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NFL

Jimmy Graham contra la lesión tan temida en el futbol americano

No siempre los buenos deseos curan lesiones, y menos cuando se trata de una ruptura de tendón patelar.
Photo by Troy Wayrynen-USA TODAY Sports

Los Seahawks de Seattle se la han pasado transmitiendo un mensaje en torno a su ala cerrada All-Pro, Jimmy Graham, quien sufrió un lesión el pasado noviembre que lo dejó fuera de la temporada: "No estamos preocupados".

El traspaso fue "una gran decisión a largo plazo". El equipo está "muy optimista". Todo "fluye muy bien". Aún no hay una fecha específica para el regreso de Graham, pero el conjunto de Seattle ha puesto tantos deseos positivos en su recuperación que indirectamente ya nos curó a todos.

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Podría expresar mi incredulidad si se tratase de una ruptura de ligamento cruzado anterior (LCA) o algo con lo que todo jugador de la NFL tiene que lidiar en su carrera en algún punto. Sin embargo, una lesión en el tendón patelar es algo totalmente diferente.

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"La cicatriz dentro del tendón puede causar dolor crónico y un rango limitado de movimiento. La fuerza en los cuádriceps —el músculo disminuye durante las primeras facetas de la rehabilitación mientras el tendón se repara— puede que nunca regrese a su estado normal, lo que limita la explosividad", explicó para VICE Sports Jene Bramel, doctor que escribe sobre futbol americano y sus múltiples lesiones en FootballGuys.

Se trata de una lesión que no puede tomar a la ligera. En algún momento de su carrera, Victor Cruz fue un héroe de Super Bowl que podía bailar salsa. La temporada pasada ni siquiera pudo regresar al emparrillado luego de romperse el tendón patelar en la semana 6 del 2014. Mientras se encontraba rehabilitando, Cruz desarrolló un esguince en la pantorrilla; era el resultado esperado de la asimetría muscular, o lo que Bramel llama "lesión compensatoria" —una segunda lesión que nace por el excesivo apoyo de un músculo diferente mientras se intenta ganar velocidad—. Algo de la fuerza y flexibilidad de Cruz no estaba a la par del resto de lo que su cuerpo solía tener.

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Las rupturas de tendones patelares han dejado a una serie de jugadores "cojeando" en sus primeros años. Es la misma lesión que derribó al ex corredor de Arizona, Ryan Williams. También truncó la carrera del jugador de Minnesota, Greg Childs, antes de pudiera recibir un balón. Terminó con la carrera del jugador Pro Bowl, LeCharles Bentley, en Cleveland antes de que incluso empezara. El ex seleccionado en cuarta posición global, Cadillac Williams, sobrevivió a la cirugía pero después de ello no fue ni la sombra de lo que solía ser.

Podríamos seguir, pero el punto es este: no es poco común que este tipo de lesión reste varios años al bienestar profesional de los atletas. Incluso cuando no acaba con la carrera de algunos, sí disminuye drásticamente sus habilidades y poder. Nate Allen, Patrick Robinson, y Morris Claiborne se han recuperado de rupturas de tendón patelar y siguen activos, pero básicamente ninguno ha podido consolidarse en un equipo. El linebacker de los Patriots de Nueva Inglaterra, Jerod Mayo, se acaba de retirar durante la baja de temporada por la misma lesión.

Sin embargo, existen dos factores que separan a Graham de la mayoría de los jugadores. Incluso a media velocidad, debería ser capaz de ganar el balón bajo cobertura y ser, mínimo, una amenaza en la zona roja. La segunda cuestión es que la tecnología médica continúa mejorando y Graham podría beneficiarse de los avances con los que jugadores como Cadillac Williams no contaban en su tiempo.

Si hay un jugador que puede reponerse de dicha lesión es Graham. Pero como opina Bramel, "las posibilidades están en su contra para regresar al cien". Y aún más cuando se trata de un jugador que para rehabilitarse necesita estar libre de otras lesiones —en especial para alguien que suele recibir tantos golpes— y el tiempo comienza a acabarse. Graham cumple 30 años en noviembre. Si no se tratase de un fenómeno en su posición, consideraría su regreso inapropiado.

Jimmy Graham habla con su mariscal de campo, Russell Wilson. Foto por Joe Nicholson-USA TODAY Sports

Luego de un arranque escabroso en Seattle, Graham parecía por fin encajar en la ofensiva de los Seahawks cuando se lesionó. Un Graham al cien le aportó a los Seahawks un factor difícil de cubrir con la capacidad de borrar jugadas negativas. La ofensiva de Seattle puede funcionar bien sin él pero, al igual que Percy Harvin, Graham podría terminar en la historia como el jugador que se supone debió llevar a Seattle a otro nivel y no lo logró. En caso de que regresara, el escenario más probable es que fuese un jugador complementario efectivo, y no el tipo de jugador estrella que los Seahawks creyeron cuando lo intercambiaron por Max Unger y una selección de primera ronda.

Los datos muestran una cara diferente del optimismo expresado por el campamento de entrenamiento de los Seahawks. Como medios siempre le damos la bienvenida a una historia de superación porque es difícil ver cómo las probabilidades se ponen en contra del jugador. Pero uno siempre puede esperar la recuperación de Jimmy Graham sin dejar de ser realista en cuanto a sus posibilidades de librar una ruptura de tendón patelar, y más cuando se trata de una lesión que ha obligado a varios jugadores al retiro en el futbol americano.