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Comida

Algunos restauranteros en EEUU se unen contra Trump

En 2007, Anthony Bourdain dijo que endurecer las leyes migratorias afectaría a los restauranteros. Diez años más tarde, Trump amenaza con deportar a millones de personas relacionadas con la industria.

La elección de Donald Trump como presidente dejó mucha incertidumbre entre los mexicanos indocumentados y, por consecuencia, dudas en la industria restaurantera de Estados Unidos. Los inmigrantes son parte esencial de la cadena alimenticia, desde los campos de cultivo en todo el país –en especial en California– hasta las cocinas de los restaurantes de costa a costa, donde laboran como lavaplatos, meseros, personal de limpieza y cocineros.

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Según un informe publicado por organización Hunger Report, de los casi 13 millones de personas trabajando en la industria restaurantera, un 10 por ciento son extranjeros (información del Bureau of Labor Statistics), muchos de los cuales son indocumentados. Y esta estadística no es exacta, pues en varias ocasiones no son reportados por los dueños de los establecimientos y reciben pagos en negro.

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Existen casos icónicos como el de Cristina Martínez, originaria de Toluca y residente sin papeles en Filadelfia, que reflejan la vida de muchos paisanos. Ella cruzó la frontera sin papeles por primera vez en 2006, un año después regresó a México y en 2009 volvió ilegalmente a EEUU. Después se casó con Benjamin Miller (norteamericano) y fundaronSouth Philly Barbacoa, calificado por Bon Appétit como el sexto en la lista de los 10 mejores nuevos restaurantes en la Unión Americana.

Foto de la página de Facebook de South Philly Barbacoa.

Foto de la página de Facebook de South Philly Barbacoa.

Gracias a Bon Appétit la historia de Cristina se hizo famosa. Esta mujer comenzó trabajando en un restaurante italiano —donde conoció a Benjamin—, continuó vendiendo comida en la calle a trabajadores mexicanos y cumplió su sueño, al fundar su propio local de barbacoa estilo Estado de México; ahora teme que la expulsen del país. La ley actual estadounidense obliga a los inmigrantes que como Cristina entraron de forma ilegal, a volver a su lugar de origen diez años y desde ahí optar por la codiciada Green Card, de nada sirve que esté casada con un nacido en EEUU o que tenga un negocio.

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En vista de su situación, Benjamin, Cristina y un grupo de restauranteros se han unido en caso de que Trump cumpla su promesa de campaña de deportar a 3 millones de residente ilegales con antecedentes criminales —no se sabe de dónde los va sacar porque las cifras oficiales muestran menos personas en esa situación—.

La iniciativa #Right2Work reúne a personas relacionadas con la industria restaurantera en las instalaciones de "South Philly Barbacoa" en varios eventos donde discuten cómo afrontarán desde la cocina, el campo o las mesas este tema; dan asesoría a quienes la requieran y ofrecen cenas con un costo de $50 dólares, dinero que se destinará a una ONG en apoyo a inmigrantes indocumentados.

Food + action in pursuit of justice with @lambtacos at @aquinasctr campus in parish hall on Nov 22. #right2work pic.twitter.com/IgJcsyeOVa

— Bethany J. Welch (@welchbethanyj) October 19, 2016

El 30 de noviembre se llevará a cabo una cena donde participarán los chefs: Nick Macri de La Divisa Meats, Calvin Okunoye de Restaurant Opportunities Center, Elijah Milligan de H2o Kitchen y por supuesto Cristina Martínez.

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Los mexicanos se volvieron indispensables en las cocinas por su dedicación y, se dice, su maestría para preparar miles de salsas. Desde 2012, Anthony Bourdain hablaba de que la verdadera cocina se estaba creando en México, no en Francia o Italia. Incluso, años antes, en 2007, en un entrevista con el Houston Press, afirmó que endurecer las leyes migratorias en la frontera afectaría a los restauranteros.

Pues al parecer esta realidad vive escondida detrás de los fogones o la desconocen los millones de estadounidenses que votaron por Trump y apostaríamos, que en algún momento han consumido comida mexicana. Y es que la National Restaurant Association —que comparte siglas con la tenebrosa NRA— aseguró en mayo pasado que los gringos gastan 40 mil millones de dólares al año en tacos, tortas, pozole, burritos, y cuanta comida mexicana se les atraviesa. Sí, los mexicanos somos sus preferidos cuando tienen hambre, pero no tanto cuando votan.

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Para saber más sobre el movimiento #Right2Work y sus próximos eventos en Estados Unidos visitar la página de Popular Alliance for Undocumented Workers' Rights.