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El año de Don Frye: El Depredador en 1996

En honor a la inducción de Don Frye al Salón de la Fama de UFC, analizamos cómo en un año, Frye sorprendió el mundo del MMA.
Photo by Brandon Magnus/Zuffa LLC

La noticia más alegre de esta semana fue la inducción de Don Frye al Salón de la Fama de UFC. Esta institución es política y a veces no tiene sentido: no es un lugar físico y muchos de los grandes peleadores de UFC como Frank Shamrock nunca estarán ahí debido a su relación con los jefes de la promotora. Claro, es lo que dijimos hasta que escuchamos la noticia de que Frye formará parte cuando de pronto los fans del deporte se apresuran para declarar que es un honor y que nadie lo merece más. También soy culpable, creo que si hay alguien de la vieja escuela que merece más reconocimiento es "El Depredador".

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Al ver el récord de Frye es extraño inducirlo al Salón de la Fama. ¿Ha derrotado a la crema y nata del deporte? La mayoría de las victorias de Frye llegaron contra tipos que tenían estilos de pelea "Pakua-Chan" y "Moo Yea Do". No puedo creer que estoy defendiendo el salón de la fama de UFC, pero un peleador debería ser inducido por su impacto en el deporte más que por su récord. Royce Gracie pudo ser un peleador mediocre en cualquier era excepto en la suya, pero fue el estándar para el peleador de jiu-jitsu brasileño en el escenario más grande y por esa razón forma parte del Salón de la Fama. Todo peleador de peso semicompleto en las listas de UFC hoy en día le daría una paliza a Frye en su mejor momento pero obviamente este no es un premio para el peleador más habilidoso de todos los tiempos o en ese caso induciríamos nada más a los peleadores del top cinco. El punto importante ahora es que durante 1996, Don Frye fue considerado uno de los peleadores más completos en haber puesto un pie en el octágono, además de ser considerado un cabrón.

¿O no, chicas?…

Hay dos cosas que se deben considerar sobre Don Frye al intentar entender su carrera. La primera es que Frye peleó en una época cuando las y principios del deporte no estaban claras. Agarraba la jaula, golpeaba la nuca de sus oponentes y los jalaba por los pantaloncillos, pero en ocasiones tampoco le permitían golpear. Podía recibir una advertencia por dar cabezazos o rodillas a la cabeza o aplaudido por los mismos golpes en otra noche. El panorama de las artes marciales mixtas cambió y Frye hacía uso de las armas que tenía como podía.

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La segunda consideración les ayudará a comprender a Frye. La primera racha de Frye en el MMA, antes de su descanso de cuatro años y su mucho menos impresionante segunda incursión en el deporte, se llevó a cabo en 1996. Frye entró a la escena en febrero de 1996 y tuvo su décima y última pelea en UFC, ganando el torneo con el nombre estúpido de Ultimate Ultimate en diciembre del mismo año. Como Gustavo Adolfo, Frye forjó su camino a la cima peleando, dejando su marca en un panorama y después se alejó de manera tan abrupta como su inicio.

Don Frye entró en UFC 8 junto con su antiguo entrenador de lucha, Dan Severn en su esquina y en su primera pelea enfrentó al peleador de Pakua-Chan y veterano invicto de cien peleas ficticias a puño limpio, Thomas Ramirez. Frye conectó a su oponente con jabs y ganchos y lo mandó al suelo en segundos.

En su segunda pelea de la noche, Frye ya era considerado uno de los mejores golpeadores que se haya presentado en la promotora. Enfrentó a Sam Adkins, boxeador, y rápidamente lo llevó al suelo para someterlo.

Las dos peleas duraron cincuenta y seis segundos entre ambas y la pequeña parte del mundo que vio los primeros días de UFC sabían que Frye era especial. ¿Por qué era único? Era luchador, como aquellos hombres que se acercaron al MMA pero a diferencia de luchadores como Severn y Shamrock, y después Coleman, Kerr y Randleman, Frye podía boxear. Con 95 kilos y siendo bombero, Frye estaba además en forma. Tenía pasos ligeros y llevaba fuerza en los puños. Los fans siempre quisieron ver nocauts pero la pelea en el suelo se interponía en el camino. Y ahí estaba el hombre que podía y hacía grappling pero siempre buscaba el nocaut.

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Frye ganó el torneo de UFC 8 al superar a Gary Goodridge en la final. El enorme poder de Goodridge le permitió noquear a Paul Herrera con codos desde el crucifijo y mandar a Jerry Bohlander con dos derechas mientras se defendía de una barra de rodilla. Frye tenía años de experiencia en lucha y boxeo. Frye lanzaba jabs y esquivaba los contras de Goodridge, presionando al luchador contra la jaula y lastimándolo con uppers mientras lo sostenía en un clinch. Randy Couture no comenzó a pelear MMA hasta 1997, así que Frye era uno de los primeros luchadores en mostrar lo efectivo que era el boxeo desde el clinch.

El juego tan completo de Frye y su deseo por finalizar sus peleas a menudo lo colocaba en malas posiciones pero tenía buena técnica para sostener a sus oponentes, además de su cinturón negro de segundo dan en judo con el que intentó algunas uchi-mata durante du breve carrera, y usaba sus técnicas contra la jaula en maneras que Randy Couture nunca pudo lograr.

Tal vez el punto más importante a recordar al intentar entender la carrera de Frye es que esto sucedió cuando los hombres aún iban a la jaula para representar sus estilos. En un mundo en el que los hombres decían ser artistas marciales e intentaban demostrar que su estilo era superior, Frye era sólo un peleador y probablemente por eso era el más artista marcial de todos. Cuando sus oponentes trataban de demostrar qué podían hacer con sus estilos (karate, taekwondo, mee yea do), Frye los lanzaba a la lona y les daba una lección.

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La conexión que faltaba en la carrera de Frye era Marco Ruas, "El Rey de las Calles". Ruas era el otro peleador completo de aquel entonces, ya que era peleador de kickboxing y luchador. Frye estaba programado para enfrentar a Ruas en UFC 9 en la que bien pudo era la mejor de las peleas en ese momento, pero Ruas tuvo que retirarse y fue reemplazado por Amaury Bitetti. Esto coincidió con la cruzada de John McCain contra las artes marciales mixtas y UFC 9 se volvió una cartelera extraña en la que se prohibieron los golpes con el puño cerrado. Bog John McCarthy gritaba "¡abre la mano!" mientras Frye conectaba un upper contra el practicante de jiu-jitsu brasileño.

La única derrota en la primera incursión de Frye en las artes marciales mixtas llegó a manos de Mark Coleman. En UFC 10, "The Hammer" hizo su debut y apaleó a Mori Horenstein y Gary Goodridge en nueve minutos. Mientras tanto, Frye se cansó en la guardia de Mark Hall en su primera pelea, golpeando el cuerpo de su oponente desde la guardia cerrada, y eventualmente obligando la finalización después de diez minutos. En su segunda pelea de la noche, Frye enfrentó a Brian Johnston. Tank Abbott bromeó sobre que la estrategia de Johnston sería lanzar la toalla porque "la lucha es la esencia de las peleas ahora… es un prerrequisito". Sin embargo, Johnston sorprendió a todos usando su experiencia en lucha y la ventaja de tamaño que tenía sobre Frye. La finalización llegó debido a los codos que lanzó Frye desde los cien kilos en cuatro minutos y medio, pero ver la pelea se sintió como una eternidad y el equipo de comentaristas notó lo torpe y cansado que había lucido Frye esa noche.

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Cuando Coleman y Frye se enfrentaron en la final, Coleman superó a "Depredador". Frye pesaba 98 kilos, pero Coleman pesaba 108. Coleman entonces estaba en su mejor forma, no era muy poderoso pero era rápido y técnico. Coleman lanzaba golpes y Frye buscaba el clinch. Coleman arrastró a Frye y de inmediato tomó su espalda y las cosas empeoraron desde entonces. Frye era "completo" en 1996 pero no era lo suficiente como para tener habilidades de la nada. Los golpes entraron y Frye intentó atrapar la pierna de Coleman, sólo para ser llevado de regreso contra la jaula y recibir más golpes.

Cuando Coleman pasó la guardia de Frye e intentó su sumisión favorita, Frye pudo usar la jaula para ponerse de pie.

Pero Frye estaba cansado. Había sido derribado una y otra vez, así que la pelea continuó durante once minutos más hasta que fue detenida.

Frye se recuperó al ganar el torneo Ultimate Ultimate 96 en diciembre, derrotando a Goodrisge. Ganó de nuevo por sumisión en la que es considerada una pelea un poco rara (ambos tenían el mismo representante) y superó a Tank Abbott en la final del torneo. La pelea contra Abbott fue buena y una de las mejores presentaciones en la carrera de Abbott. Éste había derrotado a dos oponentes esa misma noche con su increíble poder de nocaut y tumbó a Frye con un jab. Los dos intercambiaban golpes desde el clinch. Mientras Frye empujó a Abbott hacia atrás, éste se resbaló. Luego se agarró de la jaula y eso le permitió tomar la espada de Abbott donde pronto aseguró la estrangulación.

En una jugada parecida a la de su entrenador Dan Severn, Frye luego se mudó a la lucha libre profesional. En 2001, Frye regresó a Pride FC en una pelea contra Gilbert Yvel que nos presentó el intento del peleador de kickboxing por picarle los ojos a Frye en un intento por defender sus derribos. Frye tuvo una de las peleas más memorables en Pride cuando Ken Shamrock –no en la acción del ring sino por la intensidad de la rivalidad entre ambos veteranos. Pero Frye nunca fue la fuerza que fue en los primeros eventos de UFC. idehiko Yoshida lo sometió, luego perdió ante Mark Colean y un nocaut por patada a la cabeza por parte de Gary Goodridge. Frye nunca recuperó su forma pero nos dio una pelea emocionante contra Yoshihiro Takayama y una triste pero emocionante pelea contra James Thompson.

Seguro, fue el mejor por poco tiempo y tal vez se perdió de los mejores años de su carrera al pasar a la lucha libre profesional. Pero Frye había hecho lo que pudo en un deporte que estaba a punto de ser prohibido y en el que no estaba ganando mucho dinero. Hoy en día nos quejamos sobre los salarios de los peleadores, comparemos la estima y respeto que el boxeador, luchador y bombero, Stipe Miocic recibe ahora con la manera en la que el boxeador, luchador y bombero Don Frye era tratado por la sociedad cuando competía en los primeros eventos de UFC. El tipo enfrentó a todos los que le pusieron enfrente, dio el tipo de peleas que todos querían ver y pareció un verdadero artista marcial mixto antes de que existieran los gimnasios de MMA, divisiones de peso y las reglas unificadas. Se merece los honores que UFC le pueda dar y vale la pena pasar un rato viendo su incursión de un año en la jaula de UFC.