El pelo púbico ha vuelto al porno

Las estrellas del porno femeninas no tienen vello púbico. Es lo que te diría incluso alguien que nunca haya visto porno. Es un hecho que se ha asentado en la psique cultural americana a lo largo de las últimas décadas.

Las entrepiernas rasuradas están tan generalizadas que los críticos culturales han escrito mamotretos opinando sobre la actitud del porno hacia la mujer o sobre el modo en que la ubicuidad del porno ha influenciado en el aumento de la depilación púbica entre el público en general.

El erudito del porno Joseph Slade me contó recientemente que "no hay ninguna autoridad que haya establecido una relación causal entre las dos cosas", aunque "las encuestas de los estudiantes en sus clases de medios de comunicación y sexualidad indicaran que las mujeres sienten presión [por depilarse] por parte de novios condicionados por la pornografía".

Sin embargo, hay un aspecto en todo este saber popular y debate cultural sobre los pubis depilados en el porno que no se tiene en cuenta: en realidad, el vello ha regresado de manera significativa a la industria.

Podría ser perfectamente porque ha vuelto a la cultura en general también (retomaremos esto más adelante). Y mientras el vello vuelve poco a poco a la pornografía popular, podría servir de ayuda para reducir la presión de depilarse que siente la sociedad en general.

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La ausencia de vello corporal no siempre había sido la norma en la pornografía americana, desde luego. En realidad, afirma Slade, destacó en la década de los setenta y los ochenta, "cuando el vello se relacionaba con la virilidad y la lubricidad". Harry Reems y muchos actores masculinos llevaban bigote, axilas peludas y pelo en el pecho. Y las mujeres tenían pelo en las axilas y en la entrepierna". Incluso en los años noventa, a algunos les parecía rara la idea de que una mujer se rasurara completamente los bajos, incluso un poco fetichista.

Pero a medida que llegábamos a los noventa, arreglarse y quitarse el vello se fue volviendo más y más habitual. Y al final de la década, la depilación "brasileña" se convirtió en la norma. A inicios de los 2000, la brasileña era el máximo de pelo que te ibas a encontrar ahí, ya que el rasurado, la cera y el láser habían empezado a ganar terreno. "Cuando me metí en la industria del cine para adultos en 2014", dijo la estrella porno Kasey Warner, "solo tenía pelo en la parte superior del pubis. Era una de las poquísimas chicas que no se hacían la depilación brasileña".

No hay consenso sobre por qué el porno (o para el caso, la opinión pública) se puso en contra del vello púbico. Algunos creen que fue una elección puramente práctica. El rasurado permite que la cámara capture más nítidamente que el mecánico mete y saca de los genitales que tanto gusta en el porno. Esa también es la razón por la que las estrellas porno masculinas se depilan, además de para que sus penes parezcan un poco más grandes en algunas tomas. También hace que sea más fácil limpiarse, reducir la fricción y evitar tirones de pelo cuando grabas muchas escenas. Puede que incluso forme parte de un desafortunado intento de ser higiénicos, algo que muchos siguen pensando que va bien a pesar de que, en realidad, es posible que el vello púbico proteja contra enfermedades. Por no mencionar que rasurarse o depilarse con cera, aunque va bien para prevenir las ladillas, puede ser la causa de lesiones o infecciones. "Esos pubis vuestros sin arreglar se veían como refugio de todo tipo de bacterias y, a vista de los demás, en un caldo de cultivo de enfermedades" explica la estrella porno Hedera Helix.

Otros argumentan que la tendencia se debía a la influencia de una serie de convenciones y fuerzas que ya llevaban tiempo fomentando el rasurado púbico antes incluso de que se popularizara en el porno. Piensa en las tendencias de moda con unas modelos cada vez más ligeras de ropa o en la popularización de la falta de vello en las películas comerciales y los iconos de la moda a lo largo del final de la década de 1990 y en la primera década de los 2000. Algunos opinan que se debe a la creciente tendencia a infantilizar a la mujer y a que la juventud es cada vez más fetichista.

Muchas de las actrices con las que hablé me contaron que llevaban años rasurándose o depilándose con cera antes de meterse en la industria debido a la noción general, producto de la ósmosis cultural, de que el vello púbico era extraño, asqueroso o antinatural. Los que llevan más tiempo en la industria también mencionaron que, en sus inicios, para muchas contrataciones se pedía explícitamente un rasurado. Así que, con toda probabilidad, el fin del vello en la industria del porno se debió en parte al pragmatismo y en parte al dilema del huevo y la gallina entre el porno y los gustos culturales.

Con el cambio de década, según la investigadora en temas de sexualidad Debra Herbenick, algunas actrices porno empezaron a tomar la decisión de dejarse crecer el felpudo. Herbenick cree que el número de artistas que lo hacen es más bien bajo. Pero según la actriz convertida en productora Lily Campbell, en un par de años se volvió normal para como mínimo un tercio de las chicas a las que graba.

Todd Spaits, que trabaja en yanks.com con Campbell, afirmó que en sus más de 15 años de profesión ha visto un cambio drástico en el número de chicas que deciden no tener vello. De las últimas 50 chicas que han rodado escenas en yanks.com, solo un tercio no tenían vello, un cuarto fueron al natural completamente y el resto optó por arreglárselo ligeramente. La actriz Dolly Leigh añadió que parece que las artistas más jóvenes están especialmente orgullosas de dejarse crecer la pelambrera, cosa que indica que con el tiempo se impondrá una nueva moda.

Todavía hay muchos casos de directores y productores que presionan para que en el cine de adultos no haya pelo. Warner, por su parte, dijo que recibió un aluvión de críticas de colegas que no querían trabajar con ella porque no se depilaba. Y Campbell añade que muchas chicas llegan a la industria pensando que solo conseguirán que las graben si se depilan. Pero Leigh sostiene que durante el año que se dejó crecer el vello púbico no recibió ninguna queja, y que nuevas estrellas como Jasmine Summers, que desde sus inicios en la profesión se ha dejado crecer el vello púbico, dicen que los directores que detienen este avance son la excepción y no la regla. Ahora, de hecho, los agentes y directores incluso animan a las artistas a que se lo dejen crecer. Leigh se dejó crecer el vello del pubis de nuevo a petición de su mánager.

"Me sorprendí mucho cuando me lo dejé crecer un centímetro y los hombres me elogiaron y me lo agradecieron", dijo la artista Ana Molly. "Los aficionados, fotógrafos y amantes dicen que les gusta que 'haya algo ahí abajo'". Desde que ella ya no prefiere depilarse, añadió, "no creo que me hayan pedido jamás que me rasure completamente, y tampoco he perdido ni una oportunidad" por esa razón.

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El retorno del vello púbico al porno es tan misterioso y tiene tantas facetas como su desaparición hace un cuarto de siglo. Leigh y otras estrellas del porno entienden que es parte de una moda cíclica. La gente se ha cansado de la falta de vello, así que no paran de dar vueltas buscando algo nuevo aunque sea muy viejo. También podría ser que el porno estuviera en una oleada de sentimiento a favor del pelo púbico (y de amor por el propio cuerpo en general) que brotó en la cultura pop desde el 2013 hasta bien entrado el año 2015. "La tendencia se ha desvanecido debido a las redes sociales", explica la actriz Olive Glass. "Hay muchísima gente que publica imágenes de sus cuerpos, de su vello púbico, del pelo en las axilas y piernas, y que discute sobre qué es 'aceptable socialmente'".

Al margen de las presiones sociales, la creciente diversificación del porno está contribuyendo a la reaparición del vello púbico a medida que la industria lucha contra las antiguas normas de producción, los productores se lanzan a nuevos mercados y cada vez más se graban vídeos reflejando gustos y puntos de vista más variados. "No hay ninguna apariencia ni nada que sea lo estándar como lo era en los setenta u ochenta", dijo la estrella porno alternativa e independiente Joanna Angel. "Tengas lo que tengas", dijo la modelo de yanks.com Raven Snow, "probablemente haya alguien que quiera verlo".

A medida que el vello púbico se convierte de nuevo en parte del panorama del porno, podría ayudar a conseguir una mayor aceptación entre el público en general, especialmente si tenemos en cuenta que esta tendencia ya se está extendiendo. Después de todo, incluso aunque el porno haya jugado un papel en las incitadoras normas que se oponen al vello púbico dentro de la cultura popular, ahora estas se están perpetuando a través de un conjunto de preferencias y opiniones populares culturalmente atrincheradas y que se retroalimentan entre ellas. Pero ver cómo el porno muta en una fuerza que empuja hacia la diversidad corporal es un cambio notable y significativo.

La recién descubierta viabilidad de la diversidad de vello púbico permite tanto a las artistas como al resto "ser el sujeto en vez de un objeto que debe adecuarse al prototipo estándar de estrella porno de las industrias centralizadas", dijo Turquoise Faye, una actriz cuyo trabajo está en varias páginas especializadas en el fetiche del vello y que desde hace poco trabaja como modelo de yanks.com. "No se trata de una revolución social total, pero es una mejora".