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Llegar tarde

Españoles que llegan extremadamente tarde nos explican por qué lo hacen

Así improvisan sus excusas.
Ilustración por Aina Carrillo. Imágenes originales vía Mpho Mojapelo en Unsplash , Pim Chu en Unsplash 

Hay dos tipos de personas: los que llegan tarde y los infelices. No lo digo yo, lo dicen los científicos. Sea como fuere, hay un gran número de personas en nuestro entorno que siempre llegan tarde, tardísimo, y torean a los demás en un alarde de imaginación con excusas totalmente creíbles que no dejan lugar a reproche alguno. Otras no lo son tanto.

A veces esas personas se llevan sendas reprimendas que no sirven para nada porque al día siguiente esa persona volverá a llegar tarde en un bucle de despreocupación que lo único que provoca es que a la larga su entorno acepte, resignado y a ragañadientes, que nada va a cambiar mientras se pudre lentamente por dentro a la vez que redefinen los parámetros de la paciencia humana. Eres de unos o de otros, no hay más vuelta de hoja.

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Pero, ¿por qué no dejan de llegar tarde? ¿No les importa ni lo más mínimo que los esperen? ¿Cuesta tanto salir 10 minutos antes? La verdad es que sí, cuesta y mucho. Porque los que somos de esta condición —sí, soy sumamente tardón— deformamos el tiempo a nuestro antojo dentro de nuestras cabezas, que divagan entre el Tigris y el Éufrates con dudas oportunas de última hora que debemos resolver justo antes de arreglarnos: "¿La protoescritura es del neolítico o el paleolítico superior?".

Sí, este podría ser UN MOTIVO DE PESO.

En fin, siempre creemos que tenemos la sartén por el mango, que sobra tiempo, y siempre nos pilla el mismo toro con el asta de las prisas, las disculpas o las excusas. Para saber cómo pensamos, me he puesto en contacto con impuntuales para que te den esa explicación que tanto mereces.

Xènia, 24 años

Mira, ahora mismo son las 18:24 y había quedado a las 18:00. ¿Dónde me encuentro? En mi casa tumbada en el sofá viendo “Los viajes de los Apóstoles: Jerusalén al norte” en La 2.

¿Por qué llego tarde? Me he leído estudios sobre esto, y se supone que soy muy feliz. También pienso que la gente, cuando queda en grupo, no me necesita. Entonces tengo tiempo para dedicarme a otras cosas de la vida que me hacen más feliz, y luego ya podré estar con ellos. Si llegara pronto, me quitaría de hacer mis cosas. Es una manera de canalizar mi egoísmo, es la forma suprema de hacerlo hacia el mundo. Primero yo, lo que me hace estar tranquila y bien, y luego ya la gente.

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"En las cosas que son obligatorias no llego tarde, pero en la uni, que no es obligatoria, ya llegaré cuando me dé la gana"

Cuando miro el reloj y me quedan, no sé, 30 minutos, comienzo a ocuparme a tope ese rato: miro todos los vídeos de internet o hago todas las cosas que no he hecho las 2 horas anteriores. Es entonces, cuando procrastino, que me pilla el toro.

Para que no se enfaden, tengo una técnica. Normalmente mis amigos me piden que diga yo la hora porque siempre llego tarde. La pongo, pero sé que llegaré tarde aunque luche para cambiarlo, así que lo que digo es que les avisaré cuando salga de casa para que no tengan que esperar mustios solos en la calle. Es una buena solución.

En las cosas que son obligatorias no llego tarde, pero en la uni, que no es obligatoria, ya llegaré cuando me dé la gana. Hubo un caso en que miré a los ojos a una profe de la uni y le dije: “Escúchame, nunca voy a llegar a las 8:30 de la mañana porque no funciono, así que tenemos que buscar otra solución”. Otra muy gorda fue un día que tenía solo 3 horas de clase y llegué cuando faltaban 15 minutos. Literalmente me chupé 1 hora de camino para 15 minutos por el remordimiento de faltar.

Fernando, 20 años

¿A caso le exigieron puntualidad al segundo faraón de la IV dinastía, Keops, cuando mandó a construir la gran pirámide de Guiza? ¿A caso le exigieron puntualidad a Hipatia de Alejandría cuando se abrió paso como la primera científica de la historia? ¿A caso le pidieron puntualidad a Sir Isaac Newton cuando descubrió las leyes del movimiento, cuya obra culminó la revolución científica? ¡¿Verdad que no?!

¿Si las eminencias más famosas de la historia no tuvieron prisa ni exigencias de hora, por qué iba a tenerlas yo?

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"Es como si alrededor mío el espacio comenzara a curvarse y la concepción del tiempo empezara a ir más lenta"

Es lo que intento explicar cada vez que alguien se enfada porque llego tarde. Pongo cara de corderito, y suelto alguna tontería que haga reír, o me invento una excusa que no pueda tener mucha réplica como el tráfico, que en el trabajo me han pedido que me quede o ayudar a una anciana a subir la compra a un ático sin ascensor.

La movida es que los parámetros del tiempo se deforman por completo. ¿Has visto en Interestellar que pasan 40 años cuando bajan a salvar a Matt Damon por la teoría del espaciotiempo? Es como si alrededor mío el espacio comenzara a curvarse y la concepción del tiempo empezara a ir más lenta. Sí, mi cuerpo es pura física teórica. Es la única explicación que puedo dar. Esa y que soy optimista por naturaleza. Cada mañana confío en no llegar tarde. Cada mañana llego tarde. Es así.

Ilustración por Aina Carrillo

Judith, 27 años

Es como si el destino quisiera que nunca llegara pronto. Siempre pasa algo, como cosas muy raras. Puedo estar preparándome 2 horas antes, pero siempre llego 2 horas después. Me ha pasado, por ejemplo, en una entrevista de trabajo. Yo pienso que si ese puesto tiene que ser tuyo, lo va a ser 30 minutos antes o 30 minutos después. Es cuestión de actitud.

En una entrevista, por ejemplo, dije que había ido en taxi desde casa y había tráfico. Luego pensé que estaba mi dirección en el currículum y vieron que vivía a 10 minutos andando. Me imagino que por eso no me llamaron.

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Hace 27 años que vivo con este drama y lo intento solucionar a conciencia, pero es que da igual. Es todo mentira. Ya sea porque pones música y te entretienes, que te empanas haciendo cualquier cosa, que tienes que hacer una lavadora y la haces, con el despiste de meter tu mochila con todo tu dinero, o cualquier otra cosa. Esas cosas que puedes hacer perfectamente una vez vuelvas a casa después de haber quedado pero que yo hago justo antes de salir y ocurren cosas extrañas.

"Creo que cuando alguien queda conmigo y me conoce, lo asume porque forma parte de mi encanto"

Sí que es verdad que el momento de mala conciencia ya no lo tengo. Creo que cuando alguien queda conmigo y me conoce, lo asume porque forma parte de mi encanto. Si no me conoce, pues al llegar te ríes. Un poco de ji,ji ja,ja día tras día hasta que se acostumbre.

Una vez quedé con un chico, mi actual novio, y el pobre me dijo que salía de la playa, que llegaría un poco tarde. Yo, superindignada, le dije que si quería no quedábamos. Ya sabes, el drama del principio que siempre queda bien. Al final él vino sin irse a cambiar y yo llegué una hora tarde. Ese es uno de los días que más tarde he llegado y peor me he sentido.

Gabriel, 28 años

Una vez dije a mi jefe que llegaba tarde porque se me había roto la moto en mitad de la autopista. Mi jefe me dijo que no me preocupara, que me iba a recoger con el camión. Como era mentira, tuve que vestirme escopeteado, pillar la moto y ponerme a 300 km/h para llegar antes que él y fingir que mi moto no arrancaba.

Muchas veces me ha pasado de quedar con alguien, por ejemplo, a las cinco de la tarde e ir con 10 minutos de margen por la calle. Voy para el sitio y de camino me encuentro a alguien. Lo saludo, risas y cervecita. Comienzo a liarme, digo que me tengo que ir como 150 veces pero pasa el rato y sigo con la cuarta cerveza en la mano porque estoy a gusto. La otra persona, como es lógico, me llama. ¿Qué hago?, te preguntarás. Pues o no lo cojo o le suelto cualquier milonga, como al final no quedar porque me ha surgido algún contratiempo.

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"Mis amigos ya me conocen, pero cada uno es como es, ¿no?"

Le intento poner remedio. Últimamente llego bastante menos tarde por el tema que te confías, lo tienes todo listo para salir, pero pasa algo o el maldito tiempo le da por correr y se te echa encima. Es cuando comienza el lamento. “No volveré a llegar tarde, me tengo que preparar antes” me digo, pero lo repito. Mis amigos ya me conocen, pero cada uno es como es, ¿no?

El caso más bestia no fue por esa desidia de olvidarme algo. Quedé con una chica sobre las 18:00, le dije que estaba trabajando aunque era mentira. Ya había plegado, pero justo antes quedé con otra chica que me gustaba más. Como con esta todo iba genial se iba alargando (ya eran sobre las 18:15), avisé a la primera de que por cosas de trabajo al final no podía quedar. De mientras, risas y complicidad hasta que me di de bruces con la primera chica justo en el bar que llevé a la otra chcia. No supe dónde meterme.

Pol, 36 años

Yo antes siempre llegaba puntual, incluso unos minutos antes para asegurarme estar a la hora en la que me habían citado. Esto duró hasta los 18 o 19 años. A partir de entonces, como mis colegas siempre llegaban tarde (veinte o treinta minutos tarde) fui perdiendo esta bella costumbre de la hiperpuntualidad y me fui convirtiendo en un ser mediocre como el resto del mundo. La pureza había sido pervertida por la triste realidad de la vida adulta y de sus fracasos constantes. Ahora, por defecto, casi siempre llego tarde porque sé que la gente no llegará a la hora establecida.

"Cualquier cosa antes que aceptar que he cometido un error"

Más que excusas, cuando llego muy tarde y las otras personas llevan un buen rato esperándome, lo que hago es quitarle hierro al asunto e intentar que entiendan que “tampoco pasa nada”, que “haber llegado tarde tampoco causará un daño REAL a nadie”, que “este planeta seguirá girando pese a que haya llegado 45 minutos tarde, incluso seguirá girando una vez hayamos muerto todos” y que “realmente no importamos nada y no somos nada”. No sé, me pongo de este palo; cualquier cosa antes que aceptar que he cometido un error.