Salud

¿Soy una mala persona por no echar de menos a mis amigos después de todo este tiempo?

Estoy harto de las videollamadas y quiero estar solo.
quarantena
Ilustración por Matteo Dang Minh 

El confinamiento nos obliga a cuestionarnos la relación que tenemos con nosotros mismos, con el mundo exterior y con los otros. Así que hemos hablado con un experto para que nos responda a nuestra pregunta.

Pregunta: Al comienzo de la cuarentena, todo el mundo tenía ganas de hacer videollamadas grupales. Era la única forma de estar cerca de tus amigos y familiares, de poder “salir” y tomar una copa juntos. Pero pronto deje de pasármelo bien. Ahora cada vez que termino una llamada, me parece que no he dicho o sentido nada importante. A menudo, me entra dolor de cabeza. Me vale con chats en privado, de una sola persona.

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Pero aún hay más. Creo que me he acostumbrado a la situación, y mis pensamientos son como una multitud de voces (no siempre buenas) que a menudo son la única compañía que quiero tener. No estoy completamente aislado, contesto a lo mensaje a mi propio ritmo, pero no puedo dejar de preguntarme: ¿soy una mala persona si no echo de menos a mis amigos tanto como debería? ¿O simplemente me he vuelto independiente?

Respuesta de Gianluca Franciosi , psicólogo y psicoterapeuta:

Cuando se impuso el confinamiento, todo el mundo estaba entusiasmado con la novedad de las videollamadas. Al principio, muchos lo vieron como una herramienta útil para comunicarse con sus amigos, casi compulsivamente, y como una forma de lidiar con “la nueva normalidad”. Pero las conversaciones grupales se convirtieron en un relleno, como otra tarea más que añadir a la lista diaria, y una fuente potencial de estrés.

La comunicación virtual no reemplaza realmente al salir con tus amigos en persona. Aunque puedas verles la cara y emociones, no puedes estar físicamente cerca y tocarlos. Además, durante las videollamadas, con frecuencia sientes que te está observando todo el mundo, incluso tú mismo. Si sales con tus amigos, puedes hablar con dos personas primero, luego con otro grupo pequeño, y luego otro, y no tienes esa sensación de que todo el mundo te presta atención constantemente (o a tu espacio personal de fondo).

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Asimismo, hablar con gente cercana y querida una por una puede ser agotador después de un tiempo. Los días son iguales ahora mismo, como las noticias. Quizás no hay demasiado de lo que hablar. También debes tener en cuenta todos los problemas técnicos de las videollamadas, como la mala conexión, que pueden arruinar el momento. Al principio, puede que no te molestaran, pero, a medida que pasa el tiempo, se van volviendo cada vez más difíciles.

En general, tu pregunta es válida, pero no es la mejor forma de plantearse las cosas. Si no echas de menos a alguien no es que seas necesariamente inmaduro, y el deseo de estar solo no te vuelve independiente. El contacto social es importante, pero estamos en nuestro derecho de recalibrarlo según nuestras necesidades durante un periodo específico. Tu deseo de ser menos social es probablemente una desintoxicación de las primeras semanas, en las que la intensidad de la comunicación sobrepasó a la calidad.

Básicamente, no creo que no eches de menos a la gente que quieres; tu reticencia viene del hecho de que tus relaciones están limitadas por las circunstancias. Si quieres mantenerlas vivas, quizás deberíais ver películas, hacer deporte juntos o leer los mismos artículos. Pero solo si te apetece. Obviamente, es más difícil decir que no en este momento, pero a veces es necesario para nuestra salud mental.