olor vaginal
El sexo huele a lo que huele el sexo
Después de una paja hay que olerse las manos, probarse y perderse en ese rasgo tan invisibilizado del erotismo y de la identidad: el sabor y aroma de nuestros fluidos.
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Después de una paja hay que olerse las manos, probarse y perderse en ese rasgo tan invisibilizado del erotismo y de la identidad: el sabor y aroma de nuestros fluidos.