FYI.

This story is over 5 years old.

Música

#JeSuisSA: el mundo de la música planta cara a la prohibición del Ayuntamiento de Madrid

La delegada del Gobierno en Madrid obliga suspender el concierto de Soziedad Alkohólika este sábado en Madrid, basándose en un informe policial que advierte del peligro de alteración del orden público.

Si vierais a los seis membrillos (señores todos de entre 30 y 35 años, alguno con hijos) que íbamos a ir juntos este sábado al concierto de Soziedad Alkohólika en Madrid, os daría la risa leer el comunicado del Ayuntamiento de Madrid que ordena "la prohibición de la celebración de su espectáculo por apreciarse que el desarrollo del mismo se prevé pueda producir ALTERACIONES DEL ORDEN PÚBLICO CON PELIGRO para las personas y bienes".

Publicidad

Tampoco éramos peligrosos cuando con once años tostábamos el VHS del 'Konzertua Gaztetxean', gritábamos "¡en tu puta cara voy a vomitar!" y nuestros padres nos dejaban ir a verles en directo junto a Ratos de Porão. En su día ya nos pareció una mala broma la persecución de la desde la AVT por "opiniones con excesos verbales hirientes y desafortunadas" en sus canciones. Que ahora no les dejen tocar en el Palacio de Vistalegre por iniciativa de la Policía es del todo ridículo.

El grupo, que lleva cinco años intentando tocar de nuevo en la ciudad, lamenta que los gobernantes madrileños den crédito a los "sectores de la extrema derecha" que presionaron para cancelar su fecha. Hablan de "censura", recuerdan que se pronuncian claramente contra cualquier tipo de violencia para resolver ningún conflicto y aseguran que el informe que les impide ejercer su derecho es "patético" y utiliza "argumentos ridículos y falacias".

En 1986, tras los disturbios que se saldaron con ocho heridos en un concierto de La Polla Records, el Ayuntamiento prometió no volver a tratar "con gente como ésta, que no tiene ningún reparó en fomentar el desasosiego". Y parece que lo está cumpliendo, como hizo recientemente con los punks Decibelios y esta semana con S.A. Preguntamos a promotores, músicos y artistas su opinión al respecto, dos meses después de que los políticos posaran con la pancarta de la libertad de expresión tras el atentado del Charlie Hebdo.

Publicidad

Fermín Muguruza (músico)

Si quieres una opinión exprés, es esta: "Je suis Soziedad Alkohólika".

Chema García (promotor musical)

Bastante mal lo pasamos los promotores de esta ciudad como para enfrentarnos ahora a la decisión de la Administración de cuándo, cómo, porqué o si se puede o nocelebrar un concierto. Más aún cuando las razones son tan ridículas como las que se alegan en el auto firmado por el área de Gobierno de Seguridad y Emergencias, refiriéndose a hechos sin ningún fundamento e incluso a antiguos presuntos delitos absueltos por el Tribunal Supremo. No podemos permitir que sean ellos quienes decidan lo que debemos ver o escuchar, esto sí que es un atentado contra la libertad de expresión. Mi apoyo total al grupo y la promotora, que buscan un nuevo recinto fuera de la comunidad de Madrid y espero lo consigan.

Cristóbal Fortúnez (artista)

Incluso en el caso de que se pudieran producir (extrañamente) desórdenes públicos, que no se aduzcan las mismas razones para suspender el 20N, o partidos de fútbol de alto riesgo pone al descubierto la demagogia del asunto. La misma demagogia que denuncian S.A. en sus letras. Llevo escuchándoles desde 1996, creo, y para mí siempre han estado entre los cuatro o cinco mejores grupos de música bestia de este país. Ya quisieran muchos artistas internacionales haber parido un disco como 'Ratas', por ejemplo. ¿Son burros? Sí. ¿Son cafres? Como ellos solos. Pero, para mucha gente "son nuestros cafres"

Publicidad

Servando Rocha (editor)

El poder político siente Madrid como su particular feudo y, en este sentido, la cultura pasa a ser puro clientelismo. En caso de que exista algún tipo de disidencia incómoda, más allá del oportunismo político que cada cierto tiempo sucede, se actúa como lo que se es: la arrogancia y prepotencia de la terrateniente, la estirpe que está acostumbrada a ganar siempre. Para ese poder, existe un "ellos" y un "nosotros". Ese "nosotros" supone que no les interesa las consecuencias. Están en guerra y la cultura es una de sus primeras víctimas.

Esteban J. Girón (músico)

Es un insulto a la inteligencia y a la libertad. Un ejemplo de la mordaza, el garrote vil y los grilletes. Un ejemplo de la escoria de Gobierno que tenemos en esta ciudad en la cual nací, pero no me crié y que seguramente sea mucho más mía que de cualquiera de los gobernantes-parásito que tenemos. La han convertido en una ciudad de pobres y ricos porque quieren una sociedad de Señores y Esclavos. Se creen por encima del bien y del mal y que nos van a poder callar. S.A. han traspasado generaciones, estilos y fronteras y eso es algo que no pueden ni podrán parar nunca. ¿Qué más tiene que pasar para que les echemos de una vez y les mandemos muy lejos? ¿Qué más tienen que hacer para que les metamos entre rejas? Quieren cortarnos lo que ellos nunca tendrán: creatividad, alegría, capacidad de componer grandes canciones, preciosas letras o grandes historias… no tienen ni humor. ¿Por qué no existe humor de derechas? Los intelectuales de derechas son una nimiedad en comparación con la mayoría de artistas, científicos e intelectuales que defienden la humanidad, la luz, la transparencia y la igualdad. Al final los únicos que sabemos ser felices somos los que perdimos la Guerra Civil

Javier Ferrara (productor musical)

Es curioso que en un época donde un niño puede ver una ejecución en Internet, crean que pueden adoctrinar o prevenir ciertos pensamientos prohibiendo un concierto. Es indignante y ridículo. Me viene a la cabeza el caso de Reserva Espiritual de Occidente, cuyo concierto fue boicoteado por grupos de extrema izquierda, alegando que hacían apología del franquismo. Este caso me irrita incluso más, pues es la Administración -que se supone nos representa a todos- quien decide que no puedan tocar. Llevan décadas cargándose el ocio de esta ciudad, atacando la vida cultural y haciendo que tocar en un concierto sea un lujo al alcance de pocos. Han perseguido a las salas, los festivales, los grupos y los asistentes. Dejad que la gente cante ¡hijos de puta! Espero que S.A. toquen pronto en Madrid y lo revienten.