La extraña historia del exmejor amigo de Leonardo DiCaprio
Fotos cortesía de Dana Giacchetto.

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La extraña historia del exmejor amigo de Leonardo DiCaprio

Recordamos la época en la que DiCaprio tenía cacatúas, montaba fiestones en los apartamentos más lujosos y su mejor amigo se convirtió en un estafador que desapareció con millones de dólares.

A mediados de los 90, Leonardo DiCaprio era el rey del mundo. La estrella de cine con carita de bebé estaba a punto de interpretar el papel principal en Titanic y le gustaba pasar parte de su tiempo libre con Dana Giacchetto, un exinversionista bancario y miembro del grupo de música new wave Breakfast in Bed, en su ático de Broadway y Cortlandt, en Manhattan. Los dos amigos tenían sendas cacatúas que se llevaban muy bien llamadas Ángel y César, y organizaban fiestas espléndidas para las personas más poderosas de las industrias del cine, la moda y las finanzas de la década de 1990: Michael Stipe, Andrew Cuomo, Kate Moss, Winona Ryder, Harmony Korine, Alanis Morissette y otras celebridades.

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Entre las cosas que suelen hacerse en fiestas que terminan tarde, como derramar botellas de champán carísimo por todos lados, algunos invitados hacían tratos de un millón de dólares ya avanzada la noche; al menos eso es lo que cuenta Giacchetto. Su vida de lujo se acabó en el año 2000, cuando fue arrestado y declarado culpable por haber cometido fraude según la Ley de Asesores de Inversión. Después de eso, la mayoría de sus clientes lo abandonaron y el Tribunal lo sentenció a una condena de 57 meses en la cárcel por apropiarse indebidamente de aproximadamente nueve millones de dólares. Gracias a su buen comportamiento, el tiempo ya cumplido en prisión y su voluntad por entrar en un programa de rehabilitación, fue puesto en libertad antes de tiempo, pero su vida no ha vuelto a ser la misma.

La caída de Giacchetto comenzó en 1988, cuando su madre, Alma, le prestó casi doscientos mil dólares para que pudiera fundar el grupo Cassandra. Entonces Giacchetto trabajaba como contable en la compañía Boston Safe Deposit & Trust y utilizó sus credenciales para convencer a sus amigos de bandas de new wave y punk de que invirtieran en un grupo para gente guay del mundillo artístico.

Gracias a sus habilidades para los negocios y su trayectoria en el rock, Giacchetto comenzó a trabajar en Sub Pop Records, el sello más representativo de música indie de la época que se hizo famoso y quebró simultáneamente al haber sacado el primer disco de Nirvana, Bleach. Poco después, Giacchetto trabajó como gerente comercial de todos los artistas de Sub Pop, así como para los Smashing Pumpkins, Alanis Morissette, Phish, Victoria Williams, Q-Tip, R.E.M. y varios de sus agentes y representantes. Giacchetto fue a la cárcel por haber robado nueve millones de dólares a varios de estos clientes, incluyendo a Phish, quienes perdieron cerca de un millón según el New York Times. La Comisión de Cambio y Bolsa había encontrado irregularidades en los libros contables de Cassandra desde septiembre de 1997. (Giacchetto había utilizado una variante del conocido ardid de crear activos fraudulentos en el cual un activo se toma para cubrir otro que ha desaparecido).

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El fiscal declaró que el plan utilizado por Giacchetto consistía en explotar indebidamente las cuentas de los clientes del grupo Cassandra, así como girar cheques de la firma de servicios financieros Brown & Co. Fue capaz de cobrar estos cheques a pesar de que algunos fueron hechos a nombre de celebridades como Ben Stiller.

"Yo fui una persona con un éxito extraordinario, más allá de lo que hubiera soñado, volé muy cerca del sol y, ya lo sabes, me quemé muy fuerte", nos dijo cuando lo conocimos en Nueva York este verano.

Después de decirnos que no tenía mucho tiempo para hablar con nosotros, pues tenía una reunión con su abogado y con el FBI, insistió en que era inocente y sostuvo que había sido acusado y condenado porque había personas dentro de Hollywood que estaban tratando de mantenerlo fuera de la vida elitista, poderosa y llena de celebridades de Hollywood, que para él era como el Olimpo.

"Creo que hay algo de cierto en la idea de que Hollywood es como una imagen vacía y superficial; pero a veces la gente lo dice porque es un negocio construido sobre el artificio y la fantasía", nos dijo. "Esto no quiere decir que no sea legítimo. Solamente significa que, contextualmente, tienes que ponerlo en perspectiva y creo que a la gente eso le da envidia".

Conseguir las entrevistas con Giacchetto fue tan absurdo y complicado como un set de filmación de Hollywood. Un día se negó a hablar con nosotros en su loft del SoHo porque había personas "rompiendo y reparando el suelo". En otra ocasión no nos permitió entrevistarlo en su casa porque pensaba que después de leer este artículo, el FBI se enteraría de todas las obras de arte que poseía: los Basquiats, los Schnabels… Cuando por fin lo conocimos en persona, llegó con sus padres. Nos pidió que entrevistáramos a su padre, Cosmo, y que le diéramos publicidad a la novela autopublicada de su padre, escrita en los 60. Al día siguiente llegó con Bruce Pavitt, el fundador de Sub Pop Records y nos quiso vender una "nueva app que va a revolucionar la industria de la música".

En cada reunión, Giacchetto prometía que nos iba a traer fotografías de sus años con DiCaprio. No le creímos, pero en nuestra última entrevista llegó con una mochila de viaje llena de cientos de fotos como éstas, en las que aparece DiCaprio en plena fiesta. El modo en que Giacchetto pasaba las fotos nos recordó a un padre que muestra las fotos de sus hijos, y no porque a Giacchetto le gustara presumir sobre su vida disipada durante los 90, sino porque estas celebridades alguna vez fueron sus amigos. Cuando fue a prisión, la mayoría lo abandonó.

Desde luego, esto no ha detenido a Giacchetto para hacer negocios con los ricos y famosos. Además de la presentación de su app para el móvil con Pavitt, está representando una nueva línea de artículos de comida de lujo que te permitirá comer langosta termidor con solo abrir una lata.

Aquí puedes ver nuestro documental sobre Dana como parte de nuestra nueva serie El verdadero, titulado "¿El verdadero Lobo de Wall Street?"