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Un concejal madrileño se deja disparar con un táser para saber qué se siente

Según el concejal es como 'cuando se te sube un gemelo y te da un tirón', pero en todo el cuerpo.
Concejal Moraleja de Enmedio táser
Foto vía RTVE

Un año después de que en Cataluña se aprobara el uso de pistolas táser por parte de los Mossos d’Esquadra llega la buena nueva a Madrid, como siempre a la cola de Barcelona. Según informa RTVE, a partir de ahora la policía de Madrid podría empezar a utilizar las pistolas táser, cosa que ya se hace en unos 200 municipios de España. José Luis Martínez-Almeida considera que se trata de una alternativa moderada a no tener que utilizar armas de fuego y, por lo tanto, tener que pegar tiros en la cara a la peña.

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Pero esto no es la noticia, de hecho es algo totalmente normal el desarrollo de aparatos represivos y dolorosos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la noticia es que el concejal de seguridad ciudadana de Moraleja de Enmedio, antes de implantar el uso de estas pistolas en las calles, quiso probar su efecto en sus propias carnes.

El nombre es Gregorio Olmos, muy probablemente el señor con los huevos más grandes de España. En un acto de populismo envidiable ha decidido que los agentes le peguen un tiro para notar el efecto de dichas pistolas y conocer de primera mano lo que se van a encontrar los ciudadanos de su localidad. Según Olmos, el efecto es “como cuando se te sube un gemelo y ten da un tirón, un tirón fuerte en todo el cuerpo”, y añade que “la sensación de que tú tienes tu conocimiento, que quieres moverte y no puedes ejercer nada ni mover nada; ni los brazos ni piernas ni nada”. La sensación, comenta el concejal, dura unos cinco segundos "que se hacen eternos".

En España tenemos ya una larga tradición de celebridades sacrificándose para tranquilizar a los ciudadanos. Está Fraga, como ministro de Turismo, con su baño nuclear en Palomares en 1966; luego Revilla bebiendo leche cruda directamente de la teta de una vaca y también el fundador del laboratorio que comunicó a la empresa Magrudis que su carne mechada daba positivo en listeria, comiéndose un buen taco de carne en directo.

Esta forma de dar ejemplo es una estratagema para disolver el impacto real de una medida violenta. Es como decir que no pasa nada, que si te pegan un tiro con un táser no te puedes quejar, que lo probó el concejal de seguridad y que no hay para tanto. En fin, que si te mueres o te pasa algo chungo, que es culpa tuya y solo tuya.

Sigue a Pol en @rodellaroficial.

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