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Sexo

Jóvenes españoles nos cuentan cómo cogieron una infección de transmisión sexual

Las infecciones de transmisión sexual se han disparado recientemente. Hablamos con varias personas que han pillado una para que nos cuenten cómo fue.
Contraer infección de transmisión sexual

Arriba: una infección vaginal por herpes

Existen más de treinta tipos de infecciones de transmisión sexual. Gonorrea, clamidia, sífilis, VPH, VIH… Las cifras de personas infectadas se ha disparado recientemente. Como seguro que ya estás harto de porcentajes y de cifras alarmantes solo te daremos una: cada día más de un millón de personas en todo el mundo contraen algún tipo de ITS.

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Roger Rovira puede dar fe de este aumento. Él es dermatólogo especialista en detección de ITS y explica que por su consulta pasan 20 pacientes al día, la mayoría de ellos hombres que mantienen sexo con hombres, preocupados por su salud sexual. "En los últimos años ha crecido sustancialmente la sífilis y en segundo lugar la gonorrea, aunque también tratamos varios casos de infecciones por VIH o VPH", explica el doctor.

Rovira recomienda hacer chequeos periódicos, en el caso de personas con más de cinco parejas sexuales que mantienen conductas de riesgo, cada tres meses, y aunque se tenga pareja estable deberías hacerte un análisis una vez al año.

A pesar de conocer los riesgos, no siempre somos conscientes de que nos puede tocar a nosotros y día tras día, sobretodo debido a las excusas que pone la gente para no usar condón, más personas se infectan con alguna ITS. Es por ello que hemos decidido hablar con varias personas para que con expliquen cómo pillaron alguna ITS.

Álvaro, 32, se infectó de Sífilis

Todo pasó en una etapa en la que estaba soltero y sexualmente activo. Recuerdo que fue justamente hace un año.

Me empezaron a salir puntos rojos en la palma de las manos y pensé que era de los nervios. Al aparecereme en la planta de los pies y una herida en el pene me alarmé y salí de la oficina a hacer una llamada a un amigo que es médico.

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Su respuesta tras contarle los síntomas fueron: sida o sífilis. Al colgar recuerdo ir directamente al baño y vomitar el desayuno. Al momento llamé a un centro de ITS para pedir cita urgente. La mañana siguiente la pasé haciéndome pruebas y dio positivo en sífilis. No me podía creer que me estuviese pasando a mi.

La cura fue relativamente fácil, una inyección en dos fases. Pero el susto que cogí creo que me ha enseñado mucho, e incluso me hace hablarles con amigos y amigas heteros del tema y alentarles a que se hagan pruebas regularmente y no tengan miedo.

Como había estado con varios chicos no tengo ni idea de quién me contagió… Obviamente llamé a todos con los que tenía contacto e incluso acompañe a uno de ellos a hacerse las pruebas. Resultó que no tenía sífilis, pero sí otra ITS que no sabía que portaba. Estoy convencido que me contagié practicando sexo oral. Por lo demás siempre he utilizado preservativo.

En otra ocasión cogí ladillas y creo que me las enganchó mi compañero de piso a través de las toallas. O eso, o mi novio me engañaba.

Elena, 28 años, sufre episodios de herpes genital

No tengo ni la más remota idea de cómo me llegué a contagiar. Suelo usar preservativo con las parejas sexuales que no conozco y con los habituales sé perfectamente que no mienten cuando me dicen que están limpios.

El caso es que un día me desperté fatal. Tenía fiebre, no tenía hambre, me dolía todo… era como una especie de gripe, aunque sentía algo extraño en la vagina que me hacía sospechar que algo no iba bién. Inmediatamente pensé que tenía hongos, como me ya había pasado otras veces me puse la pomada que me habían recetado. Al día siguiente el panorama pintaba mucho peor: tenía todo lo de abajo lleno de ampollas muy dolorosas.

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Lo pasé fatal. Tenía que mear dentro de una botella para que mi pis no se me esparciera por encima de las ampollas, que poco a poco iban explotando. Me dijeron que mease dentro de un bidé lleno de agua tibia, pero comprobé que era aún peor que orinar dentro de cualquier recipiente.

Cuando fui al hospital en seguida me diagnosticaron herpes genital. Me dijeron que era similar al que a la gente le sale en los labios, que el primer brote era el más fuerte y que de vez en cuando tendría otros de menor intensidad. Fue totalmente cierto. A veces, cuando tengo las defensas bajas me vuelve a salir el sarpullido.

Ahora voy con mucho cuidado. Creo que en cierto modo esta mierda me ha cambiado la vida. Vigilo mucho más y también me controlo más a menudo. Supongo que cuando te pasa algo de esto es cuando más consciencia tomas de las cosas.

Álvaro, 24 años, tuvo gonorrea en la faringe y él no lo sabía

Me hice las pruebas antes de empezar una relación seria con el que actualmente es mi pareja. Me dijeron que todo bien menos que tenía una enfermedad de transmisión sexual en la faringe que podía contagiar pero que tenía fácil arreglo.

Realmente yo no tenía ningún síntoma visible ni tampoco me dolía nada. Simplemente cuando me frotaron el palillo por el cuello vi que daba positivo. No tengo ni idea de quién me contagió, pero se supone que fue a través de sexo oral.

Me dieron una pastilla y me dijeron que me esperase a tener relaciones durante unos cuantos días. Me costó muchísimo pero lo conseguí. Ahora ya estoy curado.

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Irene, 26 años, se está tratando para combatir el Virus del Papiloma Humano (VPH)

En marzo de este año me dieron la noticia. Me llamó mi ginecóloga diciéndome que había salido una alteración en mi última citología y que tendría que hacerme nuevas pruebas más específicas.

Fue un coñazo porque mi ginecóloga es del País Vasco y yo ahora vivo en Barcelona, así que tuve que elegir una ginecóloga al azar para que me hiciera el seguimiento y se pusiera en contacto con mi antigua ginecóloga. Me confirmaron que tenía el VPH. En pocos días viví una auténtica pesadilla.

Primero se lo expliqué a mis padres y luego a mi pareja actual. Al principio me daba cosa hablar de ello, quizás fuera vergüenza por el hecho de "estar infectada". Pero luego se me pasó. Ahora la gente más cercana a mi o las personas de mi alrededor lo saben y no me avergüenzo de ello.

No hice ninguna práctica sexual que considere extraña ni nada de eso. Sí es verdad que he tenido sexo sin precaución, pero nada que se salga de lo normal. Sé perfectamente quién me contagió. No puedo echarle la culpa  porque al final es responsabilidad de dos personas y realmente nunca sabes quien puede tener algo o no por muy aseado que esté.

Cuando supe que estaba infectada se lo comenté por si tenía una nueva relación (era ya mi ex cuando me enteré de la noticia). No le dio importancia y me jodió porque pensé que se lo pasaría a otra chica y como si nada.

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Ahora visito a mi ginecóloga más que a mis padres. Es un coñazo, la verdad. Hay que hacer seguimientos cada pocos meses y me hacen citologías cada dos por tres. Todas sabemos que no es algo muy agradable.

Por otro lado también tengo que tener mucho cuidado a la hora de mantener relaciones sexuales con mi actual pareja y es una putada. Mi vida no ha cambiado mucho a parte de esto, lo que sí ha cambiado es mi visión sobre el tema.

Me he dado cuenta que todavía las ETS son bastante tabú. A la gente no le da apuro que le hablen sobre ello, pero siempre toman la actitud de que a ellos no les pasará.

Yo me enteré por un chequeo rutinario pero si no, no lo hubiese sabido; y con esto me refiero a que creo que se deberían fomentar las revisiones de tema sexual, porque sinceramente, es muy fácil pillar algo y muy difícil saberlo.

 Hernán, 34 años, infectado de VIH

Nunca he sabido cómo me infecté. Siempre he usado preservativos, sin embargo, como a muchos, se han roto algunas veces durante la penetración. Cuando eso sucede no siempre lo sientes, pero las 5 veces que me ha pasado (las tengo contadas con los dedos de la mano),  de esas personas 4 están infectadas. Llega un punto en el que no importa cómo te infectaste, sobretodo al tener una infección crónica como el VIH. Solo quieres saber que vas a vivir.

Me enteré por unos análisis de rutina para una cirugía que era VIH positivo. Jamás voy a olvidar el tiempo que se tomaron para darme los resultados: me llevaron a un cuarto al fondo del laboratorio y ahí me explicaron que mi prueba de ELISA había salido positiva. Por un momento no pude respirar, sentía que todo pasaba muy lento, solo escuchaba frases como: "aún no es definitivo" o  "hay una prueba que se llama Wester Blot que nos va a ayudar a confirmar el diagnóstico". Solo tengo imágenes borrosas de ese día.

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La primera persona a la que llamé fue a mi hermana. Jamás había tenido tantos problemas para terminar de decir una frase por teléfono como ese día. Decir: "Mi prueba de ELISA salió positiva y tengo VIH" me costó casi 5 minutos. Después de respirar profundamente y de escuchar a mi hermana preguntarme que qué pasaba (me preguntó incluso si le había pasado algo a mi abuela),  lloramos juntos. Recuerdo que saqué la cabeza por la ventana del cuarto de costura de la casa de mi abuela para que nadie me escuchara.

Esa tarde fue una de las más lentas de mi vida, conduciendo de regreso a mi casa me pasaron millones de cosas por la cabeza. Pensaba qué iba a hacer, que esto me pasaba por promiscuo, en cómo iba a pagar la medicación; a los 23 años uno no necesariamente tiene el gran sueldo o sabe si contará con el apoyo de su familia. Decidí no regresar a casa, conducir durante horas y solo pensar en qué le iba a contar a mi pareja con el que llevaba ocho meses y al que probablemente también había infectado.

Lloré tanto esa tarde… tanto… Fui a la casa de mi pareja y le dije que teníamos que hablar. Entramos  en la habitación, cerré la puerta y le dije la misma frase que le dije a mi hermana, solo que esta vez salió más fácil y mientras la decía se me caían las lágrimas. Pensé que iba a perder a este gran chico por culpa de estar infectado. Pero él no me dejó, es más, estuvimos casi 6 años juntos y nunca se infectó.

Han pasado 12 años desde que me enteré, y después de pensar mucho y reflexionar ya es un tema que tengo bastante superado. Siempre molesta no poder tener relaciones con tu pareja sin protección pero te acabas acostumbrando.

No fue nada sencillo decírselo a mi novio actual. Sin embargo preferí decirlo al inicio de la relación, cuando aún no hay tanto apego. Ya llevamos año y medio juntos y realmente es lo mejor que me ha pasado en la vida: siempre está pendiente que me tome las pastillas a la hora (yo también, pero es bonito que se preocupen). Vivimos como una pareja bastante normal, con discusiones como todos, pero los momentos buenos, son muchos más que los complicados.