China combate la polución con “bosques verticales”

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China combate la polución con “bosques verticales”

El arquitecto italiano Stefano Boeri diseñó dos torres "verdes" para Nankín, la segunda ciudad con el aire más contaminado de China.

Muy pronto, un "bosque vertical" estará devorando el dióxido de carbono de la contaminada ciudad de Nankín en China. El arquitecto italiano Stefano Boeri anunció sus planes de construir un complejo de dos torres que albergará 1.100 árboles y 2.500 plantas colgantes y arbustos sobre los techos y balcones en aquella capital de ocho millones de habitantes. Las torres en Nankín serán de 200 y 108 metros de alto, respectivamente, y tendrán oficinas, tiendas, restaurantes, un museo, una escuela de arquitectura "verde", una discoteca en la terraza y un hotel Hyatt.

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El proyecto es la tercera ciudadela verde construida por Boeri, después del aclamado Bosco Verticale en Milán y su segundo "bosque vertical" planeado para Lausana, Suiza.

Y es que Nankín necesita el proyecto más que cualquier otra ciudad en el mundo. La industrialmente rica China del Este tiene una de las peores calidades de aire en el mundo y Nankín resultó en el puesto 27 (es decir, la segunda peor) en un ranking de calidad de aire en 28 ciudades chinas. De acuerdo al sitio web de Boeri, el proyecto proveerá 25 toneladas de absorción de CO2 cada año y producirá 60 kilogramos de oxígeno al día.

Sin embargo, antes de ser considerado positivo para la calidad del aire de Nankín, el proyecto deberá reparar la polución que habría causado su construcción, dice Lloyd Alter, arquitecto y editor gráfico del sitio web sobre construcción ambiental TreeHugger.

"[Boeri] cuenta una gran historia sobre todo el dióxido de carbono que consumirán estos edificios, pero una construcción como esta deja una gran huella de carbono", dice Alter. "Uno debería calcular cuántas décadas les tomaría a los árboles compensar el daño".

Alter añade que los árboles que crecen en espacios hechos por los hombres no florecen tan ampliamente y, en consecuencia, no tienen los mismos beneficios ambientales que aquellos que crecen libremente en el suelo. Esto significa que las torres en Nankín podrían no verse tan frondosas como aparecen en los dibujos de Boeri.

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Los edificios pudieron haber tenido otros beneficios ambientales si hubieran sido de apartamentos, dice Alter. Las unidades residenciales le ahorrarían a las familias de Nankín los desplazamientos en la ciudad y reducirían la polución que producen los carros. En cambio, las torres atraen turistas, con el hotel Hyatt como atractivo principal.

De todas formas, la escala de estos edificios los hace muchos más sensibles que otros jardines verticales o "techos verdes" que se han popularizado en las ciudades occidentales, dice Alter. Estos requieren mantenimiento y un bombeo de agua constante, llevando a un uso de energía que opaca los beneficios de algunas plantas.

Alter también resalta los beneficios que los árboles y las plantas en el corazón de una ciudad agitada pueden tener para la salud mental. "Creo que se van a ver maravillosos", dice, "y van a mejorar la perspectiva de todos a su alrededor".

Este artículo fue publicado originalmente en Tonic, nuestra plataforma especializada en temas de salud.