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Cinco preguntas sobre lo de Almeida y los niños

Le preguntaron si preferiría restaurar Notre Dame o reforestar el Amazonas y escogió la peor opción.
Almeida Amazonas Notre Dame
Foto vía Telemadrid

El pasado fin de semana, Almeida participó en un programa de Telemadrid llamado Vuelta al cole, otro vástago de ese formato de telebasura que pretende ser “gracioso” al enfrentar a una persona adulta a las inocentes y despiadadas (por esa supuesta falta de capacidad de autocensura de los infantes) preguntas de unos niños que lo último que parecen son, precisamente, niños. En fin, todo eso de intentar transmitir que las personas adultas tenemos mucho que aprender de las pequeñas criaturas.

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Debo decir que, al visualizar el vídeo entero, descubrí que este tipo —el alcalde de Madrid— se llama José Luís Martínez-Almeida; bueno, lo de Almeida lo sabía pero todo ese conglomerado de parafernalia pseudoburguesa nobiliaria española, lo de “José Luís Martínez- loquesea”, lamentablemente lo desconocía por completo. En fin, que uno aprende mucho con estos programas de mierda de Telemadrid.

El tema aquí es que Almeida se reunió con esos chavales y respondió a varias preguntas, como si le parecía bien que se matasen toros en todo esto de la tauromaquia (respuesta: sí), que si al estar tan preocupado por la contaminación tiene una moto eléctrica (respuesta: no) o si se bajaría Tinder para solucionar el tema de la soltería —como si hubiera que solucionar este tema— (respuesta: Tinder no le mola porque es un tipo tradicional, de conocer a las personas cara a cara). Pero una de las preguntas destacó por encima de las demás:

Una tal Daniela lanza la daga: “¿Si solo pudieras donar dinero a un sitio, a dónde lo donarías, a la Catedral de Notre Dame o a replantar el Amazonas?”. Martínez-Almeida invierte dos segundos de reloj para tomar aliento de una forma a la vez intensa y sutil, emitir un ruido raro con la boca y luego responder con un mayestático “A la catedral de Notre Dame”. Y se queda tan ancho. Es entonces cuando los niños contraatacan en masa, con sus caras desencajadas, sus “¿por qué?”, sus “pero en el Amazonas hay árboles” y sus “pero si es el pulmón del mundo”.

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“Efectivamente, pero la catedral de Notre Dame es un símbolo de Europa, y nosotros vivimos en Europa, y la verdad, de las mejores cosas que han podido pasar a España, en los últimos años, es haber ingresado hace 30 años en la Unión Europea y compartir una serie de valores comunes”, responde Almeida. Luego le preguntan si “es feliz”, y llega a la conclusión de que sí.

Y ahora vienen las preguntas.

¿PREFIERE ALMEIDA EUROPA A LA VIDA?

Supongo que no. El tipo sabe perfectamente que para que existan estos “valores comunes europeos”, antes hay que existir. Deduzco que el tipo piensa que el Amazonas tampoco es tan esencial para seguir viviendo —puede que sea cierto, probablemente— y que hay otros putos bosques y movidas, pero, joder, Almeida, aunque pienses esto, sabes perfectamente que la opinión pública te va a triturar si lo dices. Amigo, finge un poquito y manda a los franceses a la mierda, que además es algo que siempre gusta aquí, en España.

¿DE QUIÉN DIABLOS FUE LA IDEA DE METER A ALMEIDA EN ESTE PROGRAMA?

El tipo ya ha ganado la alcaldía, ya no hace falta que salga por la tele soltando perlitas de esta guisa. Ya está, quédate en casa y que hable por ti el colega que hayas puesto en relaciones públicas del Ayuntamiento, lo que sea. Si se sabe que el señor la lía (los del graffiti, lo de Madrid Central, lo del pique con Ortega Smith de Vox durante el minuto de silencio por la mujer asesinada en Madrid), pues que no le inviten a programas. ¿A quién se le ocurre lanzarlo a la jaula con esos seres con los que no puede defenderse con acrobacias dialécticas?

¿Y SI ESTAMOS EQUIVOCADOS? (parte I)

Joder, ¿y si realmente, para seguir viviendo y existiendo, son más necesarios los “valores comunes europeos” que el Amazonas? ¿Y si, si Notre Dame se deja así, tal cual, destruida, el mundo se va a la mierda? Podría ser, podría muy bien ser.

¿Y SI ESTAMOS EQUIVOCADOS? (parte II)

Bien, cojamos la pregunta de la niña, literalmente. La tipa dice: “¿Si solo pudieras donar dinero a un sitio, a dónde lo donarías, a la Catedral de Notre Dame o a replantear (sic) el Amazonas?”. Bien, la chavala utiliza el verbo “replantear”, quizás por error, por nerviosismo —joder, está delante del puto Alcalde de Madrid, respect— pero ella lanza esta pregunta con este verbo (una parte esencial en una frase, casi definitoria). Si la pregunta consiste en si es mejor “replantear” el Amazonas —replantearse el concepto de Amazonas, o sea, si es un bosque, o si es realmente una selva, si el nombre “Amazonas” realmente mola— o ayudar un poco en la reconstrucción de la catedral esa, pues, joder, quizás mejor Notre Dame, ¿no? Podría ser que Almeida haya entendido la pregunta literal, sin presuponer que ahí, a lo largo de la pregunta que ha lanzado esa niña, haya un error. No ha entendido que quizás la niña se ha trabado al intentar decir “replantar” y le ha salido un “replantear”. José Luís Martínez-Almeida Navasqüés no contempla esta posibilidad.

¿Y SI ALMEIDA NO HA ENTENDIDO UNA MIERDA?

Es más, puede que Almeida solo haya entendido, por temas de distracción suyos, el inicio de la pregunta, esa parte en la que se proponen dos opciones y una de ellas es Notre Dame. El tipo ha percibido tanto drama y tanta lección moral con lo del incendio de Notre Dame que ya le ha sudado escuchar la otra opción, que sin duda será una mierda al lado de ese drama. Notre Dame contra todo. “Podéis decir lo que queráis niños, que lo del incendio de Notre Dame me va a permitir dar una buena lección de humanidad”, debió de pensar. “¿La opción B? ¿A quién coño le importa la opción B?”. El tipo no se planteó que, quizás, la opción B, la que tardó más en aparecer en la formulación de la pregunta y la que, por tanto, generará un giro conceptual en todo lo dicho anteriormente, era algo más fatídico.

También podría ser que, realmente, no entendiera lo que dijo la niña como segunda opción, así que ante preferir ayudar a Notre Dame o a “replesplrlr amonas” (lo que había oído) pues, claro está, se quedó con lo que había entendido, Notre Dame. Parece lícito, es más fácil defender la catedral que el sonido ese “replesplrlr amonas”. Claro que el tipo podría habérsela jugado y decir que prefería “la opción B”. Ahí echándose el farol de su vida, jugando sobre la nada. “Pues me quedo con la opción B, chavala”, y le habría salido bien. A lo loco. Por la broma. A ciegas. Muy Almeida.

Sigue a Pol en @rodellaroficial.

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