos agentes. "Estamos dimensionando nuestros recursos en caso de que haya una situación de crisis", dijo el portavoz del gobierno rumano Corneliu Calotă, en una conferencia de prensa.

Cuando se le preguntó a la gente del pueblo, afirmaron no tener ningún problema con los refugiados que entran en sus aldeas porque ninguno de ellos quería quedarse allí. "Quieren vivir en Suecia y en Alemania de todos modos", dijo un hombre.

En otra entrevista, un grupo de refugiados en Budapest ni siquiera quiso oír hablar de trasladarse a Rumania porque según ellos el país es demasiado pobre.

Por suerte para nosotros, a principios de mes la Unión Europea pidió a Rumania que albergue a 6.359 refugiados. Así que todavía vamos a poder sentirnos un poco europeos.