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Comida

La crisis financiera griega podría dejarnos sin queso feta ni aceite de oliva

¿Ensalada griega para el lunch del lunes? Muy bien. Puede que pronto nos enfrentemos a una escasez mundial de queso feta. Además, Grecia necesita nuestro dinero.
Foto von Marzia Bertelli via Flickr

En este momento, tendríamos que tener la cabeza en un agujero para no estar al tanto de la charla en los medios de comunicación sobre qué demonios va a hacer Grecia con la crisis financiera que enfrenta. Se han discutido innumerables ideas de rescate, incluso se lanzó una campaña de crowdfunding, pero nada ha dibujado un camino claro para la salvación de la nación europea.

Y es que no podemos renunciar a Grecia. Ella necesita de nuestra ayuda y nosotros necesitamos su spanakopita.

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Hablando de, quizás deberíamos abastecernos de los ingredientes necesarios para hacer spanakopitas. Rápido. Porque, sin mencionar el desastre y la devastación que podría causar a la sociedad griega, si Grecia cae, también lo hará la oferta de aceite de oliva, queso feta, y otros bienes del país mediterráneo. Corramos por más halloumi.

Abundante por lo general en las tiendas del extranjero, el suministro de aceite de oliva griego está empezando a agotarse ya que la situación de la deuda empeora y los agricultores insisten en recibir pagos en efectivo, algo que los distribuidores no están dispuestos a hacer. Cerca de medio millón de agricultores de olivo viven en Grecia —a menudo en pequeñas granjas familiares— y con los sistemas bancarios nacionales cada vez más disfuncionales, muchos rechazan aceptar transferencias y demandan cash.

Y de acuerdo con The Guardian, muchos distribuidores de aceite de oliva tienen tan poco efectivo que no pueden satisfacer las demandas de los agricultores, lo que resulta en un punto muerto que podría limitar las exportaciones en un futuro próximo. Mientras algunas empresas se esfuerzan por acumular dinero en efectivo, otras están ofreciendo cheques que se puedan cobrar una vez que los bancos reanuden labores, pero quién sabe cuándo vaya a pasar eso.

Los agricultores de aceite de oliva no son los únicos sufriendo dificultades para cobrar; muchos ciudadanos griegos no pueden acceder a sus cuentas, o pueden retirar efectivo limitado de solo €60 euros al día. Esto podría hacer que el acopio de alimentos sea aún más difícil. La mayoría de los bancos están cerrados hasta nuevo aviso, mientras los funcionarios tratan de gestionar la crisis fiscal —aunque siguen sin obtener una resolución después de que los griegos votaran por rechazar la oferta más reciente de un rescate de la Unión Europea—.

Y los supermercados del mundo ya están sintiendo el efecto cuando se trata de llenar sus estantes con productos de la nación.

"La semana pasada no pudimos conseguir ningún envío", le dijo a The New York Post Costas Mastoras, del supermercado griego llamado Titan Foods. También advirtió que "los quesos se agotan más rápido de lo que pensábamos". Predice que sus problemas de inventario empeorarán en las próximas cuatro a cinco semanas independientemente de si Grecia, el tercer mayor productor de aceite de oliva en el mundo, continúe su descenso al caos o luche por enderezarse si se llega a un acuerdo con la UE.

Otra razón para llenar nuestras alacenas con toda la comida griega que podamos almacenar: el país necesita dinero, en caso de que eso no haya quedado claro. Así que, ¡a comer ensalada griega toda la semana! Es una transacción de beneficio mutuo.