​Ilustración: @sinmuchasfotos​.
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Salud

¿Por qué no podemos tener orgasmos al soñar?

Investigamos por qué es tan difícil tener sexo o golpearle la cara a alguien mientras soñamos.

Artículo publicado por VICE México.

Soy un gran fanático de los sueños. Creo firmemente que existen varios planos y dimensiones que se pueden explorar, todo sustentado en lo que como personas experimentamos invariablemente: estar despiertos y estar dormidos. Llevo varios años trabajando —onírica y terrenalmente— en temas de lucidez y control de los sueños. Ha sido un camino largo, pero poco a poco he ido descifrando ciertos acertijos como aspectos, personajes y lugares recurrentes, al punto de poder tomar algunas decisiones conscientes dentro de un plano o dimensión onírica, muchas veces seguidas de un despertar violento, como cuando soñamos que nos estamos cayendo.

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Despertar de sopetón, espantado y de inmediato, tiene bastante que ver con la misma razón por la que muchas veces nos soñamos en una situación de riesgo en la que debemos defendernos usando violencia o fuerza sin lograrlo con éxito, el famoso “soñé que estaba peleando con X por X, pero no podía pegarle fuerte, fue horrible, güey”, pues eso pasa por la misma razón por la que no logras coger o llegar a un orgasmo en un sueño, o caer de un vacío sin romperte en mil pedazos.

Para comprender por qué pasa esto, es importante tener claros tres conceptos: consciente, inconsciente y preconsciente, para así aterrizar en lo que más nos importa: la censura. Y para tener una idea muy general de cada uno nos apoyaremos en descripciones populares, todas en un contexto freudiano, y explicados coloquialmente:

Consciente

Es la forma y facultad humana en la que decidimos nuestras acciones y asumimos responsabilidades, siguiendo la concepción de lo que está bien y mal. La utopía de esto es actuar sin generar consecuencias negativas con lo que hacemos.

Inconsciente

Esto tiene que ver con los comportamientos inadvertidos, automáticos y espontáneos. Lo que sucede y hacemos sin darnos cuenta y sin la voluntad de realizarlo. Como confundir una palabra con otra.

Preconsciente

Este es un poco más complicado y se define como un “sistema del aparato psíquico intermedio entre los otros dos sistemas: inconsciente y consciente. Con este término, Freud quiso designar un área no consciente del psiquismo humano que debe diferenciarse del sistema inconsciente”.

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Esto quiere decir que el simbolismo o significado de los sueños tiene que ver con la transformación del material inconsciente y sus imágenes en nuestros sueños, pero una cosa es saber por qué no puedes pegar fuerte en un sueño o tener un orgasmos, y otra muy distinta hacer un análisis para encontrar la razón por la que se está bloqueando ciertas imágenes.

Censura

Con esto sobre la mesa, podemos llegar a la censura y explicarnos qué sucede durante nuestros sueños y por qué no podemos golpear fuerte algo, concretar un orgasmo o morir.

En el terreno del psicoanálisis, la censura es una función psíquica que impide el acceso a la consciencia de los contenidos inconscientes, sobre todo de los deseos. En otras palabras, la razón por la que no puedes experimentar esto es porque tu mente no te permitirá experimentar algo que no harías de forma consciente, es decir, apoyado en la concepción del bien y el mal. Porque si lo hicieras, estarías domesticando tu mente diciéndole: “no hay pedo, golpea, llega a orgasmos no consensuados, mátate” y eso haría que tu realidad se viera confundida, llegando, muy probablemente, a un terreno fértil para desarrollar —o identificar— algún trastorno.



Ese es el papel de la censura: ponerle un freno a todos los pensamientos y recreaciones oníricas que pudieran poner en riesgo tus límites, responsabilidades, concepciones y acciones. En tus sueños no puedes hacer cosas que conscientemente consideras malas. Puedes tener pesadillas muy dolorosas o experimentar sensaciones horribles, pero nunca ser tú la fuente del mal a terceros, a menos que tus valores estén fuera de rango y tengas normalizadas acciones violentas como homicidios, violaciones o intenciones suicidas concretas.

Si te interesa darle seguimiento a toda tu parte onírica, atiende tus sueños, apúntalos y analízalos, date cuenta de qué te causa placer, dolor, enojo u otras emociones. Todo tiene un significado, pero único y personal. Desecha la idea de que soñar con X significa X, eso no es cierto. Conforme avance esta práctica, te darás cuenta de por qué en ocasiones despiertas contento, triste, acelerado, motivado o deprimido. Reflexiona en la vida y piensa en tus sueños.

Luis se mueve en varias dimensiones oníricas, síguelo en Instagram.