Ficciones del Big Sur

  • Las graduaciones

    "Cruz y Lupe y todo su kibutz se graduaron justo en el centro de la ciudad y partieron desde el pulmón de manzana hacia Ludlow Street y de allí al mundo".

  • La hora de las sirenas

    "Me gusta hacer la plancha, me vuelvo flaco y deportivo. Me toco las costillas y puedo intuir la curvatura de mis huesos. Lástima que nadie los quiera".

  • Como cebras

    "Sin más, bajamos hacia la playita. Los zumbidos empezaron a escucharse ya en el sendero, no parcialmente, sino como si se tratara de un sonido arrollador que salía del centro de la isla, del corazón de la sierra".

  • Polvo de caballos

    "El frío me viene de los huesos. Así se deben sentir esas estrellas de rock que aparecen muertas en las bañaderas. Entiendo por qué se meten: lo que no entiendo es por qué se mueren. ¿Se quedan dormidos y se ahogan? No, no todos se ahogan".

  • La sospecha de Luquitas

    "Abstraído de los juegos, el sol, las risas, los gritos de algún vendedor de churros que pasaba y de la música que llegaba de una carpa, Luquitas consagraba su mente a especular sobre las consecuencias de la ruptura diplomática entre Londres y Beijing"

  • Tu segunda en la batalla

    "No vayas, se dice, no vayas. Pero no hay nadie para frenarla y vuelve al pueblo. Se le caen los billetes cuando intenta pagar el peaje; tiene que bajarse del auto y tantear el asfalto hirviendo".

Publicidad