Vender test de embarazo positivos, el último grito en Internet
Imagen vía Flickr. Esparta Palma

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Salud

Vender test de embarazo positivos, el último grito en Internet

La venta de estos productos se ha convertido en un negocio muy rentable para algunas embarazadas. Pero, ¿quién los compra? Y, ¿para qué? Las respuestas son escalofriantes.

Por Internet la gente compra y vende de todo: muebles, ordenadores, mantas con pelotillas, zapatos mugrosos y hasta bragas usadas. ¿Qué pasa? Si hay oferta es porque hay demanda… Y esto es lo que más sorprende del nuevo must de temporada en Wallapop: los test de embarazo positivos. ¿Hay alguien que los compra? Pues sí. Y es todo un negocio.

 La tendencia, como casi todo, viene de Estados Unidos. Allí ya hace más de 4 años que la compra-venta de test de embarazo positivos es algo habitual. En España hemos tardado un poco más en darnos cuenta de las grandes posibilidades de este negocio pero ¡ya está! Pon "comprar test embarazo positivo" en Google y verás qué fácil es conseguir uno.

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Yo lo hice. Entré en Mil anuncios y me puse en contacto con la primera persona que vi que los vendía. Paula. Le envié un whatssap: "Hola Paula, ¿aún vendes test de embarazo positivos?". Me respondió a los pocos minutos… "sí, ¿de dónde eres?". Le conté la verdad. Le expliqué que soy periodista y que estaba investigando este tema. Accedió encantada a explicarme su historia. Eso sí, me encontré con una sorpresa: "No me llamo Paula, me llamo Silvia. Utilizo un nombre falso porque me da un poco de vergüenza hacer algo así por ingresar un poco más de dinero en casa".

 Silvia tiene 24 años. Vive en San Fernando (Cádiz) y está embarazada de 27 semanas -de ahí que pueda vender test de embarazo positivos, claro-. Me cuenta que lo hace por temas económicos. "Me quedé sin trabajo y sin paro. Tuve un mes sin ingresos y se me ocurrió la idea. Vi que la gente vendía por Internet su propio test de embarazo. El test con el que habían descubierto que estaban esperando un bebé. Yo pensé: el mío no lo vendo, pero si hay alguien a la que le interese eso voy a vender otros".

"Compro el test más barato del mercado y me saco 30 euros limpios por cada meada", dice Silvia.

Obviamente no es la única. Kissayry también vende test de embarazo positivos por Internet. En su caso, la idea se la dio una amiga: "me pidió que le regalara mi test de embarazo. Yo no quise dárselo pero ella insistió y me acabó ofreciendo 50 euros. Entonces se me encendió la bombilla".

La bombilla de un negocio simple y muy rentable. Compra el test más sencillo que hay en la farmacia, lo rocía de pipí, lo guarda en la cajita y lo envía por correo a su compradora. Todo por 50 euros. Le pregunto a Kissayry por qué ha marcado ese precio, "10 euros del test, 10 del envío y 30 para mí", me responde.

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30 euros limpios por mear en un palo de plástico. Y con la incontinencia urinaria que tiene una mujer embarazada… No sé vosotros pero yo empiezo a pensar que estas tías deberían estar dando charlas de innovación empresarial y nuevas líneas de negocio en ESADE.

Especialmente Silvia. La tía le ha dado una vuelta de tuerca a su empresa y ha ampliado su línea de productos. Ella no solo vende test de embarazo positivos sino que también ofrece su propia orina. La meada se paga a 20 euros. "Es más barato porque me sale más económico el tarrito para orinar que el test", explica. La cara que se me queda a mí al calcular mentalmente la cantidad de dinero que perdí las miles de veces que tiré de la cadena durante 9 meses de embarazo no hace falta que os la describa.

Silvia me explica que su producto es todo un éxito. Dice que recibe más peticiones de orina que de test de embarazo. Pero por qué, le pregunto yo inocentemente. "La orina da mayor credibilidad. La persona puede comprar el test y hacérselo al momento. Puede incluso repetirse el test si su novio no se lo cree. Teniendo la orina siempre le saldrá positivo", responde ella.

El engaño perfecto. Eso es lo que venden estas chicas, la posibilidad de engañar a alguien, de hacer creer a una persona que estás embarazada. Silvia se defiende: "yo lo pongo especialmente para bromas pero tú sabes, hay de todo." Y, efectivamente, hay de todo.

Pese a que las dos me explican que nunca preguntan, las mismas compradoras les cuentan para qué quieren el test de embarazo positivo. "Me he encontrado con chicas que directamente me dicen que lo compran para enseñárselo a su novio y conseguir que se casen con ellas o para que se hagan cargo de ellas o para que se muden con ellas" me explica Kissayry.

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Puede parecer que esto es imposible en pleno siglo XXI pero, sin embargo la psicóloga Julia Pascual tiene otra lectura al respecto: "Muchos hombres quieren dejar a su pareja pero si se enteran de que está embarazada no lo hacen. Muchos se acobardan y siguen con esa persona y hay muchas mujeres que saben que con un embarazo pueden manipular o dominar las relaciones de pareja. El hombre aún está debilitado ante un embarazo. En la historia de la humanidad siempre ha estado muy mal visto dejar a tu pareja embarazada y abandonarla. En el momento en el que un hombre se entera de que su pareja está embarazada afloran unas dinámicas psicológicas y sociales que lo bloquean y provocan que siga con la relación."

"Me he encontrado con chicas que directamente me dicen que lo compran para enseñárselo a su novio y conseguir que se casen con ellas"

Evitar una ruptura, poner a prueba a tu pareja o conseguir un mayor nivel de compromiso en la relación son solo algunos de los motivos que se esconden detrás de la compra de estos productos. Pero hay muchos más. La psicóloga Julia Pascual advierte que detrás de esta compra pueden esconderse mujeres con trastornos de personalidad. Chicas que fingen ese embarazo para captar la atención de su pareja y lograr más cariño. "Vendría a ser algo parecido a las personas que padecen el síndrome de Münchhausen. Se trata de una enfermedad en la que las personas fingen patologías para que las cuiden", comenta Julia Pascual.

Pero la mentira se descubre muy pronto, ¿no? "No. Si se lo montan bien pueden mantener la mentira hasta 4 meses. Es más, pueden inventar que lo han perdido. El caso de mujeres que necesitan atención es clarísimo. El falso embarazo hace que consigan su objetivo de ser más mimadas pero el posterior aborto aún lo refuerza más. Pueden hacerse las víctimas durante 2 años", dice la psicóloga Pascual.

También puede suceder que esa mentira les sirva para quedarse embarazadas realmente y pillar a su pareja para siempre. Kissayry le da vueltas a esa posibilidad. Obviamente nunca sabe lo que hacen con su test pero cuando sospecha que es para engañar a alguien… "no accedo a ese tipo de ventas. Ni aunque me ofrezcan más dinero del que yo pido", me dice.

Después de todo esto y cuando ya me dispongo a escribir el guión de una película de sobremesa Silvia y Kissayry me advierten que la mayoría de mujeres que se ponen en contacto con ellas buscan el test para gastar una broma a su pareja, a su familia o amigos. Una broma… ¿Inocente? "Detrás de una broma así también puede haber la intención de testar qué piensa tu entorno y qué reacción tiene", comenta Julia Pascual.

Va a ser cierto eso de que entre broma y broma la verdad asoma.