Workaholics: Los plátanos Foster son el mejor postre y lo puedes hacer en 10 minutos

En nuestra nueva serie de cocina Workaholics, invitamos a chefs, bartenders y otras personalidades del mundo culinario —timadores expertos— que saben trucos y consejos para preparar comidas rápidas y creativas después del trabajo. Cada platillo presentado en Workaholics toma menos de 30 minutos en hacerse, pero nunca sacrifica el sabor. Son recetas probadas y aprobadas por quienes están siempre ocupados y tienen buen gusto en la comida.

Hay una razón de por qué los dulces de plátano no tienen un sabor real. La fruta en la cual se basa el sabor artificial (el plátano Gros Michel) se extinguió hace décadas debido a una enfermedad. En la actualidad, comemos plátanos Cavendish; un dato que muchos de nosotros en MUNCHIES no sabíamos hasta que Dana Cree visitó nuestra Cocina Experimental. La chef de pastelería nominada al premio James Beard nos visitó para enseñarnos su postre favorito para comer después del trabajo —plátanos Foster— y aprovechó para darnos un par de clases de historia.

"Me sumerjo en todos los recovecos de internet", explica, mientras derrite la mantequilla y el azúcar moreno en una sartén. "Gran parte de mi trabajo y platillos se basan en la información que encuentro en esos recovecos", incluyendo la receta de hoy. "Literal, es una de las cosas más sencillas de preparar, pero su creación tuvo lugar en los restaurantes más sofisticados, era un platillo servido en una mesa lateral".

El platillo —plátanos caramelizados servidos con helado de vainilla— surgió a mediados del siglo XX en Nueva Orleans, el puerto receptor de plátanos provenientes de Sudamérica más grande de EEUU. Los meseros preparaban la fruta en una mesa lateral, cocinando una mezcla de mantequilla, ron y azúcar, antes de flamear la preparación para evaporar el alcohol y sorprender a los clientes.

"Adoro cuando podemos revivir las viejas tradiciones, aquellas que aún conservan un tinte de elegancia inherente, en nuestra vida diaria", dice Cree, rebanando un plátano en rodajas gruesas para evitar que se quemen. "Los plátanos Foster pueden acompañar cualquier cosa; puedes usar helado, hot cakes, pastel, pan francés… tu cuchara. Son muy versatiles".

Sin embargo, para esta versión Cree usa su propio helado casero. Antes de convertirse en la chef ejecutiva de pastelería en los restaurantes Publican de Chicago, Cree se graduó de la universidad del helado (en serio; terminó un Curso Rápido de Helados en la Universidad Estatal de Penn), creó su propia marca de helados y hace poco publicó su primer libro de cocina, Hello, My Name Is Ice Cream: The Art and Science of the Scoop. (¿Deberíamos decir helado una vez más? Helado.)

"Es el único platillo que conjunta los tres estados de la materia al mismo tiempo: es líquido, sólido y gaseoso", explica Cree, manipulando una ramita de vainilla con la parte de atrás de un cuchillo para liberar sus semillas. "El azúcar se mezcla con el agua y lo mantiene líquido, es por eso que el helado queda suave. Luego el hielo, representa lo sólido. Y finalmente el aire es pieza clave de la preparación, ahí tienes el gas. Hacer que estos tres estados de la materia coexistan es una tarea extremadamente desafiante".

Cuando los plátanos están suaves y traslúcidos, Cree los retira del fuego y comienza a servir el helado. Para lograr una forma redonda perfecta, se ayuda de una superficie plana y lo sirve en el plato con la parte abultada hacia arriba. Tip de pros.

El producto final lo tiene todo: cremosidad, dulzor del azúcar y un toque de alcohol. Y su preparación requiere solo diez minutos.

Ya que tenemos helado de sobra, Cree decide hacernos su sundae especial: helado de vainilla bañado en salsa de crema de cacahuate casera, cacahuates dulces tostados, palomitas acarameladas, un poco de melazas terrosas, crema batida sin endulzantes y una pizca de estrellas doradas, solo porque nos sentimos jóvenes y bellos. Es un sueño dulce y salado.

Dana Cree ha sido dos veces finalista de los premios James Beard en la categoría Chef de Pastelería; es chef ejecutiva de pastelería en The Publican, Publican Quality Meats, Publican Tavern y Publican Anker; y autora de Hello, My Name Is Cream: The Art and Science of the Scoop.