Fotografía vía usuario Flickr Loreto Gatica/cc by 2.0
El único ventilador que había en tu casa se ha estropeado. Te has duchado dos veces en contra de tu voluntad y sientes que con tu despilfarro de agua para no sentir tanto calor vas a acabar con el planeta. Necesitas salir de casa ya para que te toque el aire. Ir a un sitio en el que haga menos calor. Temes acabar asado como un pollo, que alguien abra la puerta y se asfixie de golpe.