FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Una noche con la dominatriz January Seraph

Pasamos un buen rato de nuevas experiencias con la dominatriz January Seraph.

La semana pasada fue una de primeras veces para mí. Empecé en un spa en Park Slope, donde recibí mi primer masaje y terminé en un hotel en Manhattan donde tuve mi primera sesión con una dominatriz. Al parecer, el tema de la semana pasada era "tocar".

Después de recibir el comunicado de prensa, donde informaban que la dominatriz más guapa de San Francisco, January Seraph, daría sesiones privadas en NY, y hasta mi noche con ella, mis nervios y mi nivel de excitación se subieron a una montaña rusa de serotonina: pasé de "qué locura, realmente voy a hacer esto", a "Estoy aterrado. Siento que voy a una casa embrujada".

Publicidad

Como le dije a January para romper el hielo, sé lo que es recibir una paliza de una mujer bonita o que la chica con la que ves Gossip Girl te dé tus nalgadas, pero ser amordazada por una hermosa mujer de metro ochenta que se gana la vida haciendo a las llorar a las personas, es una historia completamente distinta.

Por el bien de mi relación, y porque no me emociona subir fotos de mí desnuda en internet, me dejé la ropa puesta. Incluso con los jeans, el trasero me ardió todo el camino a casa esa noche. Me imagino que January se aprovechó de la oportunidad para abusar de una reportera. ¡Vaya! ¡Las dos tuvimos nuestra primera vez!

He aquí mi entrevista con January, la cual fue MUY incómoda de transcribir porque dejé la grabadora encendida durante nuestra sesión. ¿Alguna vez te has escuchado besando una bota? Es genial.

VICE: ¿Cuánto tiempo llevas siendo una dominatriz?

JANUARY SERAPH: Cuatro años. Empecé haciendo videos de sumisión, pero no era muy buena. En algún punto mi mentora me dijo: "¿Por qué haces esto? No pareces disfrutarlo". Así que me enseñó algunas técnicas y me dejó ver algunas de sus sesiones. Después de eso trabajé en varios videos y después, cuando me sentí cómoda con ello, empecé a tener clientes privados.

¿En qué momento pudiste dejar tu trabajo diurno y dedicarte sólo a esto?

Realmente nunca tuve un trabajo diurno porque empecé como stripper, y depués me convertí en modelo de bondage y después esto. Así que este es como mi trabajo diario. Y es un gran trabajo.

Publicidad

¿Haces muchos viajes como éste, en los que viajas y ya tienes compromisos especiales planeados?

Divido mi tiempo entre San Francisco y Los Ángeles. También visito ciudades como ésta [NY] y Chicago unas tres veces al año.

¿Tenías una agenda muy apretada cuando llegaste aquí?

A la gente le gusta esperar hasta el último momento. Fue hasta que llegué que la gente enloqueció y empezó a llamar: "¡Necesito verte ya!"

Vi todos los distintos sitios que tienes, y noté que trabjas mucho como educadora y mentora. ¿Cuándo decidiste empezar a hacer eso?

Me gusta hablar de lo que hago, y descubrí que la gente quiere hablar de ello conmigo, así que decidí empezar a hacer una serie de videos educativos más enfocados en la gente promedio, como las personas que NUNCA han explorado lo kinky. Siento que el BDSM realmente puede mejorar las relaciones y es una forma de mejorar la confianza entre las parejas.

¿La gente hace citas contigo y después le saca?

Sí. Muchas personas están muy emocionadas por su sesión y envían un montón de correos y después, cuando llega la hora, no pueden hacerlo. A veces la gente está constantemente enferma, o siempre hay alguien que se está muriendo. En esas ocasiones digo: "¿Es en serio? ¿Tienes tantos familiares? Porque yo, no".

¿Crees que ser una dominatriz es algo que se puede aprender? Parece que necesitas una cierta personalidad.

Creo que sí, porque en cierta forma es actuar. Mi personalidad, en el día a día, no es muy exigente ni muy estricta. Pero cuando empiezo una sesión, quiero que las cosas sean de cierta forma muy estricta. Aunque es un juego, tengo una idea muy clara de como deben funcionar las cosas y durante un rato es mi pequeño mundo. Mientras puedan aprender a actuar, pueden aprender a ser dominatrices.

Publicidad

¿Qué haces cuando tus clientes se ponen locos? 

Nunca he tenido una mala experiencia (toco madera). Me tomo el tiempo de conocer a la gente antes de verla en persona. Ya sea con correos o por teléfono. Hay algunas personas que me dan mala espina, y en esos casos simplemente les digo: "Creo que no somos una buena pareja, quizá debas encontrar a alguien más". En este tipo de juego, se trata de la conexión.

¿Tienes el mismo número de clientes hombres y mujeres?

Principalmente son hombres, pero cada vez tengo más parejas.

Me gustaría que fueran más chicas.

[Risas] Yo también. Muchas de las chicas que vienen a una sesión sólo quieren aprender a dominar a sus novios, y eso es divertido. Quieren saber qué ponerse, cómo adornar el lugar, cómo entrar a una habitación y decir: "Vengo a dominarte".

¿Alguna vez has sentido algo por un cliente?

No, no tengo esos problemas. Creo que llevo tanto tiempo como trabajadora sexual, que soy muy buena para poner límites.

¿Tienes a alguien en tu vida personal?

Tengo un nuevo novio. No paso mucho tiempo soltera. Parecería que soy alguien con quien no se puede salir, por lo que hago. Soy una perra dominatriz, hago porno, viajo todo el tiempo y sin embargo, encuentro personas muy buenas para salir.

¿La gente en Nueva York te parece menos kinky que en California o en otros lugares en los que has trabajado?

Yo diría que son igual de kinky, pero son un poco más serios al momento de empezar. Llaman y dicen: "Llegaré a las 11:30", a las 11:25 suena mi teléfono y me dicen: "¡Ya estoy aquí!" En California, cuando dicen 11:30, realmente quieren decir 11:45.

Publicidad

¿Hay algo que nunca te hayan preguntado y que te gustaría qu se sepa sobre tu profesión?

Sólo que se trata de un juego kinky para adultos. No me tomo muy en serio ni tomo a las otras personas muy en serio. Al final del día, sólo es un juego de actuación y es divertido.

Nalgadas mientras miró la Zona Cero. Adam, el fotógrafo, nos contó este chiste:

¿Toc toc?

¿Quién es?

11 de septiembre

¿11 de septiembre qué?

¡DIJISTE QUE NUNCA LO OLVIDARÍAS!

Le pregunté si este nudo tenía un nombre especial. Soy ñoñísima.

No sé qué me gusta más de esta foto, mi tatuaje de zorra o esas cosas increíbles para las uñas. (Por cierto, ¿en dónde las puedo comprar?)

Lamiendo botas. Casual.

Una mirada aterrada. Mi temperatura corporal estaba en los 50 grados.

Le enseñé esta foto a mi mejor amiga y me dijo: "Está lamiendo tu suéter. Un momento, ¿estás dormida?"

Fotos por Adam Gong

@WolfieVibes