La comida de avión del Papa Francisco es mucho mejor que la tuya

Mañana llega el Papa Francisco a México ¿Con quién se entrevistará? ¿Dónde dormirá?

Pero nos gustaría hacer la siguiente pregunta: ¿Qué come el Papa?

Estamos pensando en esto: para el desayuno, seis docenas de huevos de Pascua impecablemente blanqueados tomados de la cámara subterránea habitada por el mismo Conejo de Pascua. Para el almuerzo, la espera de Viernes Santo: pez linterna en papillote, renunciando al pergamino de cocción para la Sábana Santa de Turín. ¿Cena? Tal vez no cena nada, y simplemente respira una vibrante y cambiante bocanada de humo aparentemente sensible.

Después de escuchar los detalles de la comida de avión del Papa Francisco en su vuelo de Italia a Cuba el año pasado que salieron a la luz, estos fueron algunos platillos que nuestras mentes paganas conjuraron.

Pero, en realidad, al Papa le sirvieron comida que se ve un poco mejor que la bazofia notoriamente cuestionable que te dan a ti en tu vuelo nacional promedio.

"Para un canapé de entrada, hubo camarón a las hierbas con espárragos y una aceituna rellena", informó People con evidente envidia.

"Luego pasta, de dos maneras: ravioli de papa con una salsa bechamel cremosa y una crepa de pasta rellena de queso con calabacita limoncello y salmón Chinook", continúan. No está mal.

Por último: "un postre dulce de frutas con una trufa de chocolate y una galleta crujiente Sfizio de chocolate".

Además, la corresponsal de Univisión, María Antonieta Collins, quien iba en el vuelo, le llevó al primer Papa argentino una caja de empanadas argentinas, que según los informes, compartió con los otros periodistas a bordo.

¿Será éste el mismo Papa del que todos hablan? Según informes anteriores, el Papa, con el debido respeto, no es un gourmand. O por lo menos no puede serlo, teniendo en cuenta las indicaciones del médico.

El festín de avión elaborado parece contradecir directamente la afirmación de The New York Times que el soberano favorito de todos de la Ciudad del Vaticano se encuentra bajo estrictas órdenes médicas de mantener una dieta bastante ascética para todas las cenas durante su tan publicitado viaje en el Nuevo y Capitalista Mundo.

Según Times: "[El Papa] no aprovechará la icónica escena de restaurantes de la ciudad: está bajo órdenes médicas de cenar solo pescado y arroz. Y pidió plátanos y agua en su dormitorio".

Entonces, ¿qué come el Papa? ¿Disfruta toda la comida en los aviones para comer como, bueno, un monje cuando llega a terra firma?

Algo es seguro, al ser un aficionado de la pizza, seguro se le antoja una rebanada clásica neoyorquina.

Sigan el ejemplo del Papa, chicos.