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Comida

El restaurante en Serbia cuyo menú está basado en la ideología comunista

Pavle Korcagin es un restaurante en Belgrado que tiene una regla: el plato debe venir de un país que no reconozca la independencia de Kosovo.
Fotos de Vladimir Živojinović

Pavle Korcagin es un restaurante familiar ubicado en el centro de Belgrado, la capital de Serbia. El sello del establecimiento es su variado menú internacional, que sirve cocina angoleña, española, iraquí e india, junto con platos jamaicanos, kazajos, marroquíes e israelíes. Korcagin tiene una sola regla a la hora de elegir qué delicias nacionales servir: el plato debe provenir de un país que no reconozca la independencia de Kosovo.

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Después de la desintegración de la Yugoslavia comunista en 1992, Kosovo siguió siendo parte de Serbia, a pesar de que el noventa por ciento de la población de Kosovo es étnicamente albana. Después de que este estado sin salida al mar declarara su independencia de Serbia en 2008, 110 países, incluyendo el Reino Unido y los Estados Unidos, reconocieron formalmente a la República de Kosovo. Sin embargo, Serbia sigue insistiendo en que la región es parte del país. Hasta el momento, los intentos de negociar una solución duradera han fracasado, aunque un acuerdo de 2013 ayudó a normalizar la relación entre Serbia y Kosovo.

Casi cada centímetro de espacio en la pared está cubierto con memorias comunistas.

Para descubrir la razón por la que alguien puede tener un restaurante completamente basado en ideología, decidí detenerme en Korcagin para hablar con su dueño. Adentro, no solo huele a comida deliciosa, sino también a nostalgia. Las paredes del restaurante están cubiertas con recuerdos comunistas, imágenes y frases de famosos líderes socialistas, con fotos de Titi, Stalin, Lenin y el Che Guevara colgando de lado a lado.

Es hora del almuerzo y el lugar está lleno con una mezcla de gente joven y vieja: muchos de ellos son actores en pleno receso de su ensayo, aún en sus disfraces. En la esquina, dos trabajadores con uniformes naranjas brillantes toman el almuerzo bajo un mapa de la antigua Yugoslavia. Ordeno el especial de domingo —un plato bielorruso de pollo envuelto en tocino y relleno de jamón, champiñones y huevos hervidos—. Se añaden nuevos elementos al menú cada vez que el dueño de Korcagin escucha sobre otro país que no reconoce a Kosovo, y todas las comidas son preparadas por sus cocineros serbios.

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Cucic espera que las personas se vayan del restaurante queriendo aprender más sobre los países que se oponen a la independencia de Kosovo. | Fotos: Vladimir Živojinović.

Ese dueño es Vojin Cucic, y heredó el Korcagin de su padre, quien, Vijun dice, se auto proclamaba 'Yugo-nostálgico'. Vojin accedió a una entrevista, pero dijo que no tenía mucho tiempo para mí desde que cuida otros restaurantes y tiene un ritual para prepararse. Insistió en que respondiera algunas de sus preguntas primero para "conocernos mutuamente". Cuando por fin lo convencí de que no soy un 'extremista pro-Albania', aceptó hablar sobre Koorcagin y el mensaje que trata de promover.

VICE: ¿Piensa que mucha gente en Serbia apoye la temática del restaurante?
Vojin Cucic: En realidad no puedo imaginar a nadie viviendo en Serbia que tenga algo en contra de nuestro sitio. A excepción de algunas ONG, todos son muy solidarios, siempre estamos llenos.

¿Entonces no ve nada malo con el mensaje de Korcagin?
No, no desde nuestro punto de vista. Tal vez un albano tenga problema con el mensaje. Es solo nuestra forma de concienciar a los serbios de nuestros aliados. Con suerte, la gente dejará el restaurante e irá a aprender más sobre los países y culturas que aparecen en el menú. Muchos países no reconocen la independencia de Kosovo y la gente debería saber sobre ellos.

Los clientes recomiendan cocinas que deberían añadirse al menú.

¿Cómo decide que va en el menú?
Nuestros clientes siempre nos recomiendan cocinas que deberíamos presentar. Tratamos de ser tan contemporáneos como podamos. Esta semana, hemos añadido platos bielorrusos y luego vamos a añadir una delicia de Guinea-Bissau.

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¿Un albano estaría bienvenido aquí?
Claro, siempre y cuando no sea un extremista. Todos son bienvenidos aquí.


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En nuestra conversación de antes, mencionó que tiene un "problema con los homosexuales". Entonces cuando dice que todo el mundo es bienvenido, eso incluye a los gays?
No apoyo la homosexualidad y nunca lo haré. Pero lo que la gente haga fuera de este restaurante es cosa de ellos. Todos tienen el derecho a tener su propia opinión, pero no creo que vaya a estar de acuerdo con esta.

¿Piensa que es inteligente mezclar ideología con comida?
Hasta ahora, no hemos tenido ninguna reacción negativa. No apoyamos ninguna fiesta política, pero lo que sí apoyamos es algo en lo que la mayoría de gente en Serbia cree.