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Un humilde cámara en Segway atropella a Usain Bolt con pena en su corazón

Tras ganar la final de los 200 metros en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Beijing, Usain Bolt sufrió un ataque involuntario. Su autor era un hombre bueno.

Vedle, pobre. Él está haciendo su trabajo: solo quiere ser el mejor cámara que pueda y jamás le haría daño a nadie de forma voluntaria. Vedle, con su cara de humildad, de obstinada eficiencia en su trabajo. Vedle, con su expresión de concentración: de la fina ejecución de su labor depende su salario. Es probable que sea un padre responsable con hijos: un hombre de bien de los pies a la cabeza.

Incluso a los humildes que solo quieren el bien, sin embargo, les golpea el destino de forma cruel. Apreciad cómo la desgracia (en este caso, en forma de raíl para la cámara del 'photo-finish') se cruza en el camino de un hombre bueno y provoca que cometa un crimen involuntario, un asalto violento a una estrella que él jamás habría perpetrado voluntariamente.

Avisamos que os traemos el Vine en italiano. La voz del comentarista recoge mejor que nadie la terrible gravedad del suceso y la vacuidad de la existencia humana ante tamaño desastre.

Si la cara del pobre hombre, que muestra toda su pena, no os inspira una ternura infinita, entonces es que no tenéis corazón.

Todo esto ocurrió, por cierto, tras la victoria de Usain Bolt en la final de los 200 metros de los Campeonatos Mundiales de Atletismo en Beijing, por cierto. Perdonad que no lo haya dicho al principio, es que a veces la poesía me embarga y me dejo llevar…