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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó este jueves la expulsión del país de 35 diplomáticos de la embajada rusa en Washington y del consulado de San Francisco, como parte de las sanciones impuestas a Rusia por interferir en la elección presidencial a favor de Donald Trump.
Entre los castigados están, al menos, cuatro altos funcionarios especializados en inteligencia militar, quienes habrían ordenado el hackeo de distintos sitios de internet, de correos electrónicos de miembros del Comité Nacional Demócrata y comunicaciones privadas del equipo de campaña de Hillary Clinton.
A partir de que los implicados fueron notificados por el Departamento de Estado, corrieron 72 horas para que junto con sus familias dejaran Estados Unidos. Además, han sido declarados como personas "non gratas" por "actuar de manera inconsistente con su estatus diplomático".
Éstas podrían no ser los últimos castigos que imponga Obama antes de dejar la Casa Blanca: en los últimos días, ha insistido en que los estadounidenses deberían sentirse "alarmados" por la violación a la soberanía del país, una acusación que el gobierno de Vladimir Putin ha negado sistemáticamente.
Por otro lado, el presidente electo Donald Trump ha dicho que cuando se convierta en mandatario constitucional —el próximo 20 de enero— las sanciones impuestas a Rusia serán levantadas.
"Creo que debemos continuar con nuestras vidas", dijo este jueves el magnate de bienes raíces, horas antes de conocerse la decisión de Barack. "Creo que las computadoras han complicado nuestras vidas grandemente".
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