Para algunos, cumplir el sueño de ser futbolista profesional significa decir adiós a algunas libertades propias de la edad y especialmente, a la escuela. Las historias de estudios truncos a causa de un debut prematuro o por el descubrimiento de algún gran club son bastante comunes; sin embargo, este martes, Bayer Leverkusen presumió que a ellos les importa tanto el desarrollo deportivo como el intelectual.
El equipo alemán viajó a Madrid para disputar este miércoles el partido de vuelta de Champions League. El compromiso pinta complicado tras el 4-2 en contra que resultó de la visita del Atlético de Madrid; pero hay prioridades. A Kai Havertz, de 17 años, le apuntan un futuro prometedor. Apenas en octubre se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Bundesliga, y poco después ya estaba en la cancha para jugar la máxima competencia de clubes. Pero también está a punto de ingresar a la universidad, por lo que no será parte de la plantilla que buscará dar la vuelta al marcador. El mediapunta debe presentar exámenes académicos en estos días.
La baja no es cualquier cosa, el técnico Tayfun Korkut tampoco podrá contar con Toprak, Bender, Tah, Kießling ni Henrichs; aun así, el Leverkusen le dio permiso de ausentarse.