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Varios chefs nos dicen por qué creen que hay tan pocas mujeres en las cocinas profesionales de Holanda

Este artículo apareció originalmente en holandés, en MUNCHIES NL.


Una vez organicé una fiesta temática sobre electrodomésticos. Yo estaba vestida como secadora. Pero a mis dos hermanos y al resto de los hombres les pareció divertido vestirse como amas de casa. Este recuerdo ilustra perfectamente cómo las personas de mi generación aún creen, en ciertos aspectos, que las mujeres pertenecen a la cocina.

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El estereotipo se revierte milagrosamente cuando se trata de cocinas profesionales: aquí, los hombres son los cocineros. Solo el 10 por ciento de todos los cocineros en restaurantes holandeses son mujeres (y esa cantidad no es mucho más alta en otros países). Yo soy una de esas pocas. ¿Por qué hay tan poca femineidad en la cocina? MUNCHIES decidió preguntar a algunos hombres de la industria cuál creían que era la razón de esta situación. Si le creemos a estos hombres, la ausencia de más senos en el lugar de trabajo puede reducirse a la creación de estereotipos de género: las mujeres no pueden hacer trabajos físicos, a las mujeres no les gustan los ambientes laborales complicados y las mujeres prefieren hacer otras cosas, como dar a luz y cocinar para sus maridos.

Jason Blanckaert, cocinero en jefe y propietario de J.E.F. en Ghent
“Creo que las mujeres por lo regular dejan el trabajo debido a su vida social, en mi experiencia por lo menos. Las buenas cocineras a menudo dejan su trabajo porque al novio, por ejemplo, no le gusta estar en segundo lugar; su novia por lo regular está fuera de casa y eso significa que él tiene que hacerse de comer. Las mujeres que quieren tener hijos, también renuncian. Luego buscan otro trabajo que esté relacionado con la comida, pero que les de suficiente espacio para cuidar a su pareja e hijos. Puedo entenderlo, pero es una lástima. Todas las mujeres con las que he trabajado eran increíblemente buenas en la cocina. Generan un buen ambiente, son muy organizadas, puntuales y sociales. Las mujeres que siguen trabajando en la cocina en su mayoría son lesbianas”.

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Dennis Trappenburg, cocinero en jefe de GYS en Rotterdam
“Es difícil de explicarlo. Creo que sobre todo se debe a que trabajamos horarios largos, diez a 12 horas al día. Los hombres pueden trabajar un poco más que las mujeres. Mierda, cuando digo esto sueno como un loco, porque he trabajado con suficientes mujeres para saber que ninguna tenía problemas con eso. Realmente son ambiciosas. En cualquier caso, sigue siendo algo más masculino tener la fortaleza para trabajar más horas, ¿no? Donde trabajo hay más mujeres cocinando que en la cocina promedio, porque nuestro restaurante sirve comida orgánica, lo cual atrae a cocineras. Pero sí, yo diría que la fortaleza es la explicación, creo…”.

Daniel Lansbergen, cocinero en Kafé Belgiëin en Utrecht
“Es ridícula la poca cantidad de mujeres que hay en las cocinas profesionales, lo cual es muy lamentable. En mi experiencia, generalmente las mujeres tienen una perspectiva fresca de las cosas. Usan más productos de temporada y tienen más intuición para las cuestiones estéticas de la cocina. Sin embargo, trabajar en la cocina sigue siendo trabajo físico: tienes que estar de pie por largos periodos de tiempo. Quizá suene un poco grosero, pero es más fácil para los hombres. Estar de pie durante 12 horas seguidas es más difícil para una mujer, porque las mujeres están constituidas de manera diferente. O sea, no me malinterpretes; también es por la cultura agresiva de la cocina. No pides permiso para pasar de manera linda, sino que gritas: ‘¡MUÉVETE!’. A las mujeres les cuesta trabajo afrontar ese ambiente. Creo que estas dos razones son la explicación”.

Lucas Jeffries, chef ejecutivo en Instock, Ámsterdam
“Quiero más mujeres en la cocina. No es necesario que sean bonitas, pero sería un plus, claro. Las mujeres, y la diversidad en la cocina en general, son buenas para la energía en el trabajo. Un equipo constituido únicamente por mujeres no siempre funciona, pero un equipo exclusivo de hombres es horrible. ¡Bromas pesadas todo el tiempo! Sin embargo, las mujeres también pueden bromear así. Es difícil encontrar cocineras o chefs y creo que se debe a que las mujeres prefieren hacer algo más valioso. También es porque las mujeres son más inteligentes, creo. Necesitan más estímulos para sentirse alentadas. Los hombres quieren crear algo bonito y no les importa hacer trabajos repetitivos tanto como a las mujeres”.

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Renee Heijnen, cocinero líder en Muziekcafé ‘t Oude Pothuys, en Utrecht
“Hay algunas chefs famosas. Son muy buenas. Sin embargo, físicamente sigue siendo muy difícil para una mujer llegar a la cima. Cuando lo haces, te puedes concentrar en otras cosas, como hacer trabajo de escritorio y delegar tareas. Pero comienzas siendo lavaplatos y eso significa que primero debes hacer el trabajo sucio. Las mujeres no quieren eso. Por lo que he visto, creo que solo un 1 por ciento de todos los chefs son mujeres. La mayoría entra al catering o servicio. Ahí, creo que 60 por ciento son hombres y 40 por ciento mujeres. Ése trabajo es menos complicado para una mujer. Son horas de trabajo fijas, así que puedes combinar el trabajo y cuidar a tu familia. Por lo regular, me he dado cuenta de que las mujeres prefieren trabajar durante el día. Creo que los roles de género tradicionales para hombres y mujeres sigue siendo importante: la mujer tiene que cuidar a su familia. Trabajar en la cocina es duro; tienes que ser firme y creo que muchas mujeres encuentran difícil lidiar con eso. Bueno, ahora sueno muy mal, pero no es mi intención en lo absoluto. Las mujeres quieren llegar a casa por la tarde y cuidar a los niños, en lugar de sudar en la cocina”.