Jeff Hanisch-USA TODAY Sports
Cuando el mariscal de campo suplente de los Packers de Green Bay, Brett Hundley, pasó el balón al jugador de equipos especiales, Jeff Janis, y éste esquivó la defensiva de los Seahawks para anotar un touchdown de 19 yardas, parecía que los Seahawks recibían el tiro de gracia. Pero el partido aún tenía algo más que ofrecernos.
La pizarra electrónica en el congelado Lambeau Field actualizó el marcador a 38-10 y Janis saltó a las gradas para festejar como debía. Pero aún quedaba tiempo para que los Seahawks regalaran el balón una vez más. Fue una de esas noches.El novato Alex Collins le hizo los honores a Seattle luego de ser despojado por el liniero de los Packers, Christian Ringo; la jugada subiría el telón que anunciaría el regreso de los Packers en la NFL.Los pass rushers de Green Bay, unidad que había batallado con lesiones y bajo rendimiento todo el año, capturaron a Russell Wilson hasta en cinco ocasiones. No todos sus pases fueron malos; algunos pocos rebotaron en las manos de sus receptores. Pero no hay manera de esconder el hecho que Wilson tuvo el peor partido, en cuanto estadísticas, de su carrera en el congelado estado de Wisconsin.La defensiva de los Seahawks tuvo problemas durante todo el encuentro para someter a Aaron Rodgers, y le dio tiempo de despedazar a la famosa Legion of Boom. Los Packers han hecho un buen trabajo al momento de cubrir a su mariscal de campo, y éste sacó ventaja de ello. La ausencia del safety Earl Thomas le costó a Seattle, aunque de todas formas el dominio de Green Bay habría sido demasiado.El resultado del partido fue lo que fans y enemigos de los Packers habían esperado ver desde hace mucho tiempo: un juego donde los Packers lucieran como los Packers; un encuentro donde Rodgers no sólo superara las deficiencias de sus compañeros para posicionarse y su casi inexistente de juego terrestre, también donde la defensiva le brindara ayuda. Fue una victoria con autoridad para Rodgers, el entrenador en jefe Mike McCarthy, y todo el equipo de los Packers. Si Green Bay mantiene este paso hasta el final, será un equipo difícil de derrotar.Pero también podría ser un poco muy tarde.Ya que Detroit y Minnesota ganaron, los Packers no tienen cabida para el error. Para llegar a playoffs es muy posible que tengan que vencer a los tres equipos de la NFC Norte en las últimas tres semanas. Incluso esto no bastaría, ya que los Lions podrían llegar a las 11 victorias antes de enfrentarse con los Packers en la semana 17.Está de más decir que si este mismo equipo hubiese sudado los uniformes desde el principio, no tendrían que esperar los resultados ajenos y darlo todo en la parte final para entrar a la postemporada. Pero ahora que despertaron podrían tener una oportunidad.¿Quieres leer más sobre futbol americano? Sigue nuestra cobertura de la NFL aquí.
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