Los supermercados franceses ahora están obligados por ley a donar la comida que no venden

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Los supermercados franceses ahora están obligados por ley a donar la comida que no venden

Supermarkets in France have poured bleach on food in the past or stored it in locked warehouses to keep away dumpster-divers, purportedly to prevent foragers from contracting food poisoning after eating the discarded food.

Puede que los supermercados modernos muestren montañas de productos frescos cuando entras por la puerta, pero hay un inconveniente en el colorido cuerno de la abundancia. A medida que esas frutas y verduras se acercan o pasan su fecha de caducidad y se vuelven menos atractivas a la vista, una gran cantidad de alimentos se desecha con regularidad. Lo mismo aplica a otros productos perecederos que se almacenan en abundancia. Para luchar contra el desperdicio de alimentos, una nueva ley en Francia evitará que los supermercados tiren o destruyan alimentos sin vender.

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La ley francesa es la primera de su tipo en el mundo. Los supermercados franceses ahora tendrán que donar alimentos que serían destruidos o tirados a la basura a organizaciones benéficas y bancos de alimentos en su lugar. Esa ley, que aplica a cualquier supermercado más grande de 400 metros cuadrados, fue aprobada el miércoles por unanimidad en el senado francés. Las empresas que no cumplan se enfrentan a multas de hasta 75 mil euros o dos años de prisión.

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Fotos de Sarah del Moral.

La ley es el resultado de una campaña de base que ahora espera persuadir al resto de la UE a adoptar una legislación similar. Otros países tienen programas opcionales que facilitan que los supermercados donen alimentos a organizaciones benéficas, pero las regulaciones a menudo significan que los alimentos terminan en la basura.

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Jacques Bailet, el jefe de la red de bancos de comida francesa Banques Alimentaires, le dijo a The Guardian que la ley es "positiva y muy importante simbólicamente". Permitirá que los bancos de alimentos proporcionen más alimentos y comidas más nutritivas. "En términos de equilibrio nutricional, actualmente tenemos un déficit de carne y una falta de frutas y verduras", le dijo Bailet a The Guardian. "Esperamos que esto nos permita impulsar esos productos".

La mayoría de los alimentos son perfectamente seguros para comer después de que pasa la fecha de venta recomendada, que es una estimación del fabricante de cuando un alimento pasa su máximo sabor y mejor apariencia. Las fechas de empaque en realidad sirven más como guía para la tienda de abarrotes que para los consumidores: le indican a los vendedores cuándo quitar productos de los estantes. Los consumidores deben estar más centrados en las fechas de "consumir antes de" o de caducidad.

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Los supermercados en Francia ya antes le han vertido cloro a los alimentos o los han almacenado en depósitos cerrados para mantenerlos lejos de las personas que buscan comida en la basura; supuestamente para evitar que los recolectores contraigan una intoxicación alimentaria después de comer la comida desechada.

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Francia no es el único. El desperdicio de alimentos es un problema global, aunque es mucho más un problema en los países occidentales, donde el "vender antes de" y la apariencia de los alimentos desempeñan un papel más importante. En Estados Unidos, cada año se desechan 60 millones de kilos de comida, o un tercio de todos los alimentos producidos en el país. Business Insider informa que las tiendas de comestibles representan el 10 por ciento de dichos residuos y que el desperdicio de comida está integrado en el modelo de negocios de la alimentación.

La lucha contra el desperdicio de alimentos será crucial no solo para alimentar a la creciente población mundial, sino también en la lucha contra el cambio climático. Convencer a la gente de que los alimentos desechados tienen bastante vida útil es un buen comienzo. Si los chefs pueden convertir la comida desechada en alta cocina apta para presidentes y representantes de las Naciones Unidas, las políticas de arriba hacia abajo como las de Francia pueden ayudar. Hay bastantes personas que padecen hambre a las que no les importa la fecha de "vender hasta" o una magulladura en una manzana.