La paja humana
Cuando volví ellos dos habían comenzado a follar. "Qué rico", dije en alto. Me acerqué y subí a la cama por los pies de mi colega con la mala suerte de que sus deditos rozaron mi bolsa escrotal porque mi pequeña cama de 90 empotrada en la pared no dejaba margen de maniobra.Me acerqué y subí a la cama por los pies de mi colega con la mala suerte de que sus deditos rozaron mi bolsa escrotal
Tomé conciencia de tal despropósito y pasé a la acción, aunque, de nuevo, no supe tomar la mejor decisión. Agarré de las caderas a la chica y la acerqué hacia mí. Mi cíclope de cabeza morada estaba firme y me abalancé sobre ella, pero como mi amigo seguía debajo, no supe dónde poner mis zarpas que terminaron sobre sus velludos y viriles muslos mientras yo empujaba con algo de desconcierto.Él comenzó a reír. Normal. A ella se le cortó el rollo al ver de frente la carcajada. Normal. A los pocos segundos terminó el peor polvo de mi vida sin que ninguno de los tres llegara, ni por asomo, al orgasmo.Dani, 27 años"Pensamos que todo es posible en el sexo y que somos muy abiertos, pero no es cierto. Nos faltan habilidades eróticas para según qué cosas" – Francisca Molero, sexóloga
Este caso no es tan raro porque una cosa es tener la fantasía y otra bien distinta es llevarla a cabo. Pensamos que todo es posible en el sexo y que somos muy abiertos, pero no es cierto. Nos faltan habilidades eróticas para según qué cosas. Además, si con dos personas suelen haber problemas para romper el hielo y dejarse llevar, es mucho más complejo cuando introduces a un tercer sujeto en la ecuación.
Si la mente está activa y no dejas que fluya, quieres controlarlo todo y es contraproducente. La risa pudo ser el elemento para bajar la tensión y perder la sensación de ridículo, pero al enfadarse se magnificó. En el fondo lo probaron por probar y eso no acaba funcionando porque no tienes vínculos que creen el deseo.
Infalible pero precoz
Parecía una porno, una a cada lado y jugueteando con su mástil un ratito cada una. Tras un par de minutos de desconcierto, nos dejarnos llevar, aunque él se relajó mucho —muchísimo— más que nosotras. Quizás fue la situación morbosa o mi don innato con la lengua, qué se yo. El caso es que se la estaba comiendo mientras se daba el lote con mi amiga y de repente soltó un "¡para, para, que me corro!". Demasiado tarde. Menos mal que después pudo cumplir tras un rato de coñas y bromas."La risa disminuye la ansiedad de ejecución. Hay que tomar ejemplo del sentido del humor"– Francisca
La risa es la diferencia con el anterior caso, ya que disminuye la ansiedad de ejecución. En cualquier situación puedes encontrarte el resultado que no se espera, pero si las cosas no se dramatizan, se puede encauzar y hacer que funcione. De algún modo se conocían y el nexo era la chica bisexual, que tenía la iniciativa y "guiaba" a los otros dos.
Es un claro ejemplo de que ante cualquier situación que a priori parece horrible, se puede dar la vuelta con sentido del humor, relativizando la situación y volviendo a empezar. Hay que tomar ejemplo.
El almacén
Era la primera vez que hacía sexo a tres bandas y no era cómo me imaginaba. Mi cabeza estaba un poco aturdida y mi flujo sanguíneo no terminaba de bombear suficiente sangre. De repente, lo que faltaba: llamaron a la puerta . Tras unos segundos de desconcierto, mi amigo siguió con su respiración desaforada hasta agonizar en el abismo de placer que provocó la exhumación de fluidos sobre su mano y el suelo.Por mi parte todo iba a peor. No conseguí que se me empalmara del todo y no pude ni meterla. Asumí la situación y dimos el encuentro por finalizado. Abrimos la puerta y nos encontramos la sala vacía y las luces encendidas. Joder, perdimos la noción del tiempo. La chica se alarmó y salió corriendo abrumada sin recoger ni su bolso ni su chaqueta del guardarropa.Jose Luís, 27 añosMi amigo siguió con su respiración desaforada hasta agonizar en el abismo de placer que provocó la exhumación de fluidos sobre su mano y el suelo
Si hablamos de fantasías de chicos, el trío estereotipado se compone por dos chicas. Pocos chicos fantasean con hacerlo con un amigo, y más si los dos son heteros. Además, está el tema de la equidad o la reciprocidad, que se complica a tres bandas. Si uno lleva la iniciativa puede dejar al otro a un lado.
En este caso, si no hay suficiente erección, la persona lo nota y se bloquea para seguir participando en el juego. Es frustrante, aunque también comprensible porque se quedó descolocado al romper expectativas y los agentes externos no ayudaron a que fluyera solo.
Los becarios dominarán el mundo
Extasiada por el reverdecer de una ingente cantidad de estrógenos, le ensarté un beso y la integramos en nuestro improvisado plan carnal. Mi primer trío ya era real.¿Cuál fue mi sorpresa? A la que nos pusimos a follar, el imbécil del jefe comenzó a pasar de mí y se centró solo en ella. Era descarado. Un impetuoso sentimiento de recelo hizo que agarrara mis cosas y me marchara. "Si lo que querías era tirarte a la becaria, no sé qué hacías conmigo", solté. Cerré la puerta y ellos siguieron fornicando como si nada. Fue humillante.Cristina, 26 años"Si lo que querías era tirarte a la niña becaria, no sé qué hacías conmigo", solté
Aceptó compartir cuando en el fondo no lo deseaba. Ella quería exclusividad, pero accedió porque estaba desinhibida por los efectos del alcohol. Para nada fueron celos. Quizás ni si quiera fue consciente de que él estuviera más pendiente de la becaria, pero sin querer lo vio así porque esa situación no era lo que buscaba en un principio. No es fácil ser asertivo en estas situaciones.