El desdoblamiento melancólico del fotógrafo colombiano Andrés Marti
Imágenes: Cortesía de Andrés Marti

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Fotografia

El desdoblamiento melancólico del fotógrafo colombiano Andrés Marti

Los retratos de su serie 'Otredad' son una búsqueda de sentimientos propios.

Andrés Martínez busca encontrarse en sus retratos. Busca sentir algo. Encontró personas entre sus amigos: por Instagram, por Facebook, en la calle. Quiso que fueran partícipes de un proyecto que tenía como objetivo verse reflejado en los demás, en los otros.

Otredad, como quiso llamarlo, es una recopilación de 36 retratos de 12 personas "normales" o no modelos, según él, pues "las personas no están acostumbradas a ser el centro de atención y por eso con ellas esto funciona", me dijo Andrés, cuando lo llamé por teléfono.

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Andrés Marti, como se hace llamar artísticamente, no es fotógrafo y no se considera uno. Es un diseñador y artista visual colombiano que lleva más de seis años interviniendo imágenes en un colectivo artístico llamado Comes cake.

Hablé con él para que sumergiera en el mundo de los otros —donde se encontró— y en el de un colectivo artístico en el que lleva aproximadamente seis años.

VICE: ¿Cómo es tu relación con la fotografía?
Andrés: No soy fotógrafo, soy diseñador y artista visual de la Javeriana y me gradué hace cuatro años. La fotografía para mí es una herramienta que crea imágenes. Para ser fotógrafo creo que se necesita un know how medio purista. Yo soy un artista que utiliza la fotografía para crear imágenes específicas.

Háblame de tu proyecto Otredad.
"Otredad" nace con la fotografía pero utiliza otras técnicas: se alimenta de muchos campos plásticos como la ilustración, el retoque digital, post producción, pintura análoga. Nace aproximadamente hace tres años como un proyecto personal que explora a través de otras personas lo que soy yo.

¿Cómo encontraste a las personas que querías para este proyecto?
Las personas que hacen parte de este proyecto son bastantes porque llevo más o menos dos o tres años en él. Escogí a las que están allí porque quiero personas que logren transmitir esa sensación que se ve en las fotos. Me gusta que sean personas normales, que no sean modelos. Todos son amigos, o gente de Facebook o Instagram que se convierten en musas durante ese tiempo que trabajamos juntos. Trato de que se metan a ese universo que allí se ve.

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Foto: Andrés Marti

¿Cómo reaccionaron las personas al decirles que querías verte a ti mismo a través de ellas?
Siempre les cuento la idea y me dicen si están interesadas. Después me pongo en la tarea de conceptualizar la imagen. Ver qué puedo sacar con lo que ellos representan y tomo la foto. Luego ya viene la parte de postproducción. Mezclo muchas técnicas de collage, retoque digital. Me gusta desdibujar la línea entre foto, ilustración y pintura. Y que no se sepa bien qué es.

¿Para escoger a alguien ya tienes una idea de la foto que quieres?
Primero me llama la atención la persona y a partir de la persona pienso en la idea. Al principio sí lo hice así, pero la mayoría de ideas salen es del personaje.

Querías encontrarte a ti mismo dentro de ellos. ¿En qué momento crees que lograste eso en la imagen?
Más allá de verme ahí es algo muy mental, como de un sentimiento. Es más como que me generen sentimientos a mí.

Me gusta que esos personajes causen intriga por saber qué es lo que está pasando por sus cabezas en la imagen. Se ven como un poco melancólicos. Por eso, es como verme a través de ellos mediante las sensaciones.

Y cuando le muestras a alguien más la imagen, ¿cuál es el objetivo?
La gente también logra simpatizar con mi sentimiento, pero eso es algo muy subjetivo. Me gusta mostrar lo que me gustaría que la gente viera pero a veces sienten cosas totalmente distintas. En Comescake creo imágenes de una manera más plástica: todo es con colores brillantes, cosas más positivas, con un poco de humor. Por eso acá quería encontrar un lugar mucho más melancólico y sombrío.

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Foto: Andrés Marti

Háblame de tu trabajo en Comescake.
Comescake surgió hace seis años con unos amigos de la universidad y amigos en común que queríamos hacer fotos. Con el tiempo fuimos encontrando un lugar que nos gustaba mucho que era una mezcla entre lo digital o la postproducción con la fotografía, los colores brillantes y usar muchos recursos de la publicidad de cierta manera para hacer arte.

No somos lo suficiente académicos y puristas para hacer arte y tampoco somos lo suficientemente comerciales para que seamos solo publicidad. Somos una especie de artbrand, es como un híbrido. Estamos en búsqueda de hacer como un ícono para viajar en el tiempo con esta estética de lo que enmarca lo que es la gente del 2010 en adelante. Es un laboratorio donde producimos cada 15 días algo.

El equipo está compuesto de ocho personas que no necesariamente son artistas pero sí tienen que tener una sensibilidad visual que miramos a través de sus portafolios.

Aquí más imágenes de su proyecto Otredad.

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti

Foto: Andrés Marti