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Jóvenes del No nos explicaron por qué votaron así (y qué mejorarían del Acuerdo)

Para comprender sus razones, entrevistamos a varios jóvenes que rechazaron los acuerdos con las Farc el domingo pasado.

Foto tomada del grupo de Facebook "Al plebiscito voto NO".


Por casi 54 mil votos ganó el No en el plebiscito: un estadio de fútbol lleno.

Tras la derrota del Sí, las redes y los medios se inundaron de insultos ("malditos brutos", "no entendieron los acuerdos" o de pronto con "acabaron con una gran oportunidad para el país"), de lamentos ("qué vergüenza vivir acá", "me voy de Colombia") o de asignación de tareas ("ahora ustedes vayan a la guerra", "ustedes defiendan el país"). También, por supuesto, las redes se llenaron de esperanza: gente que, a pesar de los resultados, se comprometió a no echarse a perder, a seguir presionando para que haya paz, a buscar, como dicen, un mejor acuerdo, a seguir la discusión activamente y no resignar el futuro del país a manos ajenas. A unirse, solidariamente, con los que piensan de forma distinta a ellos.

Todo era válido en un momento como ese, creemos. Las reacciones mostraron que no todos los del No rechazaron el Acuerdo por miedo al "castrochavismo" o a una "dictadura homosexual". Hay otras razones, unas más informadas que otras, unas más realistas que otras. Aunque, cómo no, esos dos miedos sumaron miles de votos. En una de las últimas encuestas antes de la votación, la de Cifras & Conceptos, los que más apoyaban los acuerdos eran los mayores de 65 años (73%), luego iban los de 56 a 64 años (62%) y luego los de 18 a 25 años (56%). Probablemente usted pensaba que era al revés, que los jóvenes eran la mayor fuerza del Sí (es probable también que las encuestas, como fue evidente tras los resultados, se hayan descachado incluso en eso). Como sea, el No mostró que también tenía sangre fresca. Más allá de que pueda sonar anacrónico o contradictorio pensar en "juventudes conservadoras", y mucho más allá del manido refrán que dice que no ser de izquierda a los veinte es no tener corazón, vale la pena poner especial atención a las razones que dan los jóvenes que votaron No. La campaña del Sí repitió muchas veces el argumento de "el país que le vamos a las nuevas generaciones", y esas nuevas generaciones, ya vimos, no están de acuerdo en todo (no al menos en lo fundamental) y, en un escenario ideal, tendrán que sentarse al menos a discutirlo. Lea también: Les preguntamos a varios millenials por qué no salieron a votar el plebiscito Buscamos a jóvenes del No: muchos quisieron compartir sus argumentos, aunque solo pudimos publicar algunos. Quisimos saber qué les gustó y qué no les gustó del Acuerdo. Qué cambiarían. Cómo quisieran renegociar, qué propuestas tienen. Los dejamos hablar.

Natalia

Leí los acuerdos al poco tiempo de que salieron. Rescato la entrega de armas, la liberación de los niños, el desarrollo agrario y la "intención" de reparación de víctimas, pero creo que ese punto se queda corto: ¿cuáles puntos me llevaron a rechazar el acuerdo? La verdad, ¡todos! El acuerdo es mediocre, se queda en buenas intenciones. Esto nos va a perjudicar a la gran mayoría. Se benefician el Gobierno y las Farc, pero poco se piensa en el pueblo, poco se piensa en tener un acuerdo estable, fuerte y duradero. Entregarle poder a delincuentes no creo que traiga nada bueno. Ellos mantendrán sus ideales y propósitos: es lógico que no los van a cambiar, lo único que se logra con esto es darle legitimidad a sus acciones para lograr sus objetivos, implementar sus ideales. No veo voluntad, por parte de los del Sí, para escuchar y apoyar un nuevo proceso. Si lo vemos a nivel Gobierno, sí veo oportunidad, hay interés de continuar. Las que me preocupan son las Farc: siento que en cualquier momento pueden voltear los papeles y desistir de las negociaciones. Por ahora creo que las renegociaciones empezaron bien. Se abrió la oportunidad de incluir a todos en el proceso, algo que debió ocurrir desde el inicio. Lo ideal sería hacerlo con tiempo, escuchando las voces de las víctimas y el Gobierno.

Sergio

De los acuerdos me gustó la reforma rural integral. Me parece que los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial son algo que necesita el campo colombiano. No me gustó el tema de la justicia. Los acuerdos tienen unos vacíos muy grandes en cuanto a la impunidad y lo que lleva a la elegibilidad política. Los criminales que han cometido delitos de lesa humanidad iban a terminar siendo premiados con elegibilidad política y curules en el Congreso. Me parece también un gran vacío el subsidio que se le iba a entregar a los guerrilleros, cuando estos tienen una fortuna muy grande, que igualmente debe ser utilizada para la reparación de las víctimas. Me parece que los diálogos que vienen para el país son supremamente positivos. Si hubiera ganado el Sí, tendríamos a más de 6 millones de colombianos que votamos No bravos e inquietos ante los acuerdos. Hoy tenemos a un gran porcentaje de los más de 6 millones de colombianos que votaron Sí con la esperanza de que los diálogos puedan tener un mejor rumbo, y, por ende, un final feliz para toda Colombia. La reforma rural integral deberá tener solo unas pocas modificaciones en cuanto a la expropiación de tierras. Los guerrilleros sí deben tener elegibilidad política, pues es una ampliación de la democracia, pero no puede ser tan permisiva, y para llegar a ocupar cargos de elección popular se debe restringir un poco la libertad en condiciones especiales, pero no impunidad. También la reparación de las víctimas debe ser con dinero que tienen las Farc. Y para que haya un tránsito positivo de los guerrilleros a la legalidad, para que puedan trabajar honestamente, el gobierno nacional puede ofrecer incentivos a la empresa privada para que contrate exguerrilleros.

Ricardo

Leí un poco más de la mitad de los acuerdos. Me gustó el primer punto porque el tema de tierras me parece justo y en pro del campesino. Claro que existen quienes dicen que son tierras de las Farc. Ojalá que no sea así. Los del No también queremos paz, pero así no. Ahora hay que replantear las negociaciones y tener mucho respeto. Hay que plantear un nuevo equipo de negociación y un nuevo lugar. Creo que se deben renegociar todos los puntos del acuerdo. Tiene que ser viable y se deben tomar el tiempo que requiera. Lea también: La fiesta que no pudo ser

Alejandra

Leí los acuerdos. Me gustó lo que decía de que las Farc debían ayudar a desminar. Además de las tierras que se iban a entregar a campesinos y el cese al fuego. No me gustó lo de las curules en el Congreso, lo de que iban a darle espacio en el Ejército a varios guerrilleros, el dinero que les iban a pagar y los mecanismos que se iban a implementar para que se hiciera justicia (que no iban a pagar cárcel). A pesar de que es otra forma de que ellos paguen por lo que hicieron, no es la más justa. Asesinatos, violaciones y demás delitos iban a ser pagados, por decirlo de alguna forma, de una manera pasiva. En cambio las personas que han cometido delitos menores sí están metidas en la cárcel pagando condenas de 10 o 15 años. No me sentí representada por los líderes de la campaña del No. A pesar de que decían cosas con las que yo estaba de acuerdo, en otras exageraban. Pienso que durante la campaña no hubo diálogos constructivos entre las dos posturas. Fue una campaña sucia de parte y parte. Espero de verdad que los diálogos que van a tener sí sean constructivos y sí lleguen a un acuerdo para que se justifique al menos que el No haya ganado. Finalmente, creo que lo pactado de alguna forma estaba bien, pero el Gobierno estaba dando demasiado. Se puede mantener, pero restringiendo muchas cosas. Entre esas, que aparte de toda esa justicia que planteaban, sí paguen cárcel.

Nicolás

Me tocaba estar en debates, en campaña. Me leí los acuerdos dos veces. Rescato algunas cosas positivas. Tenían algo humano e inhumano. Primero lo inhumano: que una persona como Timochenko pudiera ir a Presidencia. Pero la parte humana es que hay que reconstruir, y esa parte del castigo que implicaba reconstrucción había que hacerla, pero después de pagar cierta cárcel. Me parecía inaudito que, de 4.500 casos de falsos positivos, 3.500 son sin testigos y hoy en día juzgamos un soldado sin testigos por 30 años, pero un guerrillero no pasa ni siquiera a la cárcel. No estaba de acuerdo con que uno pague de 2 a 5 años y el otro de 15 a 30. También haber entregado ocho niños cuando la Fiscalía tiene más casos. No había voluntad. Además, ¿quién le aseguraba a la sociedad que iban a entregar el 100% de las armas y los bienes? ¿La ONU? Ellos ni siquiera saben cuántas armas tienen las Farc. Cuando vi los resultados del domingo, la dicha fue impresionante. Con la gente del Sí hubo chascarrillos pero todo fue amigable. La invitación a construir propuestas siempre está. Queremos unir. Es que si la pregunta era por la paz de Colombia, no habría campaña del No: todo el mundo vota Sí. Por eso no hay que dejarse manipular de los medios. Como cuando dijeron que Santos reunió a todos los partidos y el Centro Democrático no apareció… Es que nosotros en el Centro Democrático no pensamos que fuéramos a ganar. Ahora lo primero que tenemos que hacer es dejar la manipulación a un lado. Tenemos que dejar de meterle a la gente que es el Sí de Santos y el No de Uribe. Esto es un país y hay que construirlo entre todos. Uno de los puntos que se debe replantear es no darles directamente el puesto en política (las asignación de curules para las Farc). Si quieren ganar, que se sometan a las urnas de una vez. Otra cosa: a algunos guerrilleros rasos se les puede aplicar justicia haciendo obras y esas cosas. A ellos. Pero lo que son Timochenko y otros: que paguen cárcel. No tienen que ser los 50 años pero algo representativo para las víctimas. Lo tercero, una muestra de garantía en serio: mucha gente del Sí me decía que lo bueno de que ganara el No es que vamos a ver ahora sí la voluntad de paz. ¿Por qué hasta el sábado pasado apenas anunciaron que iban a entregar bienes y no antes? Creo que con esos tres puntos la cosa puede mejorar muchísimo. Es que un mal acuerdo puede ser peor que la guerra.