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diez preguntas

Diez preguntas que siempre has querido hacer a un profesor

¿Se drogan? ¿Se enamoran de alumnos? ¿Desearían matar a los niños en algún momento?
preguntas profesor
Pixabay

Ser profesor es muy estresante. Tienes un montón de trabajo que hacer y debes manejar a hordas de adolescentes ruidosos y con las hormonas alborotadas, todo mientras intentas mantener la compostura y luchas por llevar lo más parecido a una vida al margen del colegio. Por eso no es de extrañar que en algunos países, como el Reino Unido, casi un tercio del profesorado abandone la docencia después de cinco años ejerciendo.

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Pero no todo son malas noticias: a pesar de todo lo anterior, esta profesión también puede ser de las más gratificantes. Pawel Blanda tiene 25 años y lleva uno y medio dando clases de inglés. Empezó como profesor auxiliar y dos años después se graduó en Magistrado. Hoy trabaja en Londres dando clase a alumnos de entre 7 y 11 años y le apasiona su profesión.

Me reuní con él para plantearle diez preguntas que siempre hemos querido hacerle a un profesor.

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Pawel Blanda

VICE: Para empezar… ¿los profesores consumen drogas?
Pawel Blanda: Se supone que los profesores deben respetar la ley… si no lo hacemos, nos podrían prohibir ejercer. Por tanto, aunque estadísticamente habrá profesores que tomen droga, no tengo pruebas para demostrarlo. Aunque también debo decirte que la mayoría de los profesores son adictos a la cafeína.

¿Alguna vez te han entrado ganas de pegar a un alumno?
La verdad es que sí, aunque en contadísimas ocasiones, cuando estoy en plena crisis. Supongo que todos tenemos ese tipo de pensamientos, pese a que no se resuelve nada así. Además, siempre suele ser la clase de chaval que luego hace que toda esa frustración valga la pena. El comportamiento más frustrante es el de los alumnos que te interrumpen. Lo hacen sobre todo los chicos: lanzan alguna pregunta en voz alta o empiezan a contestarla cuando yo he dicho que quería que la contestara un alumno en concreto. O empiezan a hablar entre ellos mientras otro alumno está explicando algo.

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¿Alguna vez has tenido fantasías con una alumna?
Madre mía, ¡qué va! Hay demasiada confianza en juego. Los chavales son criaturas pequeñas y frágiles. Creo que nuestra sociedad tiende a infantilizar los mismos cuerpos que sexualiza, por lo que se genera una narrativa en la que se potencian los fetiches entre profesores y alumnos. Sinceramente, todos esos disfraces que ves a veces en los sex shops, de "profesora cachonda" o "estudiante aplicada" me hacen sentir muy incómodo.

¿Qué es lo peor del sistema educativo actual?
Desde la década de 1990, el sistema educativo se ha estado tratando como si fuera un mercado en el que las escuelas compiten por tener los alumnos con las mejores notas. Mientras tanto, se ha ido recortando la inversión en la escuela pública a favor de la privada. Tendríamos que fomentar más la colaboración, y no la competitividad.

¿Hay algo que te gustaría enseñar pero no puedes?
No. Mi departamento me deja bastante libertad para enseñar como quiera. Por ejemplo, a uno de mis grupos de séptimo curso les hablé del lenguaje persuasivo en los discursos poniendo como ejemplo únicamente a oradoras negras. Todo depende del material que tú selecciones como profesor.

¿Crees que la única manera de tener éxito en la vida es siendo un empollón?
Espero que no. Sería un aburrimiento. Desgraciadamente, las estadísticas son aun peor: los hijos de padres ricos acaban teniendo más éxito en la vida. Respecto a si los chavales a los que se les da mejor una materia rinden más en la escuela, yo diría que existe una jerarquía marcada en parte por la política del gobierno, que establece qué temas son "importantes". Como profesor de inglés, puedo decirte que mis alumnos respetan la materia. Imagino que no pasará lo mismo con otros temas. Por otro lado, no suelen darse el caso de que muestren aptitudes excelentes solamente en un tema: si progresan, lo hacen en todos los campos. Al menos esa es mi experiencia.

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También señalaría que las notas no importan tanto como los alumnos creen. Son útiles como indicador y como guía para orientarles en su educación. Se usan las notas para pedirles cuentas a los profesores, lo que resulta curioso, si te paras a pensarlo. No sé si esto lo sabrá mucha gente, pero aquí al menos nuestro sueldo depende en gran medida del desempeño de los niños.

¿Qué es lo más vergonzoso que te ha pasado en clase?
Confundir los nombres de los niños genera bastante alboroto, a niveles casi teatrales.

¿Crees que tu profesión influirá en el modo en que eduques a tus hijos?
Algún día me encantaría adoptar, pero la docencia me ha hecho darme cuenta de la cantidad de esfuerzo emocional que requiere la educación de un hijo. Por otro lado, tampoco es fácil criar un hijo solo en términos materiales. Necesito más estabilidad económica antes de poder reunir la energía emocional suficiente para ejercer de buen padre. La verdad es que admiro profundamente a quienes lo son.

¿Qué es lo más duro de ser profesor?
La cantidad de trabajo que tienes. No se acaba nunca. Parte del trabajo es muy duro, y el resto es más fácil pero hay muchísimo. Mira, para mí un día normal consiste en:

- Llegar

- Hacerme un café

- Leer el correo

- Corregir tareas

- Preparar las clases del día

- Dar una clase de 30 minutos a mi grupo de tutoría

- Dar dos clases de 50 minutos

- Dependiendo del día, o preparar las clases que tengo después de la pausa para comer o dar otra clase

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- Comer mientras preparo las clases para el resto del día

- Reunión de profesorado hasta las 16:30 o dirigir actividades extracurriculares

- Reuniones o conversaciones telefónicas con padres para hablar de sus hijos

- Más trabajo administrativo

- Planificar las clases del día siguiente

- Más correcciones

- Luego, por fin, me puedo ir a casa a dormir

Muchas veces también tenemos alguna reunión por la mañana. Hay profesores que se olvidan de comer, ir al lavabo o de beber agua en todo el día. Es fácil que ocurra, porque hay mucho que hacer.

¿Cuál ha sido tu peor experiencia con padres de alumnos?
Hubo un padre que puso una queja formal sobre mí, pero por suerte el centro en el que trabajo tiene una política de comportamiento muy clara. Mientras la sigas, no hay problema. Pero fue un momento complicado.

En otra ocasión, un grupo de padres me pusieron a parir porque decían que era poco comunicativo. Tuve la suerte de que otro grupo de padres salió en mi defensa. Supongo que esperaban el mismo nivel de comunicación que se establece en Primaria, cuando el niño está todo el día contigo y los padres ven al profesor a diario cuando vienen a recoger a sus hijos. Obviamente, en Secundaria las cosas no funcionan igual y creo que eso choca con las expectativas de algunos padres.

Hay padres que te gritan, aunque son casos aislados. Por lo general, todos queremos lo mejor para el niño, con lo que cualquier desavenencia se soluciona rápidamente y nunca llega al ámbito personal.

Gracias, Pawel.

@bijubelinky

Traducción por Mario Abad.