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Image: Cathryn Virginia
Tecnología

Esta compañía telefónica estaba dirigida por narcotraficantes

Martin Kok, bloguero sobre el hampa, fue asesinado cuando salía de un club sexual. Al parecer, uno de sus clientes, MPC, no era una compañía telefónica al uso.

Martin Kok, de 49 años, ya había esquivado la muerte una vez, ese día. En diciembre de 2016, el convicto holandés convertido en famoso bloguero sobre el submundo de la delincuencia, salió de un hotel de Ámsterdam tras una comida que se había alargado cuando un hombre encapuchado corrió hacia él, le encañonó la nuca con una pistola y apretó el gatillo.

Pero el asesino se puso nervioso, o tal vez el arma se encasquilló. En las imágenes de las cámaras de videovigilancia examinadas después se podía ver al hombre correr por la calle y, tras casi acabar atropellado por dos ciclistas, perderse en la ciudad. Kok siguió caminando ajeno a todo.

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Kok tenía enemigos. En su sitio web, Butterfly Crime, Kok analiza todo tipo de criminales, desde bandas de moteros hasta capos de la droga marroquíes. El propio Kok cometió dos asesinatos, por los cuales ha cumplido penas de prisión. Tras aquello, abandonó la vida delictiva y pasó a escribir sobre ella. Una vez alguien colocó bajo su coche una bomba que, según un vídeo de la policía holandesa, tenía la potencia de 40 granadas de mano. En aquella ocasión también logró burlar la muerte: encontró la bomba antes de que llegara a explotar.

Al salir del hotel, Kok se reunió con un socio llamado Christopher Hughes, más conocido como “Scotty” por su pronunciado acento escocés. Hughes trabajaba para MPC, una empresa que vendía teléfonos cifrados especiales a personas particularmente recelosas con su privacidad y que incluso usaba fotos en blanco y negro de Edward Snowden en sus anuncios. MPC patrocinaba Butterfly Crime, donde colgaba anuncios y vendía gorras de su marca y otros artículos. Para Kok, era una forma fácil de ganar dinero.

“El teléfono MPC ofrece varios niveles de cifrado en una red cerrada y segura”, rezaba un anuncio de la empresa en Twitter.

"Una vez alguien colocó bajo su coche una bomba que, según un vídeo de la policía holandesa, tenía la potencia de 40 granadas de mano"

Hughes y Kok pasaron la velada en Boccacio, un club sexual de las afueras de Ámsterdam. Después de la sesión, Kok salió del club, ataviado con una chaqueta acolchada. En el momento en que entraba en un Volkswagen Polo, una figura encapuchada salió de unos arbustos cercanos al aparcamiento y disparó al Polo, matando a Kok en el acto. Hughes se marchó de la escena, según las imágenes de las cámaras de videovigilancia de la policía holandesa.

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Más tarde se supo que MPC no era una compañía telefónica al uso.

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UN MERCADO CLANDESTINO

Por todo el mundo —ya sea en clubs holandeses como el que frecuentaba Koks, los antros en los que se reúnen los moteros australianos o los pisos francos mexicanos— existe un mercado clandestino de teléfonos trucados. Estos dispositivos suelen funcionar con un software que permite enviar mensajes o emails cifrados y una infraestructura de servidores propia para enrutar las comunicaciones.

En ocasiones, a estos teléfonos se les retira el micrófono, la cámara y la función GPS. Otros tienen un modo de inicio: la activación del modo normal muestra un menú inocuo, sin información sensible; pero si se mantienen pulsados determinados botones al encender el móvil, aparece un sistema secreto de archivos que contiene los mensajes de texto cifrados del usuario y otras comunicaciones.

Con estas modificaciones, se anulan los métodos habituales de intercepción de mensajes usados por la policía, ya que los mensajes suelen estar disponibles en formato de lectura solo en el dispositivo del usuario.

Existen varias de estas empresas que fabrican móviles cifrados, muchas de las cuales tienen como clientes a individuos u organizaciones criminales. Tal como refirió el propio Kok en su sitio web en 2015: “En varios sitios web delictivos he visto que estos dispositivos se venden porque muchos de sus futuros clientes son también delincuentes. No tendría sentido que estas compañías se anunciaran, por ejemplo, en un sitio web de venta de bicicletas”.

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"Existen varias de estas empresas que fabrican móviles cifrados, muchas de las cuales tienen como clientes a individuos u organizaciones criminales"

Un sicario británico, que pudo ser arrestado gracias a los datos de ubicación de su dispositivo de fitness, utilizaba un móvil cifrado fabricado por una empresa llamada Encrochat. La policía halló una Blackberry cifrada durante la investigación de una gran operación criminal de tráfico de cannabis en Nueva York. Phantom Secure vendía sus dispositivos a miembros del conocido cártel de Sinaloa, según la demanda interpuesta contra Vincent Ramos, fundador de la empresa. Una fuente aseguró entonces que Phantom Secure había estado vendiendo teléfonos en México, Cuba y Venezuela, así como a la banda de moteros Ángeles del Infierno.

En el caso de Phantom Secure, la fiscalía alegó que la empresa no se vio involucrada en el crimen de forma incidental, del mismo modo que podría ocurrir con Apple o Google cuando un delincuente usa sus dispositivos, sino que creó un teléfono deliberadamente para facilitar actividades delictivas. En mayo, Ramos fue condenado a nueve años de prisión por gestionar una empresa criminal cómplice de facilitar el narcotráfico mediante la venta de esos dispositivos.

El procedimiento que se seguía en MPC para preparar los teléfonos era relativamente sencillo: la empresa añadía su propio sistema operativo y funciones de seguridad a un teléfono Google Android Nexus 5 o Nexus 5X, según las propias publicaciones en redes sociales de la compañía y una fuente conocedora del proceso. Después, MPC creaba las cuentas de mensajería del usuario, añadía una tarjeta SIM solo de datos (por la que la empresa pagaba unos 23 euros al mes) y vendía el teléfono al cliente por cerca de 1400 euros.

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Las renovaciones semestrales de contrato tenían un coste de 800 euros, añade la fuente. MPC vendió solo unos 5000 dispositivos, lo cual significa que se embolsó cerca de 7 millones de euros. Durante un periodo, según afirman otras tres fuentes, una versión de los teléfonos de MPC también usaba cifrado de una rama de Android de código abierto y centrada en la seguridad llamada CopperheadOS.

En su sitio web, la empresa anunciaba portátiles, tablets y dispositivos GPS con características de seguridad especiales.

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Anuncio de MPC publicado por la empresa en Twitter. Imagen: captura de pantalla

Un día, en marzo de 2016, consulté mi buzón de mensajes privados de Twitter y encontré uno de un representante de MPC.

“Hola, Joseph. Me preguntaba si tú, como particular, aceptarías una remuneración para dar tu opinión sincera sobre dispositivos cifrados en el mercado actual. ¿O quizá tienes algún tipo de acuerdo con alguien que te lo impediría?”, decía el mensaje.

El representante de MPC me dijo que podían facilitarme un dispositivo de la compañía para que lo reseñara y me preguntó si había hecho algo similar para otras empresas del sector. Dije que no era necesario que me pagaran, pero que si querían que analizara su producto, debían enviarme más detalles.

"MPC vendió solo unos 5000 dispositivos, lo cual significa que se embolsó cerca de 7 millones de euros"

“También queremos enviarte uno de nuestros dispositivos, para que veas de qué va. Hemos ofrecido un millón de libras esterlinas a quien sea capaz de interceptar nuestros mensajes y leerlos”, escribieron en un mensaje posterior.

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MPC nunca llegó a facilitarme un dispositivo, aunque siguieron enviándome mensajes esporádicos durante el año siguiente. En una ocasión, el representante se quejó de un supuesto informante que estaba tratando de infiltrarse en empresas de teléfonos cifrados y tender una encerrona a MPC.

“Por favor, ojo con este tipo; creemos que es un agente del Gobierno que intenta infiltrarse en compañías como la nuestra y ganar credibilidad”, añadió el representante.

Incluso en una industria tan amiga del subterfugio, no es nada común que un relaciones públicas contacte con alguien para advertirle de un supuesto espía, lo cual, naturalmente, suscitó la pregunta: ¿quién estaba detrás de MPC?

*

En 2018, una fuente misteriosa se puso en contacto conmigo a través de un programa de mensajería cifrado. Hubo muy poca charla superficial; fueron al grano y me enviaron enlaces a artículos de medios sobre bandas de tráfico de cocaína en cantidades valoradas en millones de euros.

“Para que te hagas una idea, aquí se menciona a la gente que lleva MPC”, añadió la fuente.

En ninguno de los artículos se menciona directamente a MPC, pero sí se hacía referencia a dos traficantes de armas y drogas de Glasgow que se habían refugiado en Portugal para huir de una guerra de bandas que había estallado y seguir sacando adelante su negocio.

“Por ahora, a estos barones del crimen organizado se los conoce como los Hermanos”, decía un artículo portugués basado en parte del trabajo realizado por el sitio de noticias escocés The Daily Record.

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"Los Hermanos tienen contactos en todo el mundo y son extremadamente violentos”

En ninguno de los artículos se hacía alusión a los Hermanos. Mi fuente me aseguró que sus nombres eran James y Barrie Gilelspie.

En febrero, la policía corroboró el dato de mi informante. Anunció que se habían emitido órdenes de detención europeas contra Hughes —el empleado de MPC que estaba con Kok cuando este fue asesinado— y otras cuatro personas, entre ellas James y Barrie Gillespie, los dos capos del crimen fugados.

Según otras dos fuentes consultadas, los Hermanos están al mando de MPC. No existían informaciones previas que vincularan la empresa a los dos criminales y su banda. Ahora, la operación se ha extendido a otros países, donde 200 agentes de Colombia, el FBI y otras agencias intentan seguirles la pista. Por su parte, la policía escocesa envía informes regulares dando parte al FBI y la DEA.

“Por favor, ten en cuenta que los Hermanos tienen contactos en todo el mundo y son extremadamente violentos”, señaló una persona conocedora de la empresa. Hemos accedido a documentos de MPC y hablado con diversas fuentes de la industria de los móviles cifrados, algunas de las cuales han tenido relación directa con MPC, para tratar de hacernos una idea de cómo los Hermanos lograron proporcionar seguridad a buena parte del mercado tecnológico del crimen organizado a base de amenazas, intimidación y violencia.

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Desde la redacción, hemos garantizado el anonimato de las fuentes consultadas para protegerlas de posibles represalias.

Un agente de las fuerzas de seguridad involucradas en la investigación de los Hermanos nos dijo: “Obviamente, todo nuestro interés se centra en MPC”.

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Foto publicada en Twitter de Martin Kok luciendo una camiseta de MPC. Imagen: captura de pantalla

ESCALADE

Los investigadores holandeses creen que el asesinato de Kok está vinculado a un grupo conocido como Escalade, nombre con el que las autoridades escocesas han bautizado a la empresa delictiva de los Hermanos. Un documento del Gobierno escocés describe al grupo Escalade como “un caso de organización delictiva con el más alto nivel de amenaza y sofisticación del Reino Unido”.

El grupo traficaba con grandes cantidades de cocaína y heroína que llegaban a Europa procedentes de Suramérica. “Según me informan, este grupo está en lo más alto de la cadena del narcotráfico de Escocia y el Reino Unido”, dijo el juez, lord Boyd, durante la deliberación y el fallo por el que sentenció a dos de los miembros de la banda a siete años de prisión cada uno por participar en la distribución de armamento y droga.

“Los Hermanos gobiernan Escocia a golpe del miedo más absoluto”

Varios miembros torturaron a un hombre por una deuda pendiente atándolo con cadenas, partiéndole el brazo, disparándole y echando lejía sobre sus heridas. Uno de los contables de la banda mintió bajo juramento para proteger a uno de los torturadores. Las autoridades buscan a un socio de Escalade por estar relacionado con el ataque a un exmánager de fútbol, al que dispararon dos tiros, en el estómago y la cara.

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“Los Hermanos gobiernan Escocia a golpe del miedo más absoluto”, nos aseguró una fuente conocedora de MPC. Pese a que han detenido y encarcelado a varios miembros de Escalade, los Hermanos y el resto de los componentes siguen fugados.

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Varias de las armas incautadas por la policía en la operación Escalade. Imagen: Policía de Escocia

La adopción de tecnología de contravigilancia puntera sitúa a Escalade por encima de otros grupo delictivos. Parte de sus miembros guardaban armas semiautomáticas ocultas en compartimentos hidráulicos camuflados en sus vehículos. Al parecer, unos miembros del grupo utilizaron equipos de inhibición de señal para bloquear las transmisiones que salieran de su coche en una ocasión en que los perseguía la policía. Incluso tenían a su propio especialista en tecnología.

Pero los Hermanos no solo utilizaban dispositivos punteros, sino que crearon la infraestructura tecnológica sobre la que se asentaría su empresa, MPC.

“Es el componente de su negocio que probablemente los distinga de cualquier otro grupo criminal”, señaló el responsable de la investigación.

Al principio, los Hermanos eran clientes del sector de los teléfonos cifrados y compraban sus Blackberrys especiales a una empresa llamada Ennetcom, según nos refirió una fuente que estaba al corriente de las operaciones. Según la policía holandesa, Ennetcom, dirigida por un hombre llamado Danny Manupassa, está vinculada con casos de asesinato, robo a mano armada y tráfico de droga.

Reticentes a dejar la seguridad de su compañía en manos ajenas, los Hermanos decidieron crear sus propios dispositivos. Contrataron a desarrolladores para que diseñaran un sistema operativo personalizado. Desde VICE pudimos confirmar los nombres de uno de los desarrolladores gracias a tres fuentes del sector; el desarrollador no respondió a nuestras múltiples solicitudes para entrevistarlo.

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Según otras dos fuentes consultadas, los Hermanos entregaban los móviles a las personas con las que trabajaban en el transporte de droga.

Pronto, la venta de estos móviles a bandas organizadas se convirtió en otro negocio para los Hermanos.

“Al principio los usaban para sus operaciones, pero vieron que había una posibilidad de negocio y la aprovecharon”, nos contó una fuente.

Esta expansión implicaba tener cierta presencia en el extranjero. Una fuente del sector nos envió una foto de la tarjeta de empresa de un empleado de MPC; en ella aparecía una dirección del centro de Dubái, así como números de teléfono de los Emiratos Árabes Unidos. Otra fuente que había tenido relaciones con MPC aseguró que la organización creaba nuevas empresas regularmente y luego las desmantelaba. Descubrimos varias empresas vinculadas a MPC en la base de datos británica Companies House, algunas de las cuales usaban sutiles variantes del nombre de la empresa principal. Otras empresas relacionadas tenían su sede en Ámsterdam.

"Dos fuentes aseguran que en ocasiones, los miembros de la banda rajaban con un cuchillo la cara de sus víctimas, una de las cuales era un revendedor de móviles cifrados"

Logramos identificar a un empleado de MPC gracias a esos registros de la base de datos empresarial, a los datos de dominios web y a la tarjeta de empresa. Dos fuentes confirmaron el puesto de esa persona en la empresa y aseguraron que actuaba como el representante de los Hermanos. Cuando contactamos con él por email, el representante nos preguntó “dónde habíamos oído hablar de MPC”. Rehusó responder a nuestros mensajes posteriores.

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Para ganar terreno en el mercado de los teléfonos cifrados no bastaba solo con fabricar un dispositivo y venderlo. Los Hermanos y sus socios comenzaron a servirse de una serie de tácticas de intimidación y, a veces, ordenaban que se ejerciera la violencia.

Dos fuentes aseguran que en ocasiones, los miembros de la banda rajaban con un cuchillo la cara de sus víctimas, una de las cuales era un revendedor de móviles cifrados. Una fuente que tuvo contacto con MPC dijo que el representante amenazó con matarlo. La policía abrió un expediente por la amenaza de muerte, como pudimos comprobar en la copia del documento a la que tuvimos acceso.

En otro incidente, los Hermanos intervinieron directamente llamando a un revendedor y amenazándolo. En una pantomima bien estudiada, uno de los hermanos gritaba al vendedor y le exigía que se “largara de Glasgow si quería seguir con vida”, mientras que el segundo adoptaba un talente mucho más comedida y diplomático, según una fuente.

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Sistema hidráulico usado por Escalade. Imagen: Policía de Escocia

En junio de 2017, la presión sobre MPC empezó a aumentar.

“La historia ahora ha crecido mucho, la verdad. Tenemos que soportar tácticas constantes tanto en Reino Unido como en Europa”, me dijeron en un mensaje miembros de MPC en 2017. “No solo nuestros teléfonos. Sabemos que hay móviles de la competencia que también han sido víctimas de las tácticas de las agencias de la ley”.

Fue en ese periodo cuando la figura encapuchada asesinó a Kok a la puerta del club sexual de Ámsterdam. Varios meses después, después de que la policía arrestara a varios miembros de la organización, la fiscalía de Glasgow presentó los cargos por los graves crímenes cometidos por Escalade, entre ellos el de torturas y asesinato.

"Dos fuentes aseguraron que los Hermanos cerraron la empresa de móviles después de que comenzaran las investigaciones"

A principios de 2018, la policía holandesa arrestó a dos personas sospechosas de participar en el asesinato de Kok, y Ridouan Taghi, el líder marroquí de una banda también vinculada con el asesinato, se encuentra a la fuga. Según una fuente consultada, Kok había enfurecido a miembros de la mafia marroquí (a la que se refería muy a menudo en su blog). Se emitieron órdenes europeas de detención de los Hermanos y sus socios.

Actualmente, MPC está cerrada. Su sitio web no está operativo y la cuenta de Twitter está inactiva. Dos fuentes aseguraron que los Hermanos cerraron la empresa de móviles después de que comenzaran las investigaciones. Es posible que los dos mafiosos sigan usando móviles cifrados para comunicarse con sus familiares y socios.

Un portavoz de la DEA nos explicó por email: “Podemos confirmar que MPC forma parte de una investigación en curso, pero no podemos hacer más comentarios por esa misma razón”. El FBI rehusó hacer declaraciones. Un portavoz de Europol nos contó por email: “Lamentablemente, no podemos hacer declaraciones relacionadas con los asuntos operativos”.

Kok no sabía que colaborando con MPC se estaba metiendo en una trampa.

“Para un teléfono que no puedes hackear […] MPC”, escribía semanas antes de morir en un tuit, acompañado de una foto en la que aparecía sonriendo y sosteniendo una taza de MPC.