Steph Curry está cambiando radicalmente la geometría del baloncesto
Mark D. Smith-USA TODAY Sports

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Steph Curry

Steph Curry está cambiando radicalmente la geometría del baloncesto

¿Por qué está teniendo tantísimo éxito Steph Curry? No es, como algunos viejos gruñones dicen, que los defensas de hoy en día sean flojos: el gran triunfo de Curry viene de su capacidad para redefinir los límites espaciales del juego.

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Se nos hace normal oírlo, pero el base estadounidense Stephen Curry está marcando un antes y un después en el baloncesto.

Y no es un tópico.

Ya sea por las historias acerca de la dificultad de trasladar sus movimientos reales al videojuego NBA 2K o por la simple y absurda facilidad con la que mete tiros que otros jugadores no se atreven ni a intentar, hablar de la grandeza de Curry se ha convertido en una suerte de industria virtual.

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Como es normal en estos casos, la brillantez de Curry ha levantado ampollas, especialmente a medida que su popularidad se expandía desde el entorno relativamente impermeable de los deportes hacia la cultura popular mainstream.

No son los fans, sin embargo, los únicos que han puesto en tela de juicio los méritos de Steph: los murmullos de desaprobación han venido también de algunos jugadores retirados, que se preguntan de qué va todo este sarao. Veamos algunos casos:

Oscar Robertson, miembro del Hall of Fame de la NBA, ha insinuando que los entrenadores de hoy en día son básicamente demasiado estúpidos para preparar sus defensas contra Curry. Robertson básicamente considera que el baloncesto moderno es simplista en general y nunca duda a la hora de reiterar sus argumentos al respecto.

Stephen Jackson, que no forma parte del Hall of Fame, ha declarado que los Golden State Warriors de la temporada 2007-08 —un equipo que él mismo entrenaba y que logró entrar en los play-offs en el octavo lugar de la clasificación general— podrían vencer fácilmente a Curry y compañía.

Stephen Jackson enfrentándose a Richard Jefferson en 2007. Sus Warriors se quedaron bastante lejos del anillo. Foto de Jeff Zelevansky, Reuters.

Cedric Ceballos, ex jugador de los Phoenix Suns y de los Lakers,también se ha subido al carro y ha afirmado que sus Suns de la temporada 1993-94 podrían vencer a los Warriors de Curry. Según Ceballos, Curry no sería rival para el Hall of Famer Kevin Johnson, entonces estrella del equipo tejano.

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Otros antiguos jugadores como Rip Hamilton y Raja Bell siguen una línea argumental similar: según ellos, los equipos más duros de la NBA del pasado —como los Bad Boys de Detroit— serían capaces de poner a Curry en su sitio.

Si les quitas la parte de "en mis tiempos todo era más duro", todas las críticas a Curry se reducen al hecho de que un jugador pequeño, esbelto y poco atlético —según los estándares locos de la NBA, claro— no debería poder hacer todo lo que hace Steph en la pista. Es fácil imaginar lo que piensan sobre él los nostálgicos de otras épocas: "¡Choca contra él! ¡Sácale de la pista! Defiéndele, joder: ¡si es un enano!".

¡Si Curry ni siquiera es mucho más alto que Steve Kerr! Obviamente no puede competir contra el inmortal Cedric Ceballos. Foto de Steve Mitchell, USA TODAY Sports.

Evidentemente, estas críticas —en general, bastante inocentes, por decirlo finamente— no entienden el cambio fundamental causado por el conjunto de habilidades únicas que posee Curry.

¿Qué quiero decir? Piensa en la icónica escena de la película Hoosiers, cuando Gene Hackman enseña a su pasmado equipo que las dimensiones del campo donde tienen que jugar el torneo tiene el mismo tamaño que los otros campos. La canasta sigue estando todavía a 3 metros y 5 centímetros de altura, la línea de tiros libres sigue a 4,57 metros del aro… y así con todo.

Curry destruye esta geometría… aunque no literalmente, por supuesto: las líneas no se mueven cuando juega, y el aro no se hace más bajo. Sin embargo, cuando el balón está en sus manos o Curry está en posición para recibirlo, la zona del campo 'activa' aumenta instantáneamente: el área de influencia de Steph es mucho mayor que la de otros jugadores.

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Curry puede hacer llegar un balón a cualquier compañero en cualquier momento y tirar desde cualquier distancia. Defender algo así es un auténtico marrón. Imagen vía Reuters.

Por comparar, es como cuando Leo Messi recibe un balón en tres cuartos de campo: el argentino puede poner un balón al pie a cualquier compañero, por lejos que esté. Es difícil explicar lo letal que es esto para las defensas rivales.

La pasada temporada, Curry fue el tirador de la NBA que lanzó más veces desde más lejos. Este año, las cifras son aún más exageradas: Steph tira con más frecuencia y desde más distancia que cualquier otro jugador… y, lo más importante, lo hace de forma efectiva.

The shot. https://t.co/D6c12YjTus
— SLAM Magazine (@SLAMonline) February 28, 2016

Aunque el metraje exacto de los tiros varía según la fuente —las estadísticas oficiales y el registro de sistemas como SportVU no siempre coinciden—, hay un dato que podemos dar como ejemplo sin temor a equivocarnos: al acabar el partido de los Warriors frente a los Oklahoma City Thunder del pasado sábado, Curry llevaba acumulados 233 tiros entre los 7,92 y los 10,67 metros en esta temporada. Hasta la fecha, Curry había metido 108 de los mismos, lo cual significa que su porcentaje de acierto es del 48%.

Para contextualizar, solo dos jugadores de la NBA han intentado más tiros lejanos esta temporada de los 108 que Curry ha metido. Únicamente Damian Lillard, de los Portland Trail Blazers —el hombre que más más cerca está de Steph en términos de lanzamientos ha metido más de 40 de estos tiros desde larga distancia.

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La conclusión es simple: Curry está anotando con prácticamente los mismos porcentajes de acierto desde zonas lejanísimas que el pívot DeAndre Jordan desde la pintura… y eso que Jordan, cuyo juego consiste básicamente en machacar el balón, esel jugador más eficiente en la historia de la NBA en lo referente a acierto en tiros a canasta.

Dos tipos de eficiencia cara a cara. Lo cierto es que todos tenemos claro con cuál nos quedaríamos… ¿no? Foto de Kelvin Kuo, USA TODAY Sports.

Pensemos en lo que esto significa para los jugadores y entrenadores, así como para el baloncesto en sí. La zona de la pista que generalmente un equipo tiene que defender ocupa alrededor de unos 335 metros cuadrados. La efectividad de Curry se expande hasta un 25 por ciento… o más.

Los jugadores altos, de brazos largos y capaces de volar alto para un alley-oop —como el propio Jordan, Hassan Whiteside o Andre Drummond— amplían la zona de juego hacia las alturas; Curry hace lo mismo, pero con el espacio horizontal… y lo hace sin necesidad que un compañero de equipo le dé un pase bien medido.

Hay que tener en cuenta, además, que cuando los defensas rivales se pegan a Curry lo suficiente para evitar estos lejanos tiros, Steph utiliza el espacio extra que queda entre su par y la canasta. Esta temporada, Curry ha sido uno de los mejores de la liga en el apartado de penetraciones a canasta: solo Kevin Durant y Kawhi Leonard han sido más efectivos que el '30' de los Warriors, que suma 1,14 puntos por intento.

Por último, si el defensor sube mucho la línea de defensa con el fin de evitar a toda costa que Curry reciba el balón, Steph demuestra que es un fan de la puerta atrás. Según los datos de Synergy Sports, la estrella de Golden State saca un promedio de 1,4 puntos por partido de esta jugada.

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El espacio extra generado por los tiros de Curry no sólo le ayuda a él, sino también a sus compañeros de equipo. Steph libera unos 76 metros cuadrados de espacio adicional, y eso permite que jugadores como Draymond Green utilicen su visión para asistir a sus compañeros en situaciones que a menudo se asemejan a contraataques en medio campo.

Hace unos días, el propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, se preguntó abiertamente si ha llegado el momento de retrasar la línea de tres puntos unos centímetros. Cuban no estaba hablando directamente a Curry, pero sí del espacio que quedaría, y sugirió un cambio que podría beneficiar a los jugadores que carecen de las habilidades de Steph.

"Creo que si el triple se retrasara más, algunos jugadores con diferentes habilidades podrían jugar mejor", dijo Cuban. "Ayudaría a fomentar las entradas a canasta. Habría más diversidad en las acciones ofensivas que vemos en los partidos".

Venga, va: atreveos a mover la línia de triple. Aquí os espero. Foto de Steve Mitchell, USA TODAY Sports.

Este es el problema de esa sugerencia: a menos que Cuban directamente esté proponiendo utilizar la línea de medio campo como el nuevo triple, mover la zona de tres puntos solo lograría reducir las zonas útiles del campo. Como más aumentas la distancia de la línea de tres, menos jugadores encontrarás con capacidad para anotar desde lejos con buenos porcentajes.

Si elimináramos la posibilidad de anotar tres puntos de forma constante, los defensas apenas necesitarían salir de la pintura: allí estarían bien posicionados para defender las entradas a canasta y los tiros de media distancia… y las cifras globales de anotación se reducirían.

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Si le buscas arriba, Curry te romperá y entrará a canasta como Pedro por su casa. Foto de David Banks, USA TODAY Sports.

Mientras tanto, alguien como Curry —y en menor medida, Lillard— serían mucho más valiosos, dado que la capacidad de los jugadores de 'estirar' las defensa hacia afuera sería más rara. La idea de Cuban, en realidad, aumentaría aún más la distancia entre Curry y los demás jugadores.

En la actualidd, Steph ya es suficientemente valioso. Imagina que en un pilla-pilla se agrandaran los límites cuando te tocara parar a ti: esto es exactamente a lo que se enfrentan los defensas que juegan contra los Warriors. Lo que Robertson y los otros viejos gruñones charlatanesno entienden es que los defensas de hoy en día no son ni tontos ni flojos: la cuestión no es de esfuerzo, sino de pura geometría.

La razón por la que nadie ha encontrado la manera de parar a Curry es, sencillamente, que juega en una pista distinta a la que usan los demás.

Sigue al autor en Twitter: @SethPartnow