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Visitamos uno de los cinco Shared Machine Shops de Europa

Los D2C son modelos donde productor y consumidor contactan sin ningún intermediario.

En plena zona de Poblenou encontramos uno de los pocos coworkings de Europa que se dedica a la fabricación. Se llaman Shared Machine Shops, o talleres compartidos. Aquí los D2C (designer to consumer), desarrollan, fabrican y venden sus productos sin intermediarios. El concepto de coworking se une al concepto de taller para construir un espacio donde el diseñador, el carpintero, el arquitecto o el artesano puede crear y exponer sus diseños únicos y hechos a mano.

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Inspirados en la filosofía de la economía colaborativa y el Share It Instead Of Own It, Pedro Pineda, junto con Ariadna Scaparone, lanzaron la iniciativa conjunta entre ATTA33 y TMDC, para crear un espacio que da vida a nuevas creaciones de grandes artistas emprendedores.

En este taller se ofrecen servicios de fabricación digital, diseño, asesoría y consultoría a los usuarios que lo deseen, pero también se puede encargar la fabricación y diseño de piezas a medida de cualquier tipo. De este modo, los que lo prefieran, podrán confiar su proyecto a expertos y especialistas para que lo lleven a cabo.

Trabajan la madera, el mármol y todo tipo de materiales con una maquinaria que de otro modo a los usuarios de este espacio les sería prohibitiva. Les une la pasión de crear y gracias a ese apoyo mutuo comparten mucho más que sus herramientas: también experimentan una nueva forma de vivir.

“La idea surgió en el año 2010 durante el Festival de diseño de Berlín”, explica Pineda, “nos invitaron a participar y nos pareció interesante llevar la maquinaria y que la gente viera cómo era el proceso de diseño”. Al crear ese espacio único y abierto están contribuyendo a fomentar sinergias que surgen esporádicamente entre los distintos usuarios.

Josep López se dedica a trabajar la madera, pero a veces requiere de alguien que le ayude a solucionar temas de carpintería más avanzados. “Gracias a este espacio puedo tener todas las herramientas a mi disposición sin tener que hacer una inversión inicial y además me ofrece un espacio donde poder compartir ideas y proyectos. Aparte de las máquinas también está la gente en la que te puedes apoyarte e innovar”, explica Josep.

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Muebles a medida, de diseño, creaciones y experimentación con distintos materiales y hasta tablas de skate. Lior Shemesh es un arquitecto israelí apasionado por el mundo skater. Ha creado su propia marca y ha enfocado su trabajo en la combinación de funcionalidad y diseño de calidad.

Un total de 36 personas trabajan en un espacio excepcional y único en la ciudad. Según su cofundador es uno de los cinco de Europa con estas características. A parte de la infraestructura los usuarios pueden acceder al asesoramiento de técnicos especializados que te ayudan en todo el proceso de creación.

Cuando llegamos al Shared Machine Shop, Matías Ferrero, uno de los asesores en diseño industrial, está ayudando a una estudiante en el proceso de fabricación de una idea que le ha dibujado previamente para la su trabajo final de carrera. Matías vino a Barcelona a estudiar un máster en fabricación digital y ahora es quien se encarga de ayudar a los usuarios del ATTA33 a materializar todas sus ideas.

Las herramientas digitales permiten posibilidades para la creación de nuevos elementos que de otro modo son imposibles de realizar. La combinación de la experimentación creativa y la satisfacción de unas necesidades para la producción de ideas fluyen en un entorno cargado de energía positiva donde crear lo que te imaginas es posible.

Matías con una de las texturas diseñadas por él

François es uno de los primeros miembros que entró en el Share Machine Shop de Barcelona