Todos conocemos ‘El grito’, un clásico de la pintura que Edvard Munch creó en 1893 y que ha trascendido de la misma forma que muchos artistas quisieran hacerlo. Y lo mismo podríamos decir de la música de Pink Floyd, así que no es de extrañar que Sebastian Cosor decidiera unir ambos talentos que, a simple vista, podrían parecernos muy distantes. La brocha de Munch y los paisajes sonoros de Pink Floyd se unen gracias al talento creativo de Cosor en una obra que puedes ver aquí abajo.Si tienes un proyecto y quieres que aparezca en nuestra web, envía un email a thecreatorsprojectES@vice.comArtículos relacionados:Ojalá Sigur Rós se dedicara a orquestrar todas las películas del mundoObservar tinta de colores extendiéndose sobre las yemas de los dedos es un orgasmo para tus ojosEl creador de los GIF renacentistas, Scorpion Dagger, prepara un libro de realidad aumentada
Publicidad