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Historias desde la pista: Cómo es ir de fiesta cuando tienes un solo brazo
Así fue cómo descubrí que mi discapacidad podría convertirse en un accesorio provocador.
Historias desde la pista: No me gusta bailar en el club
"Ahí estaba yo, quieto. Recurriendo al leve movimiento de cabeza, como esos perritos que acompañan a los taxistas en sus naves".
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